PERFIL

Julia Sánchez Abeal, la directiva que financia un templo de la música clásica en Madrid

Bajo su gestión hasta el 70% de los ingresos de la escuela provienen del sector privado, los estudiantes pueden acceder de forma gratuita a los programas y cada vez más empresas se interesan por lo que la música clásica puede aportar para mejorar el bienestar de sus plantillas

Julia Sánchez Abeal, CEO de la Escuela Superior de Música Reina Sofía.

Julia Sánchez Abeal, CEO de la Escuela Superior de Música Reina Sofía. / José Luis Roca

4
Se lee en minutos

Cuando Julia Sánchez Abeal, consejera delegada de la Escuela Superior de Música Reina Sofía, se empezaba a formar como economista, nunca pesó que acabaría trabajando en uno de los centros dedicados a la música clásica más prestigiosos de España. Bajo su gestión hasta el 70% de los ingresos de la escuela provienen del sector privado, los estudiantes pueden acceder de forma gratuita a los programas y cada vez más empresas se interesan por lo que la música clásica puede aportar para mejorar el bienestar de sus plantillas.

De origen gallego, Sánchez Abeal estudió Dirección y Administración de Empresas en ICADE. "En aquella época yo pensaba que me gustaría hacer algo que tuviese impacto en la gente. Siempre me ha movido mucho la parte social de la economía", señala en una entrevista en un despacho repleto de informes sobre la necesidad de impulsar la cultura como una industria y con vistas al Palacio Real, en Madrid. Al acabar la carrera, su corazón estaba dividido. "Me movía la parte social, pero sentía que necesitaba seguir formándome si un día quería aportar a la transformación social".

Sánchez Abeal dio sus primeros pasos en KPMG, una de las consultoras más potentes del panorama empresarial. Fueron años de emplearse a fondo en temas de fusiones y adquisiciones. "Me sumergí de lleno en el mundo financiero", asegura. Acabó trabajando en Londres, donde empezó a compatibilizar la consultoría con trabajos esporádicos para la Fundación KPMG. "Empecé a asesorar a oenegés en su estrategia. Eso unía mis dos facetas". Tras cuatro años en KPMG, realizó un MBA en la Universidad de Columbia que contaba con un programa especializado en emprendimiento social.

De esta forma, Sánchez Abeal pasó del mundo empresarial al de la economía social. Sus primeros pasos fueron en la oenegé Empieza por Educar, con la creación de numerosas iniciativas para combatir las desigualdades educativas, donde fue directora de operaciones. A raíz de su desempeño en esta institución, surgió la oportunidad de participar en un proceso de selección para formar parte de la Escuela Superior de Música Reina Sofía.

Una de las clases en la Escuela Superior de Música Reina Sofía. /

José Luis Roca

Atraer a los grandes

En 2014 asumió las riendas de la institución, fundada por la pianista y filántropa Paloma O’Shea en 1991 y amadrinada por la reina emérita. "Ella fue capaz de atraer a grandes músicos, los primeros cuatro profesores que en aquel momento eran toda una referencia internacional", asegura. Y la incorporación de Sánchez Abeal hace 10 años estaba relacionada con el deseo de reforzar la gestión del centro. "Cada vez el sector empresarial está más concienciado de la necesidad de aportar a la educación y a la cultura, incluidas las del Ibex 35", subraya. 

Recalca que el centro que dirige está centrado en formar músicos profesionales. "Preparamos a los alumnos para tocar en las grandes orquestas europeas. Queremos romper el mito que dice que de la música no se puede vivir, aquí la empleabilidad es del 100% cuatro años después de terminar los estudios", explica. 

Una de las clases de flauta /

José Luis Roca

La escuela cuenta con alumnos de hasta 40 nacionalidades diferentes y el objetivo es que puedan competir con los mejores músicos del mundo. La consejera delegada detalla que dos de los estudiantes entraron el pasado año en la Orquesta Filarmónica de Berlín (Alemania). "Procuramos enseñarles también habilidades digitales y de emprendimiento. Cuantas más capacidades adquieran, mucho mejor", afirma. 

Ingresos privados

Sánchez Abeal ha enfocado su gestión en la generación de ingresos privados con el objetivo de seguir manteniendo las matrículas gratuitas para los estudiantes. "Somos muy imaginativos. Organizamos talleres para empresas, algunos de ellos aúnan la parte musical con liderazgo, conciertos... ".

Noticias relacionadas

La directora del centro también señala que cada vez más empresas se interesan por incorporar la música a sus procesos de transformación cultural. "Hemos organizado un concurso de canto entre compañías, el año pasado la ganadora fue el BBVA", ejemplifica. "A través de los cuartetos y quintetos de la música clásica, hemos diseñado talleres para trabajar el liderazgo horizontal en las empresas".

Sánchez Abeal reivindica el valor de la cultura para las compañías: "Además de enseñarles lo que hacemos, es importante que ellas nos vean como un socio y que exploremos las posibilidades de colaborar en diversos proyectos". "Es necesario evolucionar en el modelo de mecenazgo, no se trata únicamente de que las compañías aporten fondos", añade. La directiva señala que un estudio realizado junto a la consultora E&Y muestra que la cultura supone el 3% del PIB y el 4% del empleo. "El impacto económico es importante, pero el social se multiplica", concluye.

Una institución con un centenar de mecenas

La Escuela Superior de Música Reina Sofía cuenta actualmente con hasta cien mecenas que aportan el 70% de los fondos de la institución. La consejera delegada explica que hay empresas de diferentes tamaños y sectores que apoyan diferentes iniciativas de la entidad. Los grandes grupos donan a cátedras.


Por ejemplo, el Banco Santander patrocina la cátedra de piano, la de violín es de Telefónica, la de canto está apoyada por la Fundación Ramón Areces y la de música barroca es de Société Générale. Algunos grupos de cámara del centro están respaldados por Deloitte o KPMG. Los patrocinadores son invitados a los conciertos y los músicos acuden a las empresas a explicar su profesión.