Índice económico

El IPC no volverá al 2% antes de 2025 en la Eurozona y el BCE recortará tipos en 75 puntos este año, según S&P

Mantiene sus previsiones económicas para España, con un alza del PIB del 1,8% este año, un 2% en 2025 y un 2,1% en 2026

La presidenta del BCE, Christine Lagarde.

La presidenta del BCE, Christine Lagarde.

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EP

La inflación de la zona euro no volverá al 2% antes de 2025, al tiempo que el BCE empezará ya este año a recortar los tipos de interés en 75 puntos básicos, según las estimaciones de la agencia S&P Global Ratings.

A su vez, ha mantenido estables sus perspectivas económicas para España, publicadas recientemente, que contemplan que el PIB español crecerá este año un 1,8% para acelerarse ligeramente hasta el 2% en 2025 y el 2,1% en 2026.

"España se ha comportado mejor de lo esperado [en comparativa europea de PIB]", ha indicado Leandro de Torres Zabala, director gerente y responsable del área analítica y de 'ratings' corporativos de S&P para Europa, Oriente Medio y África. Esta circunstancia se debe al protagonismo de sector servicios, muy intensivo en mano de obra, y al buen comportamiento de los salarios. Esto ha hecho que en España los indicadores de confianza sean "relativamente sólidos", excepto en la industria.

En cuanto a la evolución de los precios, S&P prevé que el IPC medio anual en España cerrará este año en un 3,1% para moderarse hasta el 1,9% en 2025 y caer al 1,8% en 2026. Sobre el mercado de trabajo, la firma estima que la tasa de paro se situará en el 12,1% este 2024, y se reducirá ligeramente al 12% en 2025 y al 11,8% en 2026.

S&P ha indicado que el mercado laboral se ha mostrado "muy vigoroso" y que la reforma laboral ha sido útil para reducir la temporalidad. Igualmente, la agencia no augura una futura subida del paro, pero España seguirá siendo la economía europea con el peor dato.

Déficit público del 3,2% este año

Por otro lado, las previsiones de S&P de déficit público estiman un desfase en las cuentas públicas del 3,2% para este año, del 3,3% para el siguiente, y del 3% en 2026. Asimismo, los niveles de deuda pública para el ejercicio en curso alcanzará el 106,1% del PIB y disminuirá hasta 2026, aunque aún estará por encima de la barrera psicológica del 100%.

La inflación ya ha afectado a la recaudación tributaria, principalmente, a los impuestos indirectos, y la tendencia ha sido también "relativamente buena" del lado de los directos, como el IRPF. El mantenimiento o no de las ayudas para paliar la crisis inflacionista pesará sobre los niveles de déficit.

En el caso de las comunidades autónomas de régimen común, es reseñable el crecimiento de sus ingresos por la mejoría de la liquidación del sistema de financiación previo y por las entregas a cuenta, lo que supondrá una oportunidad para consolidar sus resultados presupuestarios. Queda pendiente el alcance y el impacto que una condonación de deuda a las regiones pueda tener sobre las cuentas nacionales.

Mejora del rating con una reducción "contundente de la deuda"

S&P ha concluido que una reducción "contundente" de la deuda podría derivar en una mejora del 'rating' de España desde sus niveles actuales de A/Estable/A-1. De forma opuesta, un incremento de la misma podría traducirse en rebajas.

Además, existen retrasos en la ejecución de los fondos europeos dado que la falta de personal chocaría con la elevada carga administrativa para tramitarlos y con la naturaleza de los proyectos a acometer.

Contexto europeo

La eurozona mantendrá un crecimiento reducido y avanzará un 0,8%, con alzas del PIB del 0,5% en Alemania, del 0,9% en Francia, y del 0,6% en Italia, según S&P.

No obstante, a pesar de las "débiles" perspectivas, estas podrían mejorar a partir de la segunda parte de 2023, en función del mercado laboral, las expectativas de inflación y de las condiciones financieras. En este contexto, la agencia de calificación ve como escenario central una situación de "aterrizaje suave".

S&P aprecia signos incipientes de que los servicios podrían estar perdiendo dinamismo a nivel europeo, a la vez que la industria estaría "tocando fondo", particularmente en Alemania, después de haber regularizado sus inventarios y ajustar su producción a los nuevos costes energéticos.

A medio plazo, la situación debería mejorar, ya que la política monetaria debería ser neutra y la fiscal algo menos restrictiva. S&P cree que los fondos europeos deberían acelerarse y se aumentará el poder adquisitivo de las familias por la desinflación.

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Sobre el coste de la vida, no se espera que la inflación vuelva hasta el objetivo del 2% marcado por el Banco Central Europeo (BCE) antes de 2025. S&P ha avanzado que el primer recorte de tipos de interés se daría a partir de la mitad de este año en hasta tres bajadas que podrían sumar un recorte final de 75 puntos básicos.

Los principales riesgos a la baja serán que las tensiones geopolíticas escalen, el endurecimiento de las condiciones de financiación, que haya una recesión en Europa, que el sector inmobiliario se resienta o que la economía china se desacelere. Posibles disrupciones relacionadas con el cambio climático y cuestiones de ciberseguridad desempeñarán un papel a tener en cuenta.