La subida de la aceituna y los costes energéticos multiplican las pérdidas de La Española

A pesar de la mejora de sus ventas, el fabricante de aceitunas rellenas La Española no consiguió dejar atrás los números rojos en 2022. Al contrario, la subida de las materias primas y, sobre todo, los mayores costes energéticos ahondaron en las pérdidas que la compañía arrastra ya por séptimo año consecutivo.

Así lo reflejan los balances oficiales que la firma alcoyana ha depositado en el Registro Mercantil, y que muestran con toda crudeza las consecuencias que la guerra de Ucrania y la subida de la luz y el gas tuvieron en las cuentas de numerosas industrias.

Según este documento, La Española consiguió elevar su cifra de negocio hasta un 7,2% durante el citado ejercicio –tras el descenso del 17% que anotó en 2021-, lo que le permitió recuperar la barrera de los 60 millones de euros. En concreto, consiguió 63,3 millones.

Sin embargo, pese a ingresar más dinero, la compañía vio multiplicarse sus pérdidas, que pasaron de 923.753 euros a más de 3,2 millones. Una evolución que el propio informe de gestión de la firma atribuye "al continuo incremento de precios, no solo de materias primas, sino también de suministros (gas y electricidad fundamentalmente)".

Un aumento que, además, no pudo repercutir en su totalidad a los clientes mediante la implantación de nuevas tarifas. De hecho, en el propio informe de gestión, los administradores de la compañía alcoyana lamentan "la resistencia" a nuevas subidas de precios con las que se toparon, lo que les obligó a recortar sus márgenes y ahondó sus números rojos.

Eso sí, a pesar de las pérdidas reiteradas de los últimos años, la firma sigue manteniendo una posición financiera saneada, gracias a su elevado nivel de fondos propios, que superan los 29 millones de euros, según el documento.

En este sentido, desde La Española aseguran que las medidas adoptadas para enderezar esta situación permitirán que las cuentas de 2023 que ahora están elaborando se cierren ya con beneficios, aunque de momento rechazan facilitar ninguna cifra.

Una remontada que se habría conseguido gracias a una mejora en la gestión de las compras y una optimización de los procesos y, sobre todo, mediante un incremento progresivo de sus tarifas para ajustarlas a la nueva realidad de costes, según afirman fuentes oficiales de la compañía.

Desde la firma también aseguran que en este último año se ha producido "un crecimiento significativo en su volumen de facturación, consolidando su posición como líder y generando ingresos adicionales que contribuyen positivamente a los resultados".

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A la espera de que se confirme el vuelco que anuncia la firma, de momento los balances de 2022 son los séptimos que la mercantil cierra con pérdidas, desde que en 2016 entró en números rojos por primera vez. La evolución de 2021 -cuando logró reducir considerablemente sus resultados negativos- apuntaba a que la firma lograría superar esta situación al siguiente ejercicio, pero el aumento de los costes energéticos por la guerra de Ucrania truncó esta evolución.

La compañía es uno de los principales fabricantes de aceitunas rellenas de España y uno de los principales proveedores de Mercadona en este segmento. Según sus cuentas, hasta el 98% de sus ventas se concentran en el mercado nacional, frente a solo un 2% de exportación. En 2022 contó con una plantilla media de 143 trabajadores.