Pedro Viñas: "Los materiales se encarecen pero el mercado está absorbiendo el alza de los precios"

El presidente de BigMat Iberia, el gallego Pedro Viñas, preside este grupo de distribución especialista en productos y soluciones de construcción y bricolaje para profesionales y particulares nacido en 1997. Factura más de 1.270 millones de euros y está presente en siete países: Francia, República Checa, Eslovaquia, Bélgica, Italia, Portugal y España.

-BigMat ha celebrado su convención anual en Lisboa. ¿Qué balance se puede hacer?

-Tú crees muchas veces que estás en una isla, en una forma independiente, pero al final los problemas son muy parecidos en todos los países. Están aquí representantes de Francia, de Italia, de Chequia… y ves que casi todos los problemas se repiten, cada uno con sus características, y eso te empuja a mejorar.

-¿Cuáles son esos problemas?

-Ahora vivimos esta situación de la guerra, pero nuestro segmento está funcionando y está funcionando bien, aunque con la evolución de la situación tienes cierta incertidumbre. Sobre todo por lo que vaya a pasar el año que viene. Lo mismo nos preguntamos con la pandemia y de repente el año siguiente fue fantástico, fue mejor. Y ahora vino la guerra y te preguntas qué va a pasar. Porque los costes están subiendo muchísimo, y la energía…

-El sector padeció la crisis inmobiliaria. Luego llegó la pandemia y ahora la guerra de Ucrania. ¿Cómo ha conseguido remontar todas estas crisis?

-Desde luego son situaciones totalmente distintas. La crisis del 2012 fue muy fuerte y lo que nos ayudó un poco a mantenernos es precisamente este tipo de organizaciones como BigMat, que fue capaz de aunar fuerzas y apoyar al socio. Ahora, si bien la situación económica y el tipo de crisis es absolutamente distinta y no tiene nada que ver, a nosotros nos está yendo bien y nuestro segmento está funcionando. Aunque tenemos problemas como la carencia de suministros y el incremento de precios. En BigMat hemos hecho frente a la situación gracias a nuestro centro logístico de Castellón, que tiene 100.000 metros cuadrados y ha servido de regulador absoluto para nuestros socios.

- ¿A qué atribuye usted que le esté yendo bien al sector?

-A la situación propia. La pandemia obligó a la gente a meterse de repente en casa, tuvo más capacidad de ahorro y empezó a ver la necesidad de mejorar sus hogares. Y la inercia que traíamos de la pandemia con las reformas no se ha acabado aún. Tenemos la suerte de que hemos ido con el viento a favor.

-¿Cómo se equilibra en su negocio el segmento de la reforma de vivienda usada y la construcción de nueva?

-La obra nueva sí cayó mucho, pero la reforma nos permitió mantener los negocios. Ahora se sigue manteniendo y podría representar un 40%.

-Hemos hablado de la crisis de suministros, del precio de la energía... ¿Cómo están impactando en el sector? Porque vemos continuamente retrasos en las obras y plazos de entrega, por ejemplo.

-Efectivamente, los materiales se han encarecido, pero creo que el mercado se está acoplando de momento y es capaz de absorber estos incrementos. Y sí, a veces cuesta un poquito más, puede ser que tarden un poco. Esperamos que no deje de ser una situación coyuntural y en unos meses pueda reconducirse la situación. El problema es que se mantenga en el tiempo y se convierta en estructural, que es lo peligroso.

Parece que la previsión es que la inflación pueda estar controlada a mediados del próximo año y que el mercado de materias primas se reconduzca también. Al final, entiendes que también el mercado se autorregula y en cualquier caso la situación no es por ahora como la que vivimos en la anterior crisis.

-Por parte de las administraciones públicas están lanzando programas de ayudas y de beneficios fiscales por determinadas actuaciones, como por ejemplo la adecuación energética. ¿Esto se está notando también?

-Sí, sí. No cabe duda de que todas estas ayudas incentivan el mercado, que es gente que quiere cambiar las calificaciones, quiere cambiar un poco los sistemas y las ventanas o cualquier otro elemento. Al final esto sí que dinamiza un poco el sector. Entonces ayuda y colabora un poco para que este nuestro segmento de negocio se siga manteniendo. 

-Volviendo a la empresa, han pasado 22 años desde que más o menos se pusieron las bases de lo que hoy es BigMat en España. ¿Qué balance puede hacer de la evolución? Porque el panorama es muy diferente a lo que originariamente era.

-Yo creo que la filosofía se mantiene, lo que es el concepto de para qué se montó y cómo se concebía: se trataba de aunar esfuerzos para mejorar. En aquel momento, lo primordial era una central de compras y casi era el único objetivo que había y que mantenemos hoy. Pero existen otros elementos que hemos ido integrando y desarrollando como puede ser el aspecto tecnológico o la formación.

Nos preocupamos, por ejemplo, de la formación de los socios o incluso de ayudar en la sucesión de las empresas. De forma que hemos evolucionado de ser una central de compras por concepto de precio y proveedor, a ser una central de compras de servicios. Por ejemplo, tenemos un centro en Zaragoza con 22 personas desde donde damos todo tipo de cobertura y soluciones informáticas y tecnológicas. O hemos implementado sistemas para nuestros centros logísticos y todo el sistema de cargas.

-¿Y hacia dónde se dirigen?

-Ahora estamos un poco en la verticalización, en los desarrollos de nuevos negocios que abordamos tras la reciente adquisición de La Plataforma de la Construcción, con seis almacenes en Madrid, otros seis en Barcelona y sendas plataformas logísticas. Esa compra ha supuesto un hito para nuestra empresa en cuanto a forma de pensar, porque ahí ya es donde pasamos de una situación de ser solo central de compras a abrirnos los ojos a otras realidades. 

-¿Esa compra ha sido su gran salto?

-Sí, sí, la logística es el gran salto en nuestra evolución. De hecho aún estamos un poco incluyéndola dentro de la estructura propia, pero es que nuestra dinámica es tan activa que tratamos de implantar un modelo de negocio aprendiendo. Desde entonces hemos adquirido otros almacenes como los almacenes Cámara con tres centros en Benavente, Valladolid y Palencia, que hemos reestructurado absolutamente. Vamos a transformar, ser un elemento dinamizador de nuestro sector.

-Después del salto con la compra de La Plataforma, ¿qué perspectivas se le presentan a BigMat en un futuro más o menos inmediato para desarrollarse?

-Nosotros estamos abiertos absolutamente a buscar nuevas posibilidades y nuevas oportunidades de negocio bajo ese formato. Y ahora estamos haciendo toda una transformación logística y tecnológica. Estamos con un proyecto logístico muy importante tras la adquisición de La Plataforma, ya no solamente con los centros de Castellón, Madrid, Barcelona y Benavente, sino que estamos buscando también en Andalucía.

Nuestro objetivo es que en menos de 6 o 12 horas nuestro socio pueda tener la mercancía disponible, que seamos capaces de llevarlo y podamos llegar hasta el socio. Y no solo hasta el socio, sino también hasta el cliente, lo cual es una transformación y una opción que va a marcar los próximos años: cuanto más rápido seas, cuanta más capacidad logística y tecnológica tengas, mejor. Creo que es en la línea por donde van poco a poco nuestras posibilidades de éxito y por donde se acabará decantando el mercado.

-¿Y en el ámbito empresarial?

-Pues estamos ya al nivel de otras centrales también de compras. Recientemente hemos llegado a un acuerdo con la central de compras catalana IXOS Cealco, centrada en la ferretería y en la calefacción, donde ellos mantienen su independencia como empresa. Pero nosotros nos hemos encargado de toda su gestión de compras. Aunque somos potentes, este mercado está cada vez más globalizado y tenemos que ser más fuertes. Estamos hablando con otros muchos grupos, también de compras.

En este sentido volvemos a la idea de grupo aglutinador. Por independientes no vamos a conseguir nada. Hablamos de un proyecto de central de centrales de compras. Al final hay muchas empresas regionales y locales que pueden perder un poco el sentido dentro de esta globalización. Somos líderes en nuestro segmento, ocupamos una posición predominante y tratamos se servir un poco de regulador, queremos invitar a los demás a unirnos para poder ser más fuertes y tener más capacidad de ser.

-Y dentro de este concepto de globalización, ¿qué peso tiene la internacionalización del grupo? Usted es presidente de BigMat Iberia, pero el grupo está presente en otros países.

-Es un elemento básico y muy importante. Estamos en un mercado que es la Unión Europea y necesitamos mejorar nuestra posición internacional. Cada vez que venimos a estos eventos siempre venimos apostando por eso, por reforzar ese concepto global también a nivel internacional. Creo que es muy importante.

-Defíname para terminar qué diferencia a BigMat de otros grupos o competidores.

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-La diferencia está en nuestro formato de empresa, nuestros formatos de socios y nuestros formatos de atención al cliente. Al final formamos un grupo de casi de 700 compañías, pero si habláramos de la marca BigMat solo tenemos casi 300 socios con más de 300 puntos de venta. Y entendemos al mercado y al cliente de otra forma y eso es lo que nos identifica y nos hace distintos de otros competidores. Estamos en poblaciones a veces pequeñas o relativamente pequeñas, de entre 30.000 y 10.000 habitantes, donde no llegan otros. Ahora ya hemos adquirido otra dimensión, pero tenemos otra forma de interactuar con nuestro cliente.

El cliente nos ve con más proximidad. Por eso considero que este modelo de negocio sigue teniendo mucho recorrido y tenemos muchas posibilidades. Hay otros ejes mucho más globales donde son mucho más grandes, pues tienen otras formas de pensar y relacionarse con el profesional, y creo que eso es lo que nos hace diferentes. Y nosotros potenciamos esa identidad.