Coches de alquiler

Los 'rent a car' de Ibiza aumentan la flota y repiten el máximo que alcanzaron en 2019

La crisis de suministros y microchips provocó el año pasado una reducción de la cifra de vehículos

Coches de alquiler aparcados en un solar cercano al aeropuerto.

Coches de alquiler aparcados en un solar cercano al aeropuerto.

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Después de dos años anómalos por culpa de la pandemia y de un 2022 marcado la crisis de los microchips y la falta de suministros llegados desde China que dificultaron la llegada de nuevos vehículos y la renovación de la flota, los empresarios del sector de vehículos de alquiler afrontan el año 2023, ahora sí, con una flota al completo: un total de 22.000 vehículos, la misma cantidad que ya estuvo en circulación durante la temporada de 2019.

Según las estimaciones que realiza Juan Cárdenas, presidente de la Asociación de Rent a Car de la Pimeef, el año pasado las empresas de Ibiza iniciaron la temporada con un 20 o un 30% menos de vehículos y, aunque lograron aumentar su flota durante las semanas de temporada alta, no alcanzaron las cifras máximas. "Parece que este año sí volveremos a los números de 2019", explica Cárdenas.

Con todos los vehículos a su disposición, el sector del rent a car se mantiene a la expectativa sobre el desarrollo de la iniciativa del Consell de Ibiza, que abre la puerta a poner un techo a la entrada de vehículos a la isla. Sobre esta cuestión, Cárdenas señala que los empresarios están a la espera de conocer qué propuesta concreta les llega desde el Consell y el Govern, aunque niega que sean ellos los responsables del colapso veraniego.

"En Ibiza hay 170.000 vehículos, de los cuales los coches de alquiler sólo son un 12%» asegura y recuerda que la media de uso de los turismos es de 15 años. "Estos sí que contaminan, y no los nuestros", indica. Para el portavoz de los empresarios del rent a car, la lupa se debería poner "en los coches que llegan desde la península en barco y en los automóviles de los extranjeros". Según datos de la Autoridad Portuaria de Balears, en julio y agosto de 2018 accedieron a la isla a través del puerto un total de 16.000 vehículos, mientras que en 2022 se llegó a los 45.000.

"Si queremos turistas habrá que darles un servicio, y si los turistas se quieren mover, necesitarán coches de alquiler", explica el portavoz de los rent a car, que compara su situación con la de los taxis: "Cuando hay pocos taxis los usuarios se quejan. Si se limitan los vehículos de alquiler sucederá lo mismo".

Previsiones optimistas

La previsión que manejan los empresarios para esta temporada es que, con la flota de 2019, se repitan los porcentajes de alquiler de 2022. Es decir, que todo apunta a que será un muy buen año: "Creo que irá como el año pasado", explica Cárdenas, aunque la diferencia es que mientras en 2022 "las reservas se hacían con mucha anticipación porque la gente tenía unas ganas locas de viajar, este año se hacen de manera más inmediata. Se reserva de una semana para la otra. El año pasado durante el mes de febrero ya empezaron a llegar reservas casi en avalancha. Esta temporada pinta que será muy buena, pero las reservas llegan poco a poco", detalla.

El portavoz de la Pimeef no se atreve a ofrecer datos sobre el volumen de trabajo que tendrán en Semana Santa, aunque augura que las empresas de rent a car pequeñas esperarán al mes de mayo para abrir: "Ahora solo lo harán las empresas grandes y las que trabajan todo el año, porque no se quieren arriesgar a que después de Semana Santa tengan tres semanas flojas. Por tres o cuatro días de trabajo fuerte, no les compensa abrir un mes antes", remarca.

Más demanda, más precio

Respecto a los precios, Cárdenas estima que se mantendrán estables respecto al año pasado, pero advierte de que se producirá un aumento durante los días punta de la temporada alta, algo que atribuye a la oferta y la demanda: "Cuando no hay coches, los poquísimos que quedan libres suben el precio. Cuando hay más demanda, más suben, pero eso es solo durante unas pocas semanas".

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En cambio, lo que no termina de arrancar es el alquiler de vehículos eléctricos, que apenas alcanza un 5% de los alquileres totales. Un producto que tampoco es rentable para el empresario: "Es un vehículo más caro y, si lo queremos sacar al mercado, lo debemos poner a un precio más bajo". Para Cárdenas, el principal problema es la escasez de puntos de recarga en la isla y el mantenimiento de los automóviles.

Lo que no cambia es la falta de mano de obra, un problema transversal en todos los sectores económicos de la isla: "Es muy complicado encontrar gente. Hemos estado en las ferias de Sant Antoni y Santa Eulària se n'Ocupa buscando mano de obra. Ojalá pudiésemos tener en nuestras plantillas a más gente de aquí, pero no hay personal suficiente", lamenta Cárdenas.