Domma, la startup que aspira a romper los tabúes que rodean la menopausia

Cuando soplas las 45 velas y aparecen síntomas extraños en tu cuerpo, como los cambios de humor imprevistos y los sofocos nocturnos, tu identidad de repente se esfuma. No tendría por qué suceder así, de forma tan repentina, por un fenómeno conocido como menopausia que es parte de la madurez femenina, pero lo cierto es que ocurre a nivel social, laboral y personal. De esto se dieron cuenta Mireia Roca y Cristina Martínez antes de fundar Domma, una start-up enfocada a romper los tabús asociados a esta etapa vital de las mujeres.

La casualidad quiso que en 2020 se juntasen dos fenómenos: la aparición de los primeros problemas hormonales de Martínez y la consciencia sobre el silencio que reinaba sobre la menopausia en las conversaciones femeninas. "El punto de inflexión fue darnos cuenta de que había una etapa después de la fertilidad de la que no conocíamos absolutamente nada. Y como mujeres nos sentíamos obligadas a saber más sobre lo que pasa cuando una mujer ya no tiene la regla", explica ella misma. "Es ahí cuando nos dijimos que había que hacer algo para sentirnos libres de hablar de esta nueva situación". 

Antes de lanzar la empresa en 2022, estuvieron un año investigando. Hablaron con cientos de mujeres con distintas perspectivas: las que habían padecido cáncer y les había inducido la menopausia, las que estaban en plena etapa, las que ya eran posmenopáusicas y las que rondaban su edad y que quizá habían tenido una menopausia antes de tiempo. Ambas fundadoras crearon distintas soluciones con base científica, las testaron y las presentaron un año más tarde bajo el nombre de Domma.

Aval científico

Todos sus productos son de marca y formulación propias y están producidos en distintos puntos de España. "Están formulados en base a ingredientes con alta evidencia científica y avalados por estudios propios científicos que hacemos para avalar la eficacia de los mismos", destaca Martínez, además de cumplir con la normativa europea de su sector. La mayor parte de ellos cuentan con adaptógenos, ingredientes naturales que emulan los efectos naturales del propio cuerpo. Uno de ellos es el shatavari, la raíz de un árbol que replica la fabricación de estrógenos, algo necesario para una mujer con menopausia por el descenso de estas hormonas que se experimenta en esta etapa.

Así, a partir de estas materias primas se extraen productos como Equilibrio, un mix de superalimentos y adaptógenos pensado para controlar la sudoración y los desequilibrios emocionales, y Deseo, que ayuda a aumentar la libido y la lubricación interna. "Las plantas naturales ayudan a regular los ciclos de sueño, a eliminar las sudoraciones nocturnas y a prevenir los posibles problemas cognitivos que se desarrollan en esta etapa, como la pérdida de memoria y los olvidos", apunta la emprendedora.

La firma no deja de crecer: cerró 2023 con 500.000 euros de facturación y, en base al ritmo que registra, las impulsoras prevén llegar a los 1,5 millones en el ejercicio actual. Las cifras responden al incremento de clientas. Domma tenía 5.000 clientas a finales del año pasado y en apenas tres meses ya son 7.000.

Profesionales y usuarias

Aunque el negocio se sustenta principalmente en la venta de sus productos, las fundadoras aspiran a llegar mucho más lejos. Más de 100.000 mujeres forman parte de una comunidad creada por ellas mismas a través de sus redes sociales donde divulgan información sobre la menopausia. "Damos diferentes herramientas para que la mujer tenga conocimiento", subraya Martínez.

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El contenido bebe de distintas fuentes, como nutricionistas, psicólogos, ginecólogos y sexólogos, entre otros profesionales, y también mujeres que relatan su experiencia. Por ahora, no se plantean eventos presenciales, puesto que su perfil de usuaria es 100% digital y así puede acceder a las plataformas cuando quiera.

El futuro lo tienen claro. Domma quiere llegar a más personas a través de sus productos y doblar la cifra de mujeres en su comunidad. Si lo consiguen, alcanzarán su principal meta: deshacer el silencio en torno a la madurez femenina.