CIENCIA

La piel artificial desarrollada en la Universidad de Granada salva la vida de los pacientes y se convierte en un súper medicamento

Atlas

La huella de los injertos casi pasa inadvertida. Pero la piel artificial ha hecho mucho por Álvaro. Un incendio quemó el 63 por ciento del cuerpo de Álvaro, una superficie tan grande que compromete la supervivencia. Imposible el tratamiento con su propia piel. En el hospital Virgen del Rocío de Sevilla cubrieron las quemaduras con piel artificial, un desarrollo de la Universidad de Granada con células del paciente y biomateriales. La regeneración del tejido en grandes quemados, funciona. A Álvaro le ha permitido cruzar el estrecho o escalar el Kilimanjaro y el Mont Blanc, recuperar su vida. La piel artificial granadina es un super medicamento.