DIÁLOGO SOCIAL

Trabajo pacta con los sindicatos subir el subsidio de paro de 480 a 570 euros

Los desempleados podrán compatibilizar el cobro de la prestación contributiva o el subsidio con un sueldo durante un periodo limitado de tiempo

Acuerdo entre el Gobierno y los sindicatos para reformar el subsidio por desempleo / Vídeo: Agencia ATLAS | Foto: EP

5
Se lee en minutos

El Ministerio de Trabajo ha alcanzado un acuerdo con los sindicatos para una nueva reforma de los subsidios de paro. Es decir, aquellas ayudas que perciben los desempleados que ya han agotado su prestación y que actualmente cubre a más de 800.000 personas. Tras fracasar en su primer intento de convalidar una batería de cambios que, entre otros, pretendían sumar al sistema de ayudas a otros 400.000 desempleados actualmente sin protección, ahora Yolanda Díaz ha mejorado su propuesta y busca apuntalarla parlamentariamente con el apoyo de las centrales.

Una de las principales novedades es que la cuantía del subsidio subirán, durante los primeros seis meses de cobro, de los actuales 480 euros a 570 euros. Luego irá reduciéndose, a 540 euros entre los seis meses y el año de cobro, para luego estabilizarse de nuevo en los 480 euros. Fuentes conocedoras explican que parte de la reforma entrará, en principio, en vigor este próximo noviembre y otra parte a partir de abril del 2025.

La patronal CEOE, si bien ha participado de las diferentes reuniones que se han ido produciendo durante estos últimos cinco meses, ha optado por rehuir la foto con la vicepresidenta segunda y ni apoyará ni rechazará la reforma. A las 12 del mediodía de este miércoles está previsto el acto oficial de firma con Díaz y los secretarios generales de CCOO, Unai Sordo, y UGT, Pepe Álvarez. Reforma que deberá superar, tras el acuerdo social, el trámite parlamentario y cuya entrada en vigor todavía no está definida.

El contenido de la norma -que presumiblemente será tramitada como real decreto ley- incrementará inicialmente la cuantía de los subsidios de 480 euros a 570 euros mensiales, o lo que es lo mismo, hasta el 95% del IPREM. Otra novedad destacada es que permitirá a las personas menores de 45 años y sin responsabilidades familiares acceder a un subsidio por desempleo durante un tiempo limitado, al margen de si han cotizado o no lo suficiente previamente.

También ampliará el acceso a los subsidios agrarios a todos aquellos temporeros que faenen más allá de Andalucía o Extremadura, comunidades a las que hasta ahora se restringía dicho derecho. O permitirá a los parados compatibilizar el cobro de la prestación contributiva o el subsidio con un sueldo durante un periodo limitado de tiempo.

Mejoras para captar el voto de Podemos

Estas novedades, junto a otras, estaban incluidas ya en el real decreto que acabó tumbando el Congreso, principalmente tras el 'no' de los diputados de Podemos (ex socios de Díaz). El principal motivo que estos adujeron para ello es que la antigua reforma recortaba una sobrecotización que garantizaba el Estado para los mayores de 52 años, lo que luego evitaba que su pensión se viera tan mermada si no volvían a trabajar.

La nueva reforma, según coinciden distintas fuentes consultadas por este medio, mantiene tal como está ahora esa sobrecotización. Con lo que el Ejecutivo de coalición espera dejar sin argumentos a Podemos para convalidarle el real decreto. Si bien no todos los partidos de la mayoría de la investidura han sido contactados sobre esta cuestión, según ha podido confirmar este medio, y todavía no está definido el formato ni los tiempos de convalidación.

Otra mejora respecto a la primera versión por la que han batallado los sindicatos es incrementar las cuantías para aquellas personas en paro que vegan de un contrato a tiempo parcial. Hasta ahora estas cobraban la parte proporcional a las horas que trabajaban antes de quedarse sin empleo y tras la reforma tendrán derecho, si cumplen con el resto de condiciones pertinentes, a cobrar el subsidio por desempleo completo. Igual que si vinieran y hubieran cotizado con un contrato a tiempo completo.

Una tercera actualización es la posibilidad de compatibilizar, durante un tiempo, el cobro de un salario con la prestación contributiva. El espíritu de la reforma, prometida a Bruselas, es dar incentivos a los desempleados para que se reincorporen al mercado laboral. Y uno de estos es permitir cobrar las ayudas públicas con un sueldo, al menos durante un tiempo, para así diluir las reticencias que pudiere tener alguien a la hora de aceptar un nuevo empleo. Si no se retira inmediatamente la ayuda, si el contrato no funciona y la persona es despedida o no renovada, no se queda sin subsidio y se evita tener que volver a hacer todo el papeleo.

Si bien inicialmente esa compatibilidad quedaba reducida a los subsidios -las pagas no vinculadas directamente con la cotización previa-, ahora se extenderá también a la prestación contributiva -la primera que cobra una persona que se queda en paro y tiene cotizaciones previas-. La reforma añade la posibilidad de compatibilizar dicha prestación contributiva, siempre que esta esté reconocida a partir del 1 de abril de 2025 y una vez transcurridos los primeros doce meses de su percepción. Es decir, podrán cobrarla al año de estar en paro, cuando, además, se reduce la cuantía de la prestación.

Fondos europeos

Las mesas de diálogo social llevaban meses sin alumbrar un acuerdo, aunque sea parcial, en materia laboral. Desde el incremento del salario mínimo interprofesional (SMI) a los actuales 1.123 euros brutos al mes (en 14 pagas), pactado con CCOO UGT en enero, que Díaz no ha podido lucir nuevos consensos. Con el acuerdo para reformar los subsidios de desempleo rompe así con esta dinámica.

Noticias relacionadas

No es casual que llegué ahora este acuerdo y es que el Gobierno acordó con la Comisión Europea una prórroga de dos meses, hasta este cercano 20 de mayo, para evaluar los hitos asociados al cuarto desembolso de los fondos europeos. Y uno de estos es la reforma de los subsidios de desempleo.

Si bien los empresarios se borran de la foto, lo que da cuenta del momento de tensión que vive la relación entre patronal y Gobierno. Y es que la CEOE ve con malestar -especialmente hondo en determinados sectores- no tanto la reforma de los subsidios, si no la futura reducción de la jornada laboral máxima o la modificación de las indemnizaciones por despido.