El Periódico de España

Así será la nueva estación de Atocha para acoger a 130 millones de pasajeros

Elena Marín

Como un elefante que camina despacio pero firme, la nueva estación Atocha-Almudena Grandes lleva un tiempo acompasando trabajos para adaptarse al siglo XXI. La fecha para entrar de lleno en esta era parece ser 2030, aunque antes lo fue 2023. Los vaivenes políticos ralentizan los proyectos de construcción en un sector, el ferroviario, que de por sí necesita sus tiempos no solo para proyectar y ejecutar las obras sino para que las entradas en servicio sean completamente seguras. Con el comienzo del verano se ha impulsado otro de los proyectos que convertirán Atocha-Almudena Grandes en el mayor nudo ferroviario del país, en el punto de conexión del norte, sur, este y oeste del país.


Estación Pasante Atocha Infografía

El túnel entre Puerta de Atocha y Chamartín-Clara Campoamor conecta la red de alta velocidad de la mitad norte del país con la de la mitad sur, incomunicadas hasta la puesta en servicio de esta infraestructura. La licitación de la construcción de la “estación pasante” de Atocha, que cuenta con una inversión de 514,3 millones y se lanzó hace unas semanas, es la última infraestructura necesaria para que esta estación cumpla con el objetivo no solo de unir toda la red sino de que los viajeros puedan parar en el centro de Madrid. El total de las actuaciones ya en marcha que acompañan a la remodelación de la estación, en cualquier caso, se eleva hasta los 650 millones de euros.

Esta estación subterránea dispondrá de cuatro nuevas vías y dos andenes y se ubicará bajo la actual estación de alta velocidad y la calle Méndez Álvaro. Añade Adif que “contará con una gran abertura central, que permitirá la entrada de luz a través de un lucernario y un gran muro cortina en la fachada de Méndez Álvaro”, de forma que aunque esté construida debajo quedará visualmente comunicada con los elementos superiores. Durante su construcción se verán afectadas dos de las 15 vías de alta velocidad que hay ahora en Atocha, pero para que el tráfico no se vea afectado Adif Alta Velocidad ha adjudicado la construcción de otras dos en el otro extremo de la estación.

Estación saturada

Atocha necesita crecer. La estación se encuentra saturada desde hace tiempo y la ampliación que va a vivir en esta década hará que el número de viajeros de alta velocidad se duplique hasta llegar casi a los 40 millones al año, según las proyecciones realizadas por Adif, a los que hay que sumar los cerca de 90 millones de viajeros de Cercanías y media distancia que actualmente circulan por las instalaciones. En resumen, hará falta espacio para un tráfico fluido de casi 130 millones de ciudadanos. En 2022, el aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid Barajas recibió 50,6 millones de pasajeros según los datos de AENA, es decir, que Atocha ya soporta el doble de viajeros.

Pero la estación no solo se va a ampliar, lo que hay en marcha es una renovación que, además, trae consigo una nueva manera de integrarse en la ciudad de Madrid. El proyecto en su totalidad incluye más vías y andenes, pero también nuevos vestíbulos, la remodelación de la marquesina histórica y nuevos accesos para peatones y tráfico rodado que facilitarán la llegada y salida de los pasajeros a la estación. En definitiva, una reordenación del espacio público.

Así es actualmente la estación

Así quedará la estación

Vestíbulo de Cercanías

Al túnel entre Atocha y Chamartín y a la estación pasante se unirá un nuevo vestíbulo de Cercanías en la zona sureste, junto a la Avenida de Barcelona, que servirá para mejorar la conexión con la alta velocidad, de modo que los viajeros que tengan que pasar de una red a otra tarden menos tiempo en ese trayecto. Está previsto que a partir de 2026 se liberalicen también las cercanías y eso podría provocar que esta estación tenga que dar entrada a nuevos operadores que ofrezcan este servicio.

Nueva plaza urbana junto al Retiro

Este acceso se sitúa cerca de la estación de Metro que en estos momentos se encuentra en obras. Atocha va a estar todo el verano aislada del suburbano, la línea 1 está cortada y esta semana la Consejería de Vivienda, Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid ha informado de que en agosto comenzarán las obras de desmantelamiento del memorial del 11M debido a los trabajos de ampliación del vestíbulo, necesario porque antes de que finalice la renovación completa de Atocha habrá otra línea de metro que pase por allí, la línea 11 que traza una gran diagonal en el subsuelo de Madrid.

Precisamente entre el vestíbulo de Cercanías y la Avenida de Barcelona se construirá una nueva plaza urbana. En ese entorno se encuentra la estructura de vidreo que se levantó en homenaje a las víctimas del 11M y cuyo destino decidirán las administraciones junto con los representantes de las víctimas a partir de septiembre.

Entrada por Méndez Álvaro

Al otro lado, al sur de la estación pasante, se construirá un nuevo vestíbulo de acceso desde Méndez Álvaro que permitirá que esta parte de la ciudad que ahora da la espalda a la estación quede integrada en este nudo ferroviario. Esta nueva infraestructura producirá de facto una descongestión del tráfico en la rotonda de Carlos V, junto a la fachada histórica.

Desde este nuevo vestíbulo la estación contará con una nueva conexión con el tráfico rodado de la M30 y de Menéndez Pelayo y, además, estará comunicada con el flanco este a través de una elevada pasarela peatonal que unirá esta entrada con la nueva plaza urbana de la Avenida de Barcelona. Este vestíbulo sur contará también con acceso para coches y parada de taxis.

Aspecto que presentará la nueva fachada sur

Aunque el objetivo de Adif es que el servicio ferroviario no se vea interrumpido, es probable que los espacios adyacentes a la estación queden limitados en algún momento por las necesidades de obra, aunque el Administrador ferroviario apunta que la premisa es “minimizar cualquier afección al servicio”. Lo que sí está haciendo es construir un aparcamiento “desmontable y reutilizable" provisional para ampliar la capacidad del parking P3, que pasará de 931 a 1.357 plazas, y compensar así la reducción de plazas previstas en el resto de aparcamientos durante el proceso de ampliación.

Marquesina histórica

El efecto más visible de la renovación que va a vivir Atocha, la tercera en su historia, se producirá en la fachada histórica, considerada una obra de arte de la arquitectura de hierro de finales del siglo XIX y que fue construida en 1890 bajo la dirección de Alberto de Palacio, aunque la estación original es de 1851. El nuevo proyecto, de 36 meses de ejecución, busca dar una mayor permeabilidad urbana desde la glorieta de Carlos V para que este sea el punto de acceso prioritario para los viajeros y quede integrada en el Paisaje de la Luz. El exterior contará con varios niveles y rampas que faciliten la entrada; en el interior se habilitarán nuevas áreas comerciales y se realizarán cambios en el jardín tropical. 

nueva marquesina
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