Ventajas y desventajas de los dispensadores de agua:

El agua es el elemento principal en la supervivencia del ser humano. Es importante utilizarla para nutrirnos y sobre todo, si gastamos energía en el día a día como en el trabajo. Aunque sea importante consumirla, más importante es saber de donde la consumimos. Esto quiere decir que el sitio de donde sale el agua determina las condiciones de esta. Es el caso de los dispensadores de agua en los cuales el agua que ofrecen, tienen una serie de ventajas y desventajas a tener en cuenta.

Ventajas de los dispensadores

Todos conocen los usos de los dispensadores de agua y cómo funcionan. Puede ser un recurso muy útil a la hora de estar en el trabajo o incluso en tu propia casa. Hay varios tipos de dispensadores de agua, los de agua de bomba que se acoplan a la boca de una botella o, por otro lado, los eléctricos que están equipados con una bomba alimentada por una batería. Los dispensadores de agua fría incorporan un pequeño depósito refrigerador, aunque algunos también son aptos para dispensar agua caliente.

Estos aparatos son fáciles de instalar y usar, tanto los dispensadores de bomba como los de agua fría. Por ello, tenerlos o utilizarlos, conlleva numerosas ventajas tanto a la hora de comprarlos como de consumirlos. Algunas de estas pueden ser:

• Son aparatos que se pueden situar perfectamente en cualquier sitio de la cocina o de tu oficina
• La mayoría de dispensadores de agua tienen filtros purificadores.
• Algunos modelos también son capaces de dispensar agua a temperatura ambiente e incluso, agua caliente.
• El precio no será un problema, ya que no son aparatos caros.
• La batería de estos dispensadores de bomba es de larga duración y recargable vía USB.
• Algunos dispensadores pueden sustituir su tanque por botellas y garrafas.

Puntos a tener en cuenta

A pesar de los beneficios que aportan estas máquinas para obtener agua de una manera fácil y rápida, también hay que tener en cuenta una serie de puntos para mantenerlos en buenas condiciones o para tener cuidado a la hora de utilizarlos. El primero de todos es una buena higiene del aparato, por lo que es necesario lavarlos antes de su primer uso y para que el agua salga limpia.

Dependiendo del dispensador, el agua puede tardar en enfriarse entre unos 20 y 45 minutos y pueden hacer algo de ruido durante este proceso. Hay que tener cuidado con la bandeja, recoge gotas, ya que si algunos no la tienen puede provocar que la superficie se encharque. Y, por otro lado, algunos dispensadores como el de bomba y los de vidrio no son capes de enfriar el agua.

Para evitar ciertos riesgos, la Asociación Española de Distribuidores de Agua en Cooler (ADEAC) obliga a sus miembros a realizar anualmente auditorias higiénico-sanitarias específicas en los manantiales proveedores y en los almacenes de distribución. Algunas de las empresas del sector están comprometidas con la calidad y por ello, llevan a cabo la verificación de la higienización. Todas estas actuaciones las realizan de forma voluntaria y con el fin de llevar a cabo la regulación y el control de este recurso.

¿Agua embotellada o dispensador de agua?

La duda de muchos en cuando a la manera más rentable de beber agua es el agua embotellada o en garrafas. Para la mayoría, puede resultar más fácil y práctica beber agua en botellas, ya que es un producto más manejable y transportable a diferencia del dispensador que tiene que estar fijo en un sitio. Pero si se analizan las consecuencias a la larga de estas dos opciones, el dispensador de agua es la opción más económica.

Consumir agua embotellada a la larga acaba siendo más perjudicial que el agua que aporta un dispensador. La razón es simple, estos aparatos son capaces de enfriar, calentar y limpiar impurezas, lo que conlleva una mejora del medio ambiente. Si el problema es el precio, de nuevo, a la larga, aunque un dispensador sea más caro que la botella, tienes un suministro de agua fresca casi ilimitado.