EMPRENDEDORES

GrowPro, emigrar con una red de apoyo

La firma ha duplicado su facturación hasta los 40 millones de euros, acaba de abrir oficina en Dubái y aspira a llevar a jóvenes a Brasil a finales de este año

El fundador y CEO de GrowPro, Goiko Llobet.

El fundador y CEO de GrowPro, Goiko Llobet. / GROWPRO

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Goiko Llobet y Pablo Gil tenían una vida asentada en Barcelona. Los dos trabajaban en una consultora como ingenieros informáticos en Barcelona y no se podían quejar de calidad de vida. Pero un día, recibieron "la llamada de la aventura": querían emprender. Y eso hicieron. Dejaron su trabajo, su piso, se despidieron de la familia y de los amigos, hicieron la maleta y aterrizaron en Australia. Llegaron un martes y ese mismo jueves ya estaban fregando platos 12 horas diarias. Encadenaron distintos trabajos para subsistir y pagar una habitación compartida en Melbourne. Así, trabajaron en el mundo de las carreras de caballos y de los galgos, como dependientes de un Zara y fregando platos como si no hubiese mañana.

El poco dinero que ahorraban querían destinarlo a montar un negocio de pádel. "Pero necesitábamos muchísimo dinero", rememora Llobet. Más tarde, pensaron que vender latas de paella gourmet les salvaría la vida, pero las aduanas disiparon rápidamente la idea. Con el tiempo, se dieron cuenta de la cantidad de latinoamericanos que llegaban a Australia buscando como experiencia estudiar y trabajar sin ayuda. Ahí se les encendió la bombilla. El fundador y actual CEO de GrowPro (Gil salió de la firma hace años y tiene su propia start-up) apunta que "todo empezó con una paella" -sin enlatar-. "Comenzamos a hacer eventos para invitar a todos los estudiantes que venían a Australia y crear comunidad", añade. 

Saltar al vacío con ayuda

Los encuentros se profesionalizaron y cristalizaron en la empresa GrowPro en 2012. Hoy, 14 años después, la compañía cuenta con una plantilla de 420 empleados y ayuda a 10.000 personas al año a emigrar y disfrutar de una gran experiencia en siete países (Australia, Nueva Zelanda, Irlanda, Malta, Canadá, Estados Unidos y España como destino para latinoamericanos).

En 2023, la firma duplicó su facturación hasta los 40 millones de euros. Todos los beneficios son reinvertidos en su totalidad en la empresa para mejorar procesos, apuntalar su crecimiento y abrir oficinas en nuevos países. En noviembre de 2023, levantó una ronda de financiación de 1,5 millones liderada por el fondo Kfund.

Una vez se escoge el destino, la persona interesada recibe instrucciones necesarias para llegar, como la documentación a rellenar. En menos de dos días, le ayudan con la burocracia, el seguro médico, la cuenta del banco, la búsqueda de trabajo y piso y otras cuestiones. Cada semana se organizan eventos para que la comunidad se retroalimente. "GrowPro ayuda con la parte burocrática, pero al final eres tú el que pasa las pruebas en los restaurantes, el que encuentra piso y el que se relaciona con la gente", explica Llobet. El objetivo de la compañía es que «las personas vivan la experiencia» y "creen callo" al independizarse en un país extranjero.

Fieles a sus raíces, el 80% de sus clientes son latinoamericanos. El grueso de las personas que emigran con GrowPro acaban de terminar la carrera y tienen uno o dos años de experiencia laboral. Otros cumplen los 18 años y se lanzan al vacío durante un año para amueblar la cabeza antes de dirigir su vida hacia uno u otro camino. "Vienen un año, trabajan en cualquier cosa y cogen los estudios a la vuelta con muchas más ganas", argumenta su CEO. Los últimos tienen entre 28 y 32 años, así como experiencia laboral, pero un día se cansan y emigran para cumplir su sueño.

Destinos en el foco

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Llobet lo tiene claro: quiere crecer poco a poco, sin prisa y sin riesgos. Por esta razón, este año quiere consolidar su posición en España, asentarse en Dubái y llevar su red de apoyo hasta Brasil. Dubái es el destino más alejado de los hasta ahora ofertados, pero no por ello es el menos accesible. "Es un destino con fronteras abiertas, aprueban el 100% de visados, tienen escuelas de inglés, no tienen impuestos, te pagan el alojamiento si trabajas cara al público y buscan mano de obra", asegura el responsable de la firma.

¿Y más adelante? A Llobet le gustaría tener presencia en Italia o Francia en la región europea y a medio plazo llegar a Asia, a lugares como Japón y Corea del Sur, para sacar rendimiento al mayor contraste cultural.