TRANSPORTES

La liberalización del tren hunde el precio de los billetes y da alas al boom de la alta velocidad

La guerra de precios tras la entrada en el negocio de Iryo y Ouigo y el lanzamiento la marca ‘low cost’ de Renfe se aviva y el tren ya domina los grandes corredores frente al avión

El precio medio del Madrid-Barcelona se ha desplomado un 65% tras la irrupción de rivales privados. Las tarifas de todas rutas liberalizadas de alta velocidad han registrado grandes descensos este año pese a la presión de la inflación

Archivo - Tren de Ouigo

Archivo - Tren de Ouigo

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La irrupción de rivales privados frente al antiguo monopolio de Renfe ha provocado un terremoto comercial y está disparando el gran negocio de los trenes de alta velocidad en España. La progresiva liberalización de los grandes corredores de Madrid-Barcelona, Madrid-Levante y Madrid-Sur en los últimos años ha sacudido el mercado, ha permitido un desplome de los precios de los billetes y está disparando el número de pasajeros en unas rutas antes dominadas por el avión.

La entrada en el mercado español de Iryo -controlada por la pública Trenitalia (45%), Air Nostrum (31%) y Globalvía (24%)-, de Ouigo -propiedad del grupo estatal francés SNCF- y más reciente de la marca de bajo coste de Renfe, la enseña Avlo, están provocando un hundimiento del precio medio que pagan los pasajeros por sus billetes y que contrastan con los que había antes de la liberalización.

El precio medio de la ruta de alta velocidad Madrid-Barcelona, el primer corredor en liberalizarse, se ha situado este año en 35 euros, un 65% por debajo del que se registraba en 2019 (antes del parón provocado por la pandemia de covid y antes de la entrada de rivales privados en 2021) y un 22% inferior al del año precedente, según el último estudio de tarifas de Trainline, la plataforma digital de venta de billetes de tren que compara precios y comercializa la oferta de todas las compañías.

Los precios de los billetes de todas las rutas liberalizadas han registrado grandes descensos este año pese a la presión de la inflación. La tarifa media de la ruta Madrid-Valencia se abarató un 44% durante este año, hasta los 23 euros; la de Madrid-Alicante cayó un 47%, hasta los 29 euros; la de Madrid-Málaga descendió un 37%, hasta 44 euros; y los precios de las conexiones de Madrid con Sevilla y con Córdoba bajaron un 35% hasta los 42 y 37 euros de media, respectivamente.

Con la nueva oferta creciente de trenes y con el descenso de los precios, el tren de alta velocidad progresivamente ha ido comiendo terreno al avión en los grandes ejes españoles y la liberalización ferroviaria ha acelerado la captura del mercado. En el Madrid-Barcelona el tren ya controla casi el 80% de los pasajeros, en el Madrid-Valencia escala hasta el 90% y en las rutas entre la capital y Alicante, Málaga y Sevilla ya supera el 75%.

Segunda liberalización

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Adif, el operador de la infraestructura de red de vías en el país, prepara una segunda liberalización del sector, dando entrada a rivales privados a nuevos corredores que se sumen al Madrid-Barcelona, Madrid-Levante y Madrid-Sur. El grupo estatal ahora estudia abrir a la competencia también el corredor a Galicia, la conexión con Murcia y también el Corredor Mediterráneo. Las compañías ya operativas en el mercado español han mostrado su interés por entrar al menos en algunas de las nuevas rutas cuando se liberalicen, y también empiezan a aparecer nuevos actores dispuestos a estrenarse.

La competencia en la alta velocidad en el mercado español ya ess elevada, con tres grandes operadores y cuatro marcas operativas. Y ahora nuevos grupos empiezan a maniobra para participar en la próxima ola de liberalización, como ha confirmado recientemente la alianza Alsa y Eco Raíl. Una eventual entrada de nuevos competidores que se ve desde algunos de las compañías ya presentes como un riesgo para la sostenibilidad del sector y que ven que la actual guerra de precios es normal como estrategia de arranque de los operadores privados en los últimos años, pero que a medio plazo deberá ir frenando la agresividad comercial para garantizar la rentabilidad de las compañías.