LIBERTAD SINDICAL

La Justicia condena a Burger King por despedir a un sindicalista acusándole de gastar 110€ en diésel

La empresa sostenía que las motos de reparto usan gasolina

El TSJ de Castilla-La Mancha cree que no tenía justificación y que se vulneró su libertad sindical

Restaurante de la cadena Burger King.

Restaurante de la cadena Burger King.

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El Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha ha condenado a Burger King Spain SLU a readmitir un trabajador y pagarle 12.502 euros de indemnización por vulnerar sus derechos de igualdad y libertad sindical. La empresa le acusó de fraude por usar la tarjeta corporativa para pagar combustible diésel cuando todas las motos del restaurante usan gasolina.

La compra de diésel tenía una explicación: además de las motos, los trabajadores de Burger King pueden usar sus coches para repartir comida si llueve. El fulminante despido y pérdida de confianza se produjo por otro motivo, según considera probado la sentencia: el trabajador iba de número 3 en las listas de Comisiones Obreras para las elecciones sindicales convocadas en la empresa. El TSJ, que confirma el fallo del Juzgado de lo Social número 1 de Ciudad Real, cree que los hechos probados "no permiten afirmar que el despido tuviera alguna justificación, lo que implica indicios racionales de vulneración de derechos fundamentales" y lo declara nulo. Contra la sentencia, revisada por este diario, cabe recurso.

EL PERIÓDICO DE ESPAÑA se ha puesto en contacto con la multinacional, que en el momento de publicar este artículo no había respondido a una solicitud de información. Desde la sección estatal de CCOO en Burger King explican que "el despido se produjo durante un proceso de elecciones sindicales y esta fue la forma que encontró la empresa de quitarse a este candidato del medio. Nos alegra que la justicia nos dé la razón". El afectado se reincorporó al restaurante y, añaden, "está haciendo todo lo que puede para conseguir mejorar las condiciones de la plantilla".

La investigación

El despido se produjo en abril de 2022. Burger King se lo comunicó al empleado, gerente en el centro de Puertollano, por carta. "El presente despido se produce como consecuencia de la transgresión de la buena fe contractual y el abuso de la confianza que la compañía depositó en usted", comienza la misiva, antes de afirmar que un mes antes había abierto una investigación sobre unos hechos protagonizados por él que constituían "infracciones muy graves".

Los centros de Burger King cuentan con una tarjeta de Repsol (tarjeta Solred) para "abonar los gastos de combustible" que generan las motos. Esta tarjeta está asignada al gerente de cada centro. Si no está el gerente, su uso corresponde a los subgerentes. También pueden usarse si hace falta utilizar otros vehículos para reparto —coches particulares— porque todas las motos estén ocupadas, porque llueva o nieve o porque el domicilio de entrega esté demasiado lejos.

"En tales casos", considera probado la sentencia, "es el gerente el que tiene que autorizar el uso de tales vehículos y el gasto de su repostaje, siendo tal práctica conocida y permitida por la empresa sin necesidad de autorización previa, aunque se aconseje su comunicación a la misma".

La carta de despido que Burger King envió al gerente incluía un listado de cargos con la tarjeta por valor total de 110 euros. "Como consecuencia de las investigaciones realizadas se han localizado en los extractos de la tarjeta (...) los siguientes movimientos, en los que se puede observar que se abonan gastos BURGER KING de DIÉSEL, producto que no se utiliza por las motos del servicio home delivery", dice. "Es evidente que usted se ha valido de su posición de gerente y de la disposición de dicha tarjeta para hacer frente a gastos de diésel no previstos por la compañía".

Antes de enviar la carta, la empresa se había puesto en contacto con la gerente de la zona para preguntar por el uso de la tarjeta que hacía el despedido. La responsable contestó que no había nada raro, ninguna irregularidad y que todos los cargos de diésel estaban justificados porque había llovido varios días y habían tenido que usar los coches. Pocos meses después volvió a informarse. Casualmente, esta segunda comunicación se produjo apenas cuatro semanas después de convocarse las elecciones sindicales y de que el gerente formara parte de la candidatura de Comisiones Obreras.

Las elecciones se celebraron el 26 de marzo de 2022; el despido tuvo lugar el 2 de abril del mismo año. Se da la circunstancia de que CCOO solo sacó dos representantes, así que el despedido no llegó a ostentar la condición de representante de los trabajadores.

Burger King dice que tiene que autorizar los gastos

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En su recurso al TSJ, Burger King sugiere modificar uno de los hechos probados: que los gastos en diésel sí había que autorizarlos por un superior, a diferencia de lo que declararon varios testigos. El juzgador lo rechaza. Alega Burger King que el despido fue "por los hechos que constan en la carta y no por su condición de afiliado a un sindicato".

La sentencia cree que el hecho de que Burger King solicitara información sobre los gastos tan poco tiempo después de convocarse elecciones —y habiendo hecho la misma consulta meses antes, sin encontrar nada irregular— está relacionado con ellas. "Tampoco se ha justificado por la empresa por qué se sanciónó a este trabajador con la sanción más grave que se le puede imponer, como es el despido, mientras que a otros trabajadores que actuaban del mismo modo (...) no se les impuso sanción alguna", dice. A una de esas trabajadoras, además, se la ascendió al puesto de gerente que quedó libre tras el despido. Por todo ello, el TSJ desestimó el recurso de Burger King y confirmó la nulidad del despido y la condena a la empresa.

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