PERFIL

Alberto Cortés: el cuerpo escribe

En 'One Night at the Golden Bar', su última propuesta escénica, este creador vuelve a desenvolverse con la honestidad de la palabra dada, encarnada, poética

El dramaturgo, director de escena y performer Alberto Cortés

El dramaturgo, director de escena y performer Alberto Cortés / 99páginas

Inés Martín Rodrigo

Inés Martín Rodrigo

"¿Por qué comienzo empiezo?", me pregunta Alberto Cortés (Málaga, 1983) tras pedirle que rememore el momento en que su carrera arrancó hasta derivar en lo que hoy es, aunque siga estando en permanente transformación. Ese verbo, transformar, es el que asocio con su creación desde que lo vi en el Centro Conde Duque, en Madrid. Allí, subido a un escenario, se transformó, sí, pero no para dejar de ser él, sino para serlo más que nunca.

Es honesta su propuesta escénica, esa sensibilidad apoyada en lo cuqui, en lo kitsch, en lo marica, en las frases de una canción de Mecano, en la palabra que siente y asiente y disiente. Al finalizar la pieza que ese día representaba, One Night at the Golden Bar, una mesa con sus libros esperaba al público, ávido de seguir leyendo, ya en papel, lo que había tratado de transmitir casi desnudo, en forma y fondo, sólo apoyado en su interpretación y la del músico César Barco al piano.

Un par de días después, le localicé a través de Contintametienes, la editorial que ha publicado su, hasta ahora, único libro, Los montes son tuyos, que reúne textos del espectáculo de Conde Duque y de El ardor, pieza que podrá verse en mayo en el Teatro Español de Madrid.

Ese fue nuestro comienzo. El suyo, el de Alberto Cortés, inhibido en apariencia, con un tono de voz introvertido, nada desafiante, está ligado a Málaga, la ciudad en la que nació. Luego, tras pasar por la Escuela de Arte Dramático, fundó su propia compañía, Bajotierra, y desde entonces, y de eso hace ya más de quince años, no ha dejado de crear. "No he parado, no sé lo que es parar. Lo que me mantiene vivo en el escenario es seguir buscando cuál es mi voz, mi forma de estar. Ese motor de búsqueda es lo que me mantiene encendido".

Corazón y piel

El trabajo que hace, dice, está muy pegado a su corazón. También a su piel. En el escenario deja que salgan a la superficie las sombras y las luces de lo que es. Y en ese canal la palabra es fundamental, aunque su relación con el verbo que encarna no ha sido fácil. "Antes me relacionaba con ella desde un lugar más discursivo. Ahora, la palabra ocupa un papel principal y, sobre todo, su dimensión poética".

Había algo de entender la hoja escrita casi como un cadáver de lo que había pasado en el escenario

Alberto Cortés

— Director de escena, dramaturgo y performer

Cortés construye una palabra muy pegada al cuerpo. "Escribo desde el cuerpo. Mi escritura no es una escritura de sentarse en casa a escribir". De ahí que publicar supusiera un conflicto. "Había algo de entender la hoja escrita casi como un cadáver de lo que había pasado en el escenario. Ahora veo la palabra como una compañera, entendiendo que hay cosas del papel que no ocurren en la escena y viceversa".

Si hablamos de compañía, de referentes, Cortés confiesa que son diversos, a veces literarios, muy poéticos, y otras no tanto. En los "atracones de lectura" que se da aparecen Berta García Faet, Rodrigo García Marina, Juanpe Sánchez, Chantal Maillard, Anne Carson, Rimbaud, Genet, Burroughs y también lo popular. "No me relaciono sólo con la alta esfera, necesito bajar mucho al fango", sostiene y asegura que él no se definiría como poeta, "pero sí como una persona que está buscando la poesía todo el rato".

Al proponerle el término vanguardia, Cortés contesta con la certeza de lo inapresable. "Yo no tengo un motor que me lleve a ser más o menos transgresor. He pasado por la etiqueta de transgresor, de vanguardista, de queer, y siempre estoy intentando derribarlas. Esa destrucción de la etiqueta es lo que define mi lenguaje y mi búsqueda". Y así hechiza a quien percibe en su obra toda la fragilidad y toda la vulnerabilidad que nos han hurtado.

'Los montes son tuyos'

Alberto Cortés

Contintametienes

128 páginas

14 euros