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Nace un nuevo sector industrial: el cerebro

El neurocientífico José Carmena explica el gran avance de Elon Musk, la integración de tecnologías en un dispositivo

Imagen de archivo de Neuralink, de Elon Musk

Imagen de archivo de Neuralink, de Elon Musk / 'activos'

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El neurocientífico español José Carmena lleva dos décadas trabajando en la Universidad de California en Berkeley, donde se forma a la élite mundial de la arquitectura de chips, el caladero en el que ha pescado Elon Musk para crear Neuralink. El mundo académico lleva mucho tiempo trabajando en el campo de las interfaces cerebro-máquina, del que se han mantenido al margen las empresas hasta prácticamente la llegada de la pandemia, salvo excepciones como Medtronic o Boston Scientific.

Hasta ahora, a los humanos se les implantaba lo único que permitían las autoridades, electrodos con los que se podían controlar un centenar de neuronas, cada vez menos dependientes del cable, y esas señales se llevaban a "un equipo electrónico brutal, con ordenadores, en un laboratorio donde desarrollas modelos de inteligencia artificial para traducir esas señales".

La gran novedad de Neuralink es que se trata del "primer sistema integrado a ese nivel". "El paciente tiene implantado un sistema completo capaz de pensar, procesar información y tomar decisiones, todo en uno metido dentro del cráneo y aprobado para uso humano, ese es el avance", explica Carmena.

En ese sentido, se puede decir que Musk ha creado un sector económico nuevo. Aunque todavía "es más la tecnología en sí que lo que puedes hacer con ella que no se haya demostrado ya". El neurocientífico español duda "mucho de que sea superior a lo que se ha demostrado en laboratorios donde no tienes ninguno de estos problemas de espacio o miniaturización y donde se han conseguido cosas increíbles en los últimos 10 años".

El campo de prótesis visual, que persigue estimular distintos nodos del sistema de visión humana, ya sea en la retina, en el nervio óptico o en la corteza visual, existe desde hace más de 20 años. "Cuando yo era estudiante de doctorado, fui a un congreso en Dinamarca en el año 2000, donde una compañía americana que se llamaba Second Sight [quebrada en 2022] nos mostró ejemplos de pacientes implantados", detalla el científico.

Métodos menos invasivos

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El implante de Neuralink siempre va a requerir cirugía cerebral y "ese es un tema muy serio". Aunque los avances en el uso de inteligencia artificial (IA) para analizar las señales cerebrales permitirán reducir la necesidad de métodos invasivos, "la riqueza y la fidelidad de las señales del cerebro aumentan cuanto más te adentras en él".

¿Impulsará al proyecto Spain Neurotech que lidera Carmena junto a Rafael Yuste y Álvaro Pascual-Leone? "Musk va por ahí un poco exagerando sobre lo que ya puede hacer con este implante y parece que todo lo demás sea simplemente una cosilla mundana. En ese sentido, no ayuda. Pero sí lo hace desde el otro punto de vista: cara al Gobierno o a un inversor, se genera la sensación de que es importante estar ahí", argumenta.