15 años de la caída de los señores del ladrillo: de Fernando Martín al 'Pocero'

Paco 'El Pocero': de las chabolas de Tetuán a los jets privados.

Francisco Hernando Contreras, más conocido como Paco 'El Pocero' falleció en 2020 a causa del Covid-19. El constructor se hizo famoso por la promoción de 13.000 viviendas en Seseña (Toledo), aunque sólo se llegaron a levantar 5.000 pisos. Pasó su infancia en un cobertizo del barrio madrileño de Tetuán, a los 16 siguió los pasos de su padre trabajando como pocero y a los 20 años llegó al negocio inmobiliario levantando pisos y derribando chabolas durante el desarrollismo franquista. Antes de Seseña, levantó su fortuna en urbanizaciones de Boadilla del Monte, Villaviciosa de Odón o Alcalá de Henares. En medio de la burbuja inmobiliaria invirtió en jets privados y en yates. La caída de Lehman Brothers le pasó por encima, llegó a adeudar 86,2 millones a Hacienda pero en 2018 su empresa salió de números rojos.

Un carpintero que llegó a la cima de BBVA.

El empresario gallego Manuel Jové, fallecido en 2020, se salió a tiempo del ladrillo en 2006 tras vender Fadesa a Fernando Martín. Jove empezó con 11 años a trabajar junto a su padre en un taller de carpintería y llegó a ser el mayor accionista individual de BBVA. En 2007 con los 2.800 millones que le pagó Martín por su promotora montó la sociedad Inveravante donde diversificó en sectores como el inmobiliario, las renovables o el vino en países como Marruecos, México, Brasil, Panamá, República Dominicana o Rumanía.

Los Nozaleda resucitaron gracias a la banca.

Luis Nozaleda fue el presidente de la promotora Nozar. La compañía protagonizó uno de los grandes concursos de acreedores de la historia de España tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, pero no llegó a la liquidación gracias a quitas que llegaron hasta el 97% con los bancos acreedores y una deuda acumulada de 1.500 millones. En 2015 fue el segundo mayor de Hacienda y tuvo que vender el complejo Panticosa, en el Pirineo de Huesca, y las bodegas Enate. La nueva Nozar está dirigida por Jaime Nozaleda y facturó en 2022 180 millones.

De la quiebra de Astroc al hundimiento de la sueca Inzile.

"Me dejas desnudo en el Central Park y al día siguiente paseo por Manhattan en limusina". Esta declaración se le atribuye al empresario saguntino Enrique Bañuelos en sus mejores días al frente de la constructora Astroc. Huérfano de padre con 9 años, levantó su fortuna gracias a la construcción de miles de apartamentos en la costa levantina. El milagro de los panes y los peces lo hizo él, pero cambiando naranjos por viviendas en primera línea de playa. Astroc debutó en bolsa y en 2007 protagonizó caídas de más de un 60% lo que hizo que sus accionistas minoritarios, Amancio Ortega entre ellos, le relegaran del cargo. Marchó a Brasil, invirtió en ladrillo y biodiésel y en 2021 compró una participación en el fabricante sueco de vehículos eléctricos Inzile que terminó quebrando a finales del año pasado.

De los materiales de contrucción... al coleccionismo de arte.

Joaquín Rivero arrancó en el sector con una empresa de materiales de construcción a los 23 años de edad y de ahí fundó la constructora Riobra. Se enriqueció gracias a la transformación de la Costa del Sol y de ahí saltó al extranjero con proyectos en Colorado (Estados Unidos) y Costa Rica. En 1997 compró la constructora del Banco Central Hispano, Bami, y pocos años después se lanzó a por Inmobiliaria Zabálburu, que era cuatro veces más grande que Bami. BBVA le vendió una participación de control en la joya de la corona de esa época, Metrovacesa, en 2002 y con ello se convirtió en su presidente. En 2007 aterrizó en la francesa Gecina gracias al pago de 5.500 millones, pero no pudo superar la crisis. La disputa con su anterior socio Román Sanahuja en Metrovacesa hizo que Rivero se quedase con los activos franceses y Sanahuja los españoles de Metrovacesa. En 2015, Bami entró en liquidación y ese mismo año la justicia francesa le condenó a cuatro años de prisión por malversación y blanqueo en Gecina. En este tiempo cultivó su afición por el arte y llegó a ser uno de los mayores coleccionistas privados de Andalucía. Murió en 2016 a los 72 años.

Tres crisis y una fusión por absorción con Neinor en 2021.

Félix Abánades es uno de los pocos superviventes del 'boom' de la construcción. El alcarreño comenzó en los 90 como director de administración en Rayet, una pequeña promotora especializada en promociones en Guadalajara. Tras la recesión de 1992 logró de la mano de los bancos acreedores quedarse con la empresa como único accionista. En 2006 vendió su negocio inmobiliario a Astroc, aunque se quedó como pequeño accionista. En pleno pinchazo, Abánades recogió los escombros de Astroc y fusionó varias empresas más bajo el nombre de Afirma y en 2010 lanzó Quabit. En 2021, Neinor Homes anunció una fusión por absorción de Quabit y valoró la promotora en 62 millones de euros, lo que supuso una prima del 20% respecto a su valor en bolsa. Abánades sigue en Neinor como asesor senior de la compañía cotizada.

Un constructor 'pata negra' al que se atragantó Metrovacesa.

Román Sanahuja Pons nació con un ladrillo bajo el brazo. Su padre Román Sanahuja Bosch llegó a Barcelona desde la comarca ilerdense de la Plana de Urgel y se convirtió en uno de los grandes constructores del desarrollismo, junto con Josep Maria Figueras, Juan Antonio Samaranch y José Luis Núñez. Padre e hijo fundaron Sacresa donde pilotaron grandes operaciones como el centro comercial L'Illa Diagonal, la demolición y urbanización del estadio de Sarriá o la reforma de la plaza de toros de Las Arenas. Sacresa protagonizó la tercera mayor quiebra de la historia de España, en 2007 se enfrentó a Joaquín Rivero por el control de Metrovacesa y aunque le dobló la mano, en 2010 se declaró en suspensión de pagos con una deuda de 1.800 millones. Los acreedores le hicieron una quita del 70%, fue juzgado por fraude fiscal y el Supremo le condenó por información privilegiada. Aún debe 28,8 millones a Hacienda.

El hijo de Josep Maria Figueras que no pudo digerir a Ferrovial Inmobiliaria.

Dos años antes del pinchazo de la burbuja, Habitat compró a Ferrovial su división inmobiliaria por un importe total de 2.200 millones. La compañía de los Del Pino se quedó con un 20% de Habitat y con ello formaron la quinta mayor empresa del sector en ese momento. Su presidente Bruno Figueras, a diferencia de otros miembros de esta lista, era un conocido por todos los hombres de negocios del momento: hijo de Josep Maria Figueras, uno de los grandes constructores de la Barcelona de los 60. Pese a la experiencia y el conocimiento del sector la crisis engulló a Habitat con un pasivo de 2.300 millones. En 2018, el fondo estadounidense Bain Capital Credit resucitó la compañía ya sin Bruno Figueras al frente.

Luis Portillo: de las reformas al Ibex 35.

El hijo de un albañil que llega al Ibex 35. Puro capitalismo popular. Luis Portillo empezó haciendo reformas, hizo dinero en la expansión urbanística de Dos Hermanas (Sevilla) y de ahí tuvo un ascenso meteórico al entrar en el capital de Metrovacesa. De ahí compró Inmocaral donde compartió accionariado con Alicia Koplowitz o Amancio Ortega y no contento con ello lanzó una opa a Colonial, una compañía que era tres veces más grande que la suya, donde ocupó la presidencia de la inmobiliaria del Ibex 35. "No voy forzado ni acelerado", declaró a ABC, pero lo cierto es que llegó la crisis 'subprime' y con ello su ocaso: salió de Colonial con una deuda de 9.000 millones, los bancos le demandaron y tuvo que vender su patrimonio: un palacete en pleno centro de Sevilla, una finca en Córdoba, un avión privado y un barco amarrado en Cádiz.

Los supervivientes que siguen levantado el sector.

La familia Colomer es una de las grandes supervivientes de la crisis financiera de 2008. Pryconsa se fundó en 1965 y fue pionera en el desarrollo de grandes bloques de viviendas en el Madrid de la época. En 2008 ya tenía una cuota de mercado y sigue manteniendo una posición de privilegio en el sector inmobiliario en la actualidad. Los Colomer cuentan con la socimi cotizada en Luxemburgo, Saint Croix, que cuenta con una cartera de 36 activos, entre los que destacan sus hoteles en Isla Canel (Huelva).

El rey de la Costa del Sol sigue arrastrando problemas con la justicia.

Jesús Ruiz Casado fue el rey del ladrillo en la Costa del Sol. Condenado por fraude y cohecho en el caso Malaya, estuvo dos meses en prisión preventiva pero se libró de más tiempo entre rejas porque la pena era menor a dos años. Su promotora Aifos entró en concurso de acreedores en 2009 y en octubre de 2014 entró en fase de liquidación. La constructora aparece en la lista de morosos de este año con una deuda a la Agencia Tributaria de 91,4 millones. Se enfrenta a 12 años de inhabilitación para administrar empresas, así como a responder con sus bienes del 100% del déficit concursal de Aifos, 120,4 millones. Llegó a vender promociones en solares que no disponía.

El mayor moroso de España tras su quiebra en 2013.

Cuando la gallina dejó de poner huevos Rafael Santamaría estaba allí. La familia de este empresario regentaba en los años 60 una granja en la localidad madrileña de Pinto, pero con la pequeña fortuna que fue ahorrando su padre montó una pequeña constructora Reyal. El primogénito cogió las riendas del negocio y levantó un imperio tras la compra de Urbis, la promotora de los Botín en Banesto. En 2013 se declaró en concurso de acreedores tras acumular un pasivo de 4.600 millones después de que los acreedores se cansaran de renegociar su deuda. Reyal Urbis encabeza la lista de morosos de Hacienda con cerca de 294 millones.

El responsable de la mayor suspensión de pagos de la historia española.

Este vallisoletano de Trigueros del Valle tenía la ambición de convertir su inmobiliaria en la más grande del país en plena burbuja del sector. El que llegase a ser presidente interino del Real Madrid en 2006 llegó un acuerdo en 2007 con la familia Jove para comprarle Fadesa, una operación en la que desembolsó 2.079 millones. El 14 de julio de 2008, en pleno pinchazo del sector, ante la dificultad para lograr préstamos bancarios y hacer frente a los acreedores, el consejo de administración de la promotora se declaró en suspensión de pagos. La deuda de 7.000 millones de euros se llevó por delante a la mayor inmobiliaria española del momento.