CONSEJO EUROPEO

La UE busca un nuevo pacto de competitividad para frenar su declive y hacer frente a China y EEUU

Los Veintisiete coinciden en la necesidad de hacer "ajustes urgentes"

Bruselas critica a China por alterar la venta de coches.

Bruselas critica a China por alterar la venta de coches.

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Los líderes de la UE son conscientes de que el mercado único se ha convertido en los últimos treinta años en un poderoso motor de crecimiento y convergencia, pero también que las tensiones geopolíticas, los subsidios de China a sus empresas y medidas como la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) de Estados Unidos para financiar la industria de las tecnologías limpias, han debilitado al continente y que es necesario hacer "ajustes urgentes" para mantener una Europa competitiva. "Hace tiempo que se necesita un nuevo pacto de competitividad y una nueva perspectiva. Debemos cerrar colectivamente la brecha de crecimiento e innovación frente a nuestros homólogos globales y salvaguardar nuestra base económica, industrial y tecnológica", reivindica el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.

Para orientar este debate durante el Consejo Europeo extraordinario que se celebra este miércoles y jueves en Bruselas el liberal belga encargó el año pasado al exjefe del Gobierno italiano, Enrico Letta, un informe sobre cómo mejorar el funcionamiento del mercado único europeo. "Es hora de diseñar una nueva brújula que oriente el mercado único en este complejo escenario internacional. (…) Dadas las crisis y conflictos en curso, la acción se ha vuelto urgente, particularmente a medida que la ventana de oportunidad para intervenir y relanzar la economía europea corre el riesgo de desaparecer en un futuro próximo", recomienda el italiano que comparece este miércoles con Michel en vísperas del debate que mantendrán los Veintisiete.

El documento, de 146 páginas y titulado ‘Mucho más que un mercado’, reconoce el papel que ha jugado este mercado único en la integración económica europea, como "poderoso factor de atracción", particularmente en un momento en el que el peso económico de la UE y Estados Unidos era similar, pero defiende que es hora de actualizarlo. "El panorama demográfico y económico mundial ha cambiado. En las últimas tres décadas, la participación de la UE en la economía global ha disminuido" y su "representación entre las economías más grandes del mundo está disminuyendo drásticamente a favor de unas economías asiáticas al alza", avisa Letta que advierte que la UE no solo se ha quedado atrás respecto a Asia sino también respecto a su aliado estadounidense. "En 1993, las dos áreas económicas tenían un tamaño comparable. Sin embargo, si bien el PIB per cápita en Estados Unidos aumentó casi un 60% entre 1993 y 2022, en Europa fue inferior al 30%".

Mayor integración

Para revertir la situación, Letta plantea incorporar al mercado único tres sectores que los gobiernos optaron por dejar fuera del proceso de integración por su carácter “demasiado estratégico” como son las finanzas, las comunicaciones electrónicas y la energía y que, según su diagnóstico, está detrás del declive de la competitividad europea. "Los mercados nacionales, inicialmente diseñados para proteger las industrias nacionales, ahora representan un freno importante al crecimiento y la innovación en sectores donde la competencia global y las estrategias exigen una rápida transición a escala europea".

Letta también ve crucial que las empresas europeas crezcan en tamaño. No solo por imperativo económico, sino también estratégico. "No todas las empresas y mercados de la UE necesitan un mayor tamaño” pero “el principio de competencia leal no debería dar lugar a que los mercados europeos queden dominados por grandes empresas extranjeras que se benefician de normas favorables en sus mercados internos", ha dicho.

A juicio de Letta, el nuevo mercado único requerirá ante todo nuevas inversiones. "La prioridad inicial debe ser movilizar capital privado", sostiene el italiano que plantea crear una Unión de Ahorro e Inversión, a partir de la unión de mercados de capitales, para mantener el ahorro privado europeo en el continente y evitar el desvío anual de 300.000 millones de euros de ahorros y capital europeo a Estados Unidos para financiar a sus empresas y que sirva después para comprar empresas en Europa.

Letta también plantea darle una vuelta a la política de ayudas de Estado que, tras años de relajación por la pandemia y la guerra en Ucrania, han generado distorsiones que podrían poner en riesgo la igualdad de condiciones. Su receta: poner en marcha un mecanismo de contribución de ayuda estatal que obligue a los Estados miembros a asignar una parte de su financiación nacional para financiar iniciativas e inversiones paneuropeas. Además, sugiere la creación de una Facilidad de Solidaridad para la Ampliación con recursos financieros para apoyar el proceso.

Enfoque de los Veintisiete

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En su borrador de conclusiones, sujeto todavía a cambios, los líderes europeos coinciden en que Europa necesita "un nuevo pacto de competitividad" y en que las inversiones en sectores estratégicos e infraestructuras requieren de "una combinación" de financiación pública y privada. También reconocen que las empresas europeas necesitan acceder a financiación más diversa a costes más bajos, que permita canalizar los ahorros domésticos y movilizar "cantidades sustanciales de inversiones privadas" para cumplir con los desafíos de la transición verde y digital y el papel que puede jugar el Banco Europeo de Inversiones.

Para lograr este pacto, los líderes europeos harán un llamamiento a eliminar barreras en el mercado único, mejorar las conexiones de transporte, elaborar una nueva estrategia horizontal para junio de 2025 que ponga el foco en las pymes y avanzar "sin retrasos" en el funcionamiento del mercado de capitales. El borrador también mantiene la idea de "harmonizar aspectos relevantes de los marcos de insolvencia" nacionales y del impuesto de sociedades. También mejorar la supervisión del mercado de capitales, permitiendo una supervisión del capital transfronterizo más sistémico, y un mercado regulatorio que garantice menos burocracia y elimine procedimientos y obligaciones de información innecesarias.