Carinsa, aromas de innovación y emprendeduría

Emprendeduría e innovación. Si algo caracteriza a Carinsa, industria dedicada a crear, producir y comercializar aromas para alimentación humana y bebidas, alimentación animal y también detergencia y cosmética, son estas dos palabras, que su fundador, Alberto Martínez, grabó a sangre y fuego en el ADN de la firma al fundarla hace ya 30 años.

Las dos hermanas que llevan el timón, Vanesa, consejera delegada; y Denia, vicepresidenta, heredaron esa característica y, tras hacerse cargo del grupo después del fallecimiento de su padre en la primera década de los años 2000, mantuvieron esa línea. Ahora, al cumplirse tres décadas de la fundación del negocio, han querido hacer hincapié en esos principios mediante unos premios al emprendimiento a través de la fundación en recuerdo del patriarca, el Instituto Alberto Martínez, entidad para la que el grupo con sede en Sant Quirze del Vallès busca local en Barcelona.

La fundación no es protagonista solo de esta iniciativa, también se ocupa de la divulgación científica para el consumidor, de fomentar la formación de futuros especialistas en nutrición y de impulsar una escuela de legislación específica para alimentación y cosmética, entre otras actividades. Con propuestas así, el objetivo es "llegar antes, más rápido y más lejos" en materia de innovación, asegura la consejera delegada, que consensúa todas las decisiones con su hermana. 

El grupo, que este año alcanzará unas ventas de 54 millones de euros frente a los 47 millones del año pasado, destina la quinta parte de sus beneficios a investigación y desarrollo (I+D). Tiene registradas 25 patentes y más de una treintena de proyectos innovadores en marcha. Cuenta con una plantilla de 180 personas -el 30% son profesionales del I+D, y el 20%, doctores industriales- y esperan aumentarla en 30 más en 2024. Educadas en la autofinanciación, la palabra deuda no forma parte de su vocabulario, prefieren crecer con recursos propios. Están presentes en 57 países -con filiales en Argelia, Marruecos, Turquía y Venezuela- y la exportación supone casi el 60% de su facturación.

Nuevas instalaciones

En la actualidad, buscan terrenos para unas nuevas instalaciones en el Vallès Occidental (Barcelona), donde ya están presentes, para construir un edificio sostenible e inteligente de unos 20.000 metros cuadrados. El objetivo cara a 2030 es alcanzar unas ventas de 100 millones e iniciar una etapa de crecimiento mediante compras y fusiones para ampliar su cartera de productos y ganar cuota de mercado. Su estrategia empresarial pivota, además de en torno a la innovación, alrededor de la diversificación especializada (cada año se especializan en un nuevo sector) y la internacionalización.

Orgullosas de gestionar una de las primeras empresas de su sector en ser neutras en carbono, las dos hermanas son dos de los 12 accionistas de la compañía, nueve de ellos familiares, con su madre, Isabel Chamorro, como la principal poseedora de títulos. 

Ahora han encontrado en los premios que promueven, y que se otorgarán el 27 de junio del año que viene, una forma de "acelerar la innovación". De hecho, suponen una nueva vía que suman a las inversiones en ocho start-ups, una de ellas dedicada a la neurociencia porque "los olores", afirman, "pueden llegar a cambiar la actitud de las personas". La idea es o bien adquirir una parte del capital o aliarse. Otro camino que emplean es la colaboración con centros tecnológicos y universidades. A su vez, forman parte de la alianza Indpuls, para impulsar la innovación, junto con otras 10 industrias catalanas.

Algunos de sus proyectos más relevantes en perfumería son Oceanic, junto con la empresa pública catalana Acció, que es una línea de productos encapsulados y tecnológicamente avanzados para el sector de la dermoestética, y Embolden, con Eureka-Eurostars, que trabaja en una nueva generación de ingredientes mutifuncionales de aplicaciones cosméticas.

Productos novedosos

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En alimentación, participan en los PERTE Accelreat para acelerar la transformación de la cadena de valor agroalimentaria o Alimtech, que trabaja en soluciones tecnológicas transversales para la trazabilidad, la seguridad, la calidad y la sostenibilidad del sector agroalimentario. Además inventan productos como una infusión de sopa, llamada NutreTé, y patentes como la gominola saciante y la cafeína encapsulada para goma de mascar funcional.

Los premios que han creado son para reconocer proyectos, iniciativas y/o personas que destacan por su contribución al desarrollo e innovación de Carinsa. Pretenden ser un punto de encuentro con clientes, proveedores, instituciones, start-ups, universidades y todo el ecosistema del grupo industrial. Se han dividido en las tres categorías a las que se dedica Carinsa: la nutrición y la salud, la sostenibilidad y la economía circular, y la disrupción tecnológica y las emociones. Los galardones de cada una de ellas tendrán una dotación de 3.000 euros y se ofrecerá a las start-ups premiadas una estancia en Carinsa de 12 meses.