Cómo el café puede alimentar tus plantas: trucos para que luzcan radiantes

El café es una de las bebidas más consumidas en todo el mundo. Se calcula que al día se ingiere entre 1.600 y 2.000 millones de tazas al día. El 65% de ellos se toman en el desayuno, pero su uso ha evolucionado tanto que, según detalla Adrián Fernández, el mejor barista de España en 2014, ha dejado de ser una bebida que se tomaba para espabilarnos por la mañana para ser una "experiencia".

Un placer sensorial lleno de beneficios que llegan hasta las plantas por su aporte de nitrógeno, la producción de masa vegetal, la estimulación del enraizamiento, la acidificación del suelo y la mejora de la calidad del sustrato, entre otras ventajas. Los usos son tan variados que se puede utilizar en forma líquida una vez cada dos semanas, en posos a integrar en el sustrato en dosis de 2 gramos por kilo, o como mantillo para ahuyentar a los caracoles y las babosas.

Su impacto es tal que la planta del café o cafeto es espectacular. Es una de las plantas de interior más peculiares, de carácter arbustivo con gran personalidad debido a su potencial tropical originario del sur de Asia y África subtropical, así como su impactante atractivo y su singular perfume que impregna su floración en el dormitorio.

Es en primavera cuando florece el cafeto y puede llegar a alcanzar los 20 metros n estado salve. Aunque, a la hora de cultivarlo, se le da un tamaño mucho menor: de dos a cuatro metros para que la recolección del café sea más sencilla. Para poder consumir los granos del café hay que tostarlos previamente y, luego, molerlos. La exportación del café se realiza en crudo, es decir, cuando llega a su destino es cuando se tuesta y se muele.

Posos de café

Por su parte, los posos de café presentan altos niveles de nutrientes provechosos para las plantas como nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, magnesio y azufre. Y además, se pueden añadir para fertilizar las plantas. Para este método se usa el café líquido ya preparado, utilizándolo como agua de riego.

En cuanto a la frecuencia, será aproximadamente de una vez cada dos semanas. Es importante que sea un café preparado solo con agua; si se va a usar para las plantas, no hay que añadirle leche ni bebida vegetal, azúcar o endulzantes. Los restos del café usado también pueden hacer la función de pesticida para babosas, larvas, caracoles y algunos insectos masticadores.

Cómo preparar el abono de café: paso a paso

Lo primero que se debe tener presente es que para guardar las sobras cafeteras, deberán estar secas por completo. Para ello, se recomienda el uso de una bandeja de aluminio y un poco de papel de periódico esparcido dentro de ella.

Después, cada mañana al limpiar la cafetera, se puede deshechra los restos del café en la bandeja y colocarlo al sol para asegurar su secado correcto. Esto evitará que las sobras de café se pudran o que le crezcan hongos, lo que estropearía el abono.

El siguiente paso es trasladarlo a un recipiente vidrio, plástico o cualquier tipo de táper. No hay que usar el café caliente, sino que se debe esperar a que se enfríe del todo antes de usarlo en las plantas para evitar quemarlas.

El siguiente paso es echarlo alrededor de la raíz de cada planta y removerlo con la tierra para que se adhiera mejor al suelo. Se debe tener presente que si las hojas se tornan marrones o amarillas, es indicativo de que se ha echado demasidado café. Gracias a sus propiedades naturales, este abono de café es ideal para plantas como rosas, arándanos, zanahorias, frutillas, fresas, azaleas, hortensias o rododendros.