RECAUDACIÓN

El FMI augura que la mitad de la mayor presión fiscal post-covid de España ha llegado para quedarse

El Fondo Monetario señala que España es uno de los países donde más ha subido el peso de los ingresos sobre el PIB desde 2019 a pesar de las rebajas tributarias adoptadas por el Gobierno

La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva.

La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva. / JIM LO SCALZO

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Desde la pandemia del covid, España es el segundo país de la zona euro (por detrás de Chipre) donde más ha crecido el peso de los ingresos sobre el PIB y, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), al menos la mitad de esa mayor presión fiscal ha llegado para quedarse. Desde 2019, el peso de los ingresos sobre el PIB en España ha aumentado en casi 4 puntos, desde el 39,2% hasta el 43% del PIB estimado para 2024, acercándose un poco más a la media del 46,4% de la zona euro. "El boom de los ingresos permitió reducir a la mitad la brecha de ingresos sobre el PIB de España en relación con sus pares", señala el FMI en uno de sus recientes informes sobre la economía española.

La cuestión, según el organismo internacional, es averiguar “en qué medida el auge de los ingresos tributarios” producido en España es el resultado de factores temporales o permanentes, pues eso será un elemento clave a la hora de diseñar los planes de consolidación fiscal que exigen las nuevas reglas fiscales de la Unión Europea (el propio FMI cifra en un 3% del PIB el ajuste necesario hasta 2028). Pues bien, según el organismo con sede en Washington, una parte del mayor peso de los ingresos sobre el PIB, "en el rango de entre 2 y 2,5 puntos porcentuales, se espera que persista en el medio plazo" (2,5 puntos de PIB equivalen a casi 39.000 millones de euros).

Y ello es porque, en primer lugar, "a medio plazo, es probable que el aumento de la relación entre los ingresos y el PIB asociada con el crecimiento del empleo persista, mientras el mercado laboral se mantenga sólido" en España. El FMI tampoco espera que vaya a desaparecer de un día para otro el plus de recaudación en el IRPF inducido por la inflación (11.000 millones desde 2019, según el Banco de España), por más que numerosos gobiernos autonómicos ya hayan tomado medidas para amortiguarlo. Además, se prevé que los ingresos de la Seguridad Social seguirán aumentando a medida que se aplican las subidas de las cotizaciones sociales previstas en la reforma del sistema de pensiones.

Del mismo modo que el FMI prevé que entre 2 y 2,5 puntos de PIB de mayor recaudación se consolidará en la economía española, en sentido inverso, también se podría afirmar que una parte de esa mayor presión -entre 2 y 1,5 puntos de PIB; esto es entre 31.00 millones y 23.000 millones-, se esfumará y el Gobierno no podrá contar con ella para cuadrar sus futuras cuentas.

"Sorprendente" aumento de los ingresos

Estas son algunas de las conclusiones que se desprenden de los documentos sobre la economía española publicados la semana pasada por el FMI, dentro de los informes periódicos que realiza el organismo internacional sobre los diferentes países (Artículo IV). El organismo internacional recuerda lo que ocurrió en España tras la gran crisis financiera de 2008: después del pinchazo inmobiliario, los ingresos se desplomaron y tardaron varios años en recuperarse por completo. Sin embargo, tras el estallido de la pandemia "sorprendentemente los ingresos agregados como porcentaje del PIB no disminuyeron a pesar de la gran contracción de la producción durante la pandemia”.

Los economistas aún no han logrado exponer todas las razones que podrían explicar el milagro de los ingresos tributarios después de la pandemia, en un contexto en el que ha habido más recortes fiscales que subidas de impuestos. Aunque algunos centros de estudios, como el Instituto Juan de Mairena, documentan un total de 69 aumentos de impuestos y cotizaciones desde 2018, los datos de los informes anuales de la Agencia Tributaria revelan que las rebajas han sido de mayor intensidad, de modo que los cambios normativos de los últimos cuatro años se han saldado con una pérdida de recaudación neta de más de 8.000 millones en el Estado. La mayor parte de estas rebajas han sido para compensar los efectos del covid y del encarecimiento de la energía y los alimentos sobre las rentas de las familias.

En el ámbito de las comunidades autónomas también ha habido rebajas fiscales en este tiempo (solo para 2024 se estima una rebaja de 2.051 millones en el ámbito autonómico).

Todo ello no ha impedido que el conjunto de los ingresos por impuestos y cotizaciones sociales del total de administraciones públicas haya aumentado en casi 138.000 millones desde 2019 hasta 2023. Como el crecimiento de los ingresos ha sido superior al experimentado por el PIB, el peso de aquellos sobre este ha aumentado en casi 4 puntos, hasta el 43% previsto por el FMI para 2024.

Razones diversas

Según el análisis realizado por el FMI, el fuerte aumento del empleo es una de las razones que explican el "boom" de los ingresos por IRPF y por cotizaciones sociales. "La sólida recuperación del mercado laboral entre 2021-2023, respaldada por grandes flujos de inmigración, ha llevado el empleo en España a su nivel histórico más alto", subraya el organismo internacional, que, en sus previsiones hasta 2029 espera que el empleo siga creciendo de forma relevante.

La otra gran palanca ha sido la inflación, que en 2022 alcanzó los niveles más altos en los últimos cuarenta años. La no corrección de la inflación en la tarifa del IRPF ha provocado una recaudación extra para la Agencia Tributaria y "es poco probable que este proceso revierta por completo", advierte el FMI. El Banco de España calcula que los contribuyentes han pagado un plus de 11.000 millones en el IRPF por el efecto de la inflación desde 2019.

El aumento de los pagos electrónicos a raíz del confinamiento es otro de los factores que ha podido contribuir al aumento de la recaudación tributaria, en la medida en que ha servido para aflorar bases imponibles del IVA. Según el análisis del FMI, cabe pensar que el nivel de los pagos electrónicos se mantenga de forma estructural, pero admite que es difícil predecir si habrá nuevos aumentos a partir de ahora.

Para 2024 se espera "que los ingresos (por IVA) crezcan ligeramente, a medida que se eliminen gradualmente las medidas de apoyo antiinflacionario y se estabilicen por encima de sus valores de 2019 en aproximadamente 0,3-0,4 puntos de PIB". En particular, se estima que la definitiva retirada de las reducciones del IVA sobre electricidad, gas y alimentos básicos devolverá el 0,2% del PIB a la recaudación del Estado.  

La mejora de los resultados empresariales, por su parte, ha permitido la recuperación de los ingresos vinculados al impuesto sobre sociedades.

Para los ingresos por cotizaciones sociales, "se espera que sigan creciendo durante la próxima década, en alrededor del 1% del PIB a medida que se introduzcan gradualmente las reformas de las pensiones introducidas entre 2021 y 2023".

Toda esta batería de argumentos y cálculos son los que llevan al FMI a concluir que España consolidará entre 2 y 2,5 puntos de PIB de la mayor recaudación producida en los últimos años. 

Medidas sobre los ingresos

Para completar el ajuste estructural de las cuentas públicas que exigen las nuevas reglas europeas, el FMI propone, sobre todo, medidas que afectan a los ingresos. Así, junto a la retirada programada de las medidas antiinflación restantes (la rebaja del IVA de los alimentos, por ejemplo), se aboga por suprimir las exenciones del IVA, armonizar los tipos de IVA entre productos e incrementar la imposición medioambiental.

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Para compensar el perjuicio de estas medidas sobre las rentas más bajas, se plantea introducir una mayor deducción fiscal para las rentas por trabajo, la ampliación de las políticas activas de empleo y el aumento de la oferta de viviendas asequibles.

De entrada, el FMI se muestra poco partidario de gravámenes sobre beneficios extraordinarios como los que existen en España sobre la banca y el sector energético. Pero para el caso de que los gravámenes extraordinarios sobre banca y energéticas se conviertan en impuestos permanentes, como pretende el Gobierno, el organismo aconseja una nueva definición de sus respectivas bases imponibles.