Tribunales
El Supremo rectifica y volverá a revisar los indultos del procés
El cambio de composición de la Sección Quinta de la Sala Tercera resulta determinante y revoca su decisión de enero
Ángeles Vázquez
El cambio de composición de la sección de la
Sala Tercera del Tribunal Supremo
encargada de revisar los indultos del procés concedidos por el Gobierno de Pedro Sánchez ha sido determinante. Por la misma exigua minoría que en enero, pero en sentido diametralmente opuesto, revocó este martes su decisión de entonces y mantiene vivo el contencioso abierto en relación con la medida de gracia para pronunciarse sobre ella de forma definitiva, informó el alto tribunal.
Como ya contó El Periódico, la sustitución de Ángeles Huet -que dejó la Sección Quinta para pasar a la Sala de Admisión-, por Inés Huerta, ha sido determinante a la hora de cambiar la sensibilidad mayoritaria del tribunal. En cambio, el relevo vivido en la Presidencia por la jubilación de Segundo Menéndez, y su sustitución por Octavio Herrero, no ha tenido consecuencias.
En enero una mayoría de tres magistrados frente a dos declaró la falta de legitimación de todos los recurrentes para impugnar los indultos, lo que rechazaba de plano los recursos presentados y evitaba entrar en el fondo de las medidas de gracia concedidas. Ahora con la misma proporción de apoyos, pero en sentido contrario se ha declarado que no se puede concluir esa falta de legitimación de los recurrentes hasta resolver el fondo del asunto, hasta dictar la preceptiva sentencia.
En este sentido, las fuentes del alto tribunal consultadas por El Periódico ven factible que, pese al revés sufrido ahora, el Supremo termine avalando las medidas de gracia concedidas a los
líderes independentistas
, ya que el principal motivo de discrepancia entre quienes defienden una posición y otra es que la falta de legitimación solo se puede declarar para rechazar los recursos sin estudiarlos, si no hay duda alguna sobre ella, como ha ocurrido con la de la entidad Pro Patrimonium Sijena y Jerusalén, cuya impugnación se ha rechazado por unanimidad.
Utilidad
El Gobierno, que conoció la decisión del Supremo poco antes de la comparecencia de la ministra portavoz,
Isabel Rodríguez
, defendió la "legalidad de todas las actuaciones" del Ejecutivo, pero sobre todo hizo bandera del argumento que hace un año empleó el Gabinete: la "utilidad" de los indultos a los líderes independentistas "en aras de la convivencia" y de la recuperación de la "normalidad" en
Cataluña
. Algo que es "innegable", esgrimió, porque la situación en la comunidad no es ni comparable a la de 2017 o 2019. Rodríguez recordó que según la memoria de la Fiscalía el número de delitos de odio en Cataluña ha descendido un 62%. El Gobierno se siente "muy satisfecho" de que el clima en Cataluña se haya destensado gracias a su apuesta por el diálogo: "Uno de los grandes problemas que tenía el país era este y ya no lo es".
Fuentes del Ejecutivo restaban importancia a la decisión y recordaban que el Supremo no ha entrado aún al fondo del asunto, ya que solo ha legitimado a las partes para que puedan ejercer su derecho a recurso, así que consideran que es un mero trámite inicial, informa Juanma Romero.
Cambio de papeles
El auto que mantiene vivo el contencioso contra los indultos, que se conocerá en los próximos días, ha sido aprobado con los votos de los magistrados que en enero quedaron en minoría, Wenceslao Olea y Fernando Román, más el de Inés Huerta. Por su parte, sus compañeros Octavio Herrero y Ángel Ramón Arozamena formalizarán en los próximos días los votos particulares en los que plasmarán sus argumentos.
Con el auto de enero y los votos de entonces es sencillo conocer los argumentos de unos y otros. La que ahora ha resultado mayoritaria consideraba prematuro rechazar la legitimación de los diputados de Vox, PP y Cs, así como del que era delegado del Gobierno en Catalunya durante el procés, Enric Millo, sin entrar a estudiar el fondo de las medidas de gracia. Solo consideraban posible hacerlo con Convivencia Cívica y Pro Patrimonium Sijena y Jerusalén.
Seguridad jurídica
La posición que ha quedado en minoría y que en enero permitió zanjar el asunto sin estudiar los recursos declaraba que solo tienen legitimación para impugnar un indulto las víctimas directas del delito cuya pena se conmuta, lo que impedía a los partidos políticos recurrir las medidas, ya que de lo contrario se trasladaría al Supremo la confrontación política propia de las Cortes.
Fuentes del alto tribunal han señalado que en sus deliberaciones los magistrados de la Sección Quinta han tenido presente lo difícil que puede resultar para la ciudadanía entender que un mismo tribunal determine una cosa y la contraria en función de la sensibilidad de los magistrados que componen la Sala en cada momento.
Todos ellos son conscientes de que ello resta seguridad jurídica, al imprimir sensación de volatilidad a las resoluciones del alto tribunal en función de quien componga el tribunal en cada momento. Pese a ello ha primado el criterio de que los recursos de reposición o súplica interpuestos contra la decisión de enero debían ser resueltos conforme el sentir mayoritario de la composición actual de la Sala encargada, lo que ha supuesto adoptar una decisión diametralmente contraria.
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