SHA Wellness, el oasis de lujo que atrae a los famosos hasta Alicante

Para quienes desconozcan la zona, puede sorprender que a tan solo unos minutos del bullicio y los rascacielos de Benidorm, junto al parque natural de Sierra Helada, exista un oasis de lujo capaz de atraer a ricos y famosos de todo el mundo. La oscarizada Marisa Tomei, las actrices británicas Poppy Delevingne y Lily James, y las españolas Hiba Abouk, Rossy de Palma e Inma Cuesta son solo algunas de las últimas celebridades que han dejado en sus redes sociales constancia de su paso por este establecimiento, por el que también han recalado modelos como Naomi Campbell y la cantante Kylie Minogue, además de miembros de la realeza europea, políticos y empresarios. Incluso la pareja de moda del cine español, los Javis -Javier Calvo y Javier Ambrossi-, tuvieron la inspiración para su última serie, La Mesías, después de uno de los tratamientos de estimulación cognitiva que ofrece este establecimiento, según relataron ellos mismos en el programa de televisión El hormiguero. 

Se trata del SHA Wellness, la clínica de bienestar que abrió sus puertas en 2008 en el municipio de L’Alfàs del Pi y que supone uno de los últimos casos de éxito del sector turístico de la zona, capaz de convertirse en este tiempo en "un destino por sí mismo", en palabras de su fundador, Alfredo Bataller, con una facturación anual que roza los 40 millones de euros. Un éxito que la firma quiere replicar ahora al otro lado del Atlántico, en Costa Mujeres, en el Caribe mexicano, donde la próxima semana abrirá las puertas el segundo establecimiento de la compañía, al tiempo que ya prepara un tercero en los Emiratos Árabes, previsto para 2025, y que estará ubicado en una isla artificial de 25 hectáreas.

Fórmula de éxito

Y todo con una fórmula que combina nutrición, medicina tradicional y medicina holística y oriental para cuidar de la salud de sus pacientes a través de cuatro programas, con precios que oscilan entre los 4.000 y los 7.500 euros por la primera semana -solo uno de los programas permite estancias inferiores, de cuatro días, en determinadas fechas del año-, a lo que hay que sumar la tarifa del alojamiento, que parte de los 400 euros por noche de la suite Deluxe -de 70 metros cuadrados- hasta los 7.500 euros de la Royal.

Detrás del SHA Wellness está un empresario argentino que decidió regresar a la tierra de sus abuelos paternos en 1990 ante la grave crisis por la que atravesaba su país. "Se organizaban asaltos a supermercados de cientos de personas hambrientas y la inflación superaba el 100% mensual", recuerda con tristeza Bataller sobre los episodios que se vivían en su ciudad natal, San Juan, y que le llevaron a trasladarse con toda su familia.

Su primer destino en España fue València, donde aún conservaba algún familiar lejano y donde pasó cuatro años. Aunque en su país sus negocios estaban relacionados con el comercio, su padre también había tenido alguna incursión en el inmobiliario, por lo que decidió apostar por este sector, en el que vio mayores oportunidades. Eso fue lo que le llevó hasta la Costa Blanca, donde empezó a ejercer como promotor.

Fue en 2002 cuando una vivencia personal le cambió la vida. "Tengo un aparato digestivo frágil, soy de esas personas a las que todo le cae mal y estuve más de 30 años con problemas sin que dieran con la solución, hasta que en un TAC me detectaron un tumor", relata el empresario. Entonces alguien le habló de un médico que hacía medicina oriental y tratamientos basados en la nutrición y decidió probar. En pocas semanas su situación había cambiado y se hallaba "mejor que nunca", afirma, hasta el punto de que convenció a varios familiares y amigos para probar esta alternativa.

Tras darle muchas vueltas, decidió poner en marcha un establecimiento en el que los clientes pudieran seguir tratamientos de bienestar y aprender a mejorar su salud. Así surgió SHA, que levantó sobre lo que era la casa de vacaciones familiar, junto al parque natural de Sierra Helada y con unas impresionantes vistas a la bahía de Altea.

El mismo médico que le había atendido le habló de Michio Kushi, el japonés que ayudó a introducir la macrobiótica moderna en Estados Unidos y que estaba considerado como uno de los grandes maestros de esta disciplina. Ni corto ni perezoso, envió a su hijo a Lisboa -donde el japonés daba una conferencia- para convencerle de que le ayudara con su clínica. Kushi aceptó y colaboró con Bataller en el diseño de los programas de nutrición en los primeros años.

En plena crisis

El SHA Wellness acabó abriendo sus puertas en 2008, en pleno estallido de la burbuja inmobiliaria y de la crisis económica que le siguió. "El contexto era terrible. Se pararon todas las obras en la zona y nosotros teníamos metido todo el patrimonio familiar en la clínica, pero creíamos 100% en el concepto y seguimos adelante", señala Bataller. No fue sencillo. Según apunta el empresario, tardaron cuatro años en conseguir el equilibrio económico, pero el boca a boca y la repercusión que empezaron a tener en los medios las visitas de las primeras celebridades obraron el milagro.

Como insiste Bataller, a pesar de su apuesta por las terapias naturales, en el establecimiento no reniegan en absoluto de la medicina tradicional. Al contrario, cuentan con un equipo médico de más de 20 profesionales de diferentes especialidades -entre ellos el doctor Vicente Mera, reconocido el año pasado como mejor médico en la especialidad antiagening en Europa-, y sus programas combinan shiatsu, acupuntura, hidroterapia, coaching emocional o clases de nutrición saludable, con análisis clínicos y genómicos, escáneres o la última tecnología médica. Así, cuenta con diversas unidades especializadas, como la de estimulación cognitiva que dio pie a la anécdota de Los Javis, o la de salud sexual.

Pero, sobre todo, lo que transmiten las instalaciones del SHA desde que se pone un pie en la puerta es sensación de relax. Desde el tono de las paredes, el agua que corre en numerosos puntos y los propios olores facilitan que los huéspedes pronto dejen atrás el ajetreo de su vida habitual.

En total, en la clínica de L’Alfàs trabajan más de 300 personas, una cifra más que notable si se tiene en cuenta que la capacidad es de unos cien huéspedes, según apunta su propietario. Desde un principio, la mayor parte de su clientela ha sido internacional, hasta el punto de que el 85% de los pacientes proceden de otros países, tanto europeos como de Oriente Próximo y latinoamericanos. Eso fue lo que les animó a saltar al extranjero para su expansión, que han querido realizar con sus propios medios, a pesar de las numerosas ofertas recibidas, según prosigue Bataller. Al fin y al cabo, SHA no deja de ser una empresa familiar en la que, además de la esposa del fundador, Graciela Pineda, vicepresidenta de la compañía, también están integrados ya los hijos del empresario: Alfredo Bataller, CEO de la compañía; Alejandro Bataller, vicepresidente; y Cristian Bataller, consejero. 

70.000 clientes

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En sus 15 años de trayectoria, el SHA Wellness ya ha recibido a más de 70.000 clientes, de los que el 53% repite la experiencia, según afirma su fundador. Aunque la duración básica de los programas es de siete días -solo uno de ellos permite recortarlo a cuatro días en temporada baja-, también son muchos los que alargan la estancia. De hecho, un cliente llegó a residir un año en la clínica. También suele darse el caso de pacientes que solicitan que el equipo del establecimiento forme a sus chefs particulares, ante la mejora tras pasar por la clínica. 

Cuando arrancaron la media de edad de sus clientes rondaba los 60 años, pero, con el tiempo, se ha reducido hasta el entorno de los 45. Y es que, como asegura el fundador del SHA, "la gente cada vez quiere comenzar más joven a mejorar su salud". Es decir, quiere detener antes su envejecimiento.