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PowerCo, Mercadona... Lluvia de millones para la reconversión industrial de Sagunt

La ciudad valenciana se ha convertido en un hervidero de proyectos e inversiones tras la llegada de Mercadona y Volkswagen

Volkswagen compra por 63 millones los terrenos para la gigafactoría de baterías de Sagunt

Acto de inicio de las obras de la gigafactoría de baterías, con Felipe VI, Pedro Sánchez y Ximo Puig.

Acto de inicio de las obras de la gigafactoría de baterías, con Felipe VI, Pedro Sánchez y Ximo Puig. / Jorge Gil - Europa Press

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Sagunt está inmersa en una auténtica revolución industrial con inversiones multimillonarias tras décadas de travesía por el desierto. El empujón definitivo lo ha dado la apuesta de la multinacional Volkswagen (VW) con la instalación de su segunda gigafactoría europea de baterías y una inversión de más de 3.000 millones de euros en una primera fase que puede llegar hasta los 4.500 millones en una segunda. Iberdrola está destinando otros 500 millones a la instalación de una megaplanta fotovoltaica que cubrirá el 30% de las necesidades energéticas de la gigafactoría de baterías. A esta lluvia de millones hay que sumar las del parque de proveedores de PowerCo, filial de baterías de Volkswagen. El área industrial Parc Sagunt, que es donde se va a levantar la gigafactoría, concentra una inversión pública de más de 550 millones y privada de 4.000 millones.

Sagunt fue durante buena parte del siglo XX un gran polo empresarial gracias a la industria del acero. La reconversión industrial de los años 80 conllevó su declive con el cierre de los altos hornos. En ese momento, fue declarada zona preferente de localización industrial y atrajo a empresas químicas, metalúrgicas y agroalimentarias, aunque no recuperó el brío anterior.

Punto de inflexión

El proceso se intentó relanzar en la primera década del siglo XXI con la ampliación del puerto comercial y, sobre todo, con lo que iba a ser uno de los mayores parques industriales de Europa: Parc Sagunt. La Administración impulsó un área industrial en Parc Sagunt con "15 millones de metros cuadrados" que iba a estar dividida en cuatro distritos: acero, pymes, química e industria. Este proyecto se puso en manos de la sociedad Parc Empresarial de Sagunt SL (constituida por la Generalitat Valenciana y el Estado). Sin embargo, todo se vino abajo con el estallido de la crisis financiera de 2008 y la zona pasó a ser un polígono infrautilizado e inacabado.

En 2016 se produjo un punto de inflexión cuando Mercadona apostó por abrir en Parc Sagunt I un megacentro logístico que conlleva una inversión global de 320 millones. El movimiento de la cadena de alimentación atrajo a su red de proveedores. Tras la entrada de Mercadona, Espacios Económicos Empresariales (ente al 50% del Estado y la Generalitat Valenciana que gestiona el área) vendió casi todo el suelo. Con el dinero obtenido compró cinco millones de metros cuadrados para desarrollar Parc Sagunt II. Esa disponibilidad de suelo junto al puerto comercial de Sagunt, con conexión ferroviaria y por autovía con el centro y el norte de España fue clave para la decisión de VW.

Terrenos que ocupará la planta de VW en Sagunt. /

Biel Aliño - EFE

La Administración invirtió 130 millones en el desarrollo de Parc Sagunt I. Mercadona y el resto de las empresas que compraron parcelas están invirtiendo otros 500 millones y han generado mil empleos directos. Espacios Económicos Empresariales ha adjudicado un total de 1.788.999 metros cuadrados y solo quedan disponibles 38.071 (repartidos en dos parcelas pequeñas).

El espaldarazo definitivo a la reindustrialización de Sagunt lo ha dado Volkswagen al incluir a la capital de Camp de Morvedre en sus planes de producción del coche eléctrico en sus plantas del sur de Europa. El proyecto se denomina Future: fast forward y VW está invirtiendo en España 10.000 millones junto con otras 62 empresas para promover la electrificación de sus plantas de automóviles en Landaben (Navarra) y Martorell (Barcelona). Esto incluye la instalación de la fábrica de baterías en Sagunt (lo que supone una inversión de 3.000 millones) con el fin de alcanzar una producción anual de 40 GWh para equipar 800.000 vehículos al año.

Cuando funcione, la factoría creará 16.400 empleos entre directos e inducidos. Su edificación ocupará a 37.400 obreros

La unión temporal de empresas (UTE) Rover, Serranía y la UTE formada por Becsa, Pavasal y Grupo Bertolín se adjudicaron en julio las obras del proyecto de urbanización de Parc Sagunt II que implican una inversión de 226 millones. Los trabajos se van a ejecutar de forma paralela a las de la construcción en sí de la gigafactoría que Volkswagen está a punto de adjudicar. Mako Mira, presidenta de Espacios Económicos Empresariales y secretaria autonómica de Economía, precisa que "el objetivo es que el suelo esté urbanizado lo antes posible. Se trata de la urbanización en Parc Sagunt II de 3,55 millones de metros cuadrados, de los que VW ha comprado 1,27 millones. La fecha prevista de urbanización es 2024, y la del inicio de la producción de baterías, 2026".

Mira precisa sobre el impacto económico que va a tener la gigafactoría que, "al tratarse de inversión productiva, puede suponer multiplicar por 1,7 cada euro invertido". Es decir, que los 3.000 millones generarán un aumento del PIB de 5.100 millones. A nivel sectorial, arrastrará a los sectores energético, químico, electrónico, metalmecánico, energético, de transporte, de vehículos y de plástico. La Comunitat Valenciana, según estimaciones de la Fundación BBVA, tenía un estoc de capital neto de 427.924 millones en 2020. La inversión de la factoría de VW puede generar un alza del crecimiento del PIB potencial de al menos el 0,21%. 

Un proyecto de estas características, al ser una iniciativa industrial de alto valor tecnológico, crea empleo muy cualificado, lo que implica salarios más elevados. El empleo directo e inducido que se generará gracias a la gigafactoría, una vez produzca baterías, se estima entre 13.400 y 16.400 personas, de las que 3.300 serán resultado directo de la inversión. Sin embargo, durante la construcción de la factoría, habrá entre 30.500 y 37.400 trabajadores.

Ante estas cifras de vértigo, desde la Administración local y la autonómica se trabaja para que la oferta formativa ofrecida se adapte cuanto antes a los perfiles que se van a generar. En la tarea se han implicado la asociación empresarial comarcal (Asecam), CCOO y UGT, profesionales del sector e instituciones como la Universidad de Valencia, que acaba de abrir una sede en la ciudad.

Efecto inmobiliario

Mientras nuevas empresas atraídas hace años acaban de instalarse en la ciudad, como Quimi Romar SL, y otras prevén empezar a hacerlo en 2024, como Tempe , el municipio es un hervidero de proyectos empresariales. Muchos están en fase de contactos o de estudio, como reconocen tanto el alcalde, Darío Moreno, como la presidenta de la Asociación Empresarial del Camp de Morvedre, Cristina Plumed. No obstante, en el sector inmobiliario ya se ha notado el "efecto Volkswagen" pues, desde que se anunció su instalación a finales de marzo de 2022 y en solo unos meses, las operaciones recuperaron el ritmo de antes del estallido de la burbuja al crecer el 45% entre la primavera y el verano de ese año, mientras los precios subían el 8,7%, según el ministerio. Detrás de ese efecto no solo hubo grandes capitales, pues muchos pequeños inversores locales compraron pisos de segunda mano para rehabilitarlos y ofrecerlos a los empleados que levanten la gigafactoría.

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Esa alta demanda de alquileres y plazas hoteleras es un hecho desde que Mercadona la puso de nuevo en el mapa de la inversión, aunque Volkswagen la agudizó, como confirma Kiko Martínez, gerente de  Global Propiedad. Esto explica que haya proyectos en marcha, como la construcción de dos hoteles con más de 400 camas e incluso apartamentos de coliving. A eso se le suman fincas de pisos destinados a arrendarse y la cesión de suelo que ha hecho el consistorio a la Generalitat Valenciana para casi 300 viviendas de alquiler asequible.

En la ciudad también se trabaja a todo ritmo para lograr nuevas infraestructuras capaces de dar respuesta al incremento poblacional: nuevos colegios, conexiones por carretera, una Ciudad de la Justicia que la consejería prevé comenzar en 2024, la ampliación del hospital comarcal, dos centros de salud, centros para mayores y otras inversiones reclamadas para el año que viene a la Administración autonómica que suman 20 millones. Todo, para que el despegue no sea solo industrial, también en calidad de vida.