Informe

El FMI propone a España un ajuste de más de 9.000 millones cada año, hasta 2028

El organismo eleva al 1,9% el crecimiento de 2024 pero advierte de que la fragmentación política puede obstaculizar las reformas, la consolidación fiscal y el avance del PIB

El Fondo Monetario reitera sus recetas sobre extender el cálculo de las pensiones a toda la vida laboral, reducir el coste del despido, frenar la subida del SMI y suprimir las exenciones del IVA

IMF Director Kristalina Georgieva speaks on global economy

IMF Director Kristalina Georgieva speaks on global economy / JIM LO SCALZO

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El Fondo Monetario Internacional (FMI) valora la "resiliencia" que está presentando la economía española en el actual contexto de débil crecimiento de la zona euro y de elevados tipos de interés y ha revisado al alza el crecimiento previsto para este año, hasta el 1,9% (desde el 1,5% proyectado en enero), que, según su pronóstico, se acelerará hasta el 2,1% en 2025.

Con todo, el avance del informe sobre España que ha publicado este viernes el FMI, plantea una larga lista de deberes para la economía que, entre otras, incluye la recomendación de un ajuste presupuestario de tres puntos porcentuales del PIB entre 2024 y 2028, a razón de "un ajuste fiscal anual promedio de alrededor de 0,6 puntos porcentuales". Traducido a euros, un 0,6% del PIB previsto para 2024 equivale a algo más de 9.200 millones de euros (46.000 millones de euros para el conjunto de los cinco años).

La lista de deberes reitera alguna de las clásicas tareas que el FMI ha ido recomendando a España en los últimos años, e incluso, décadas: extender el cálculo de las pensiones a toda la vida laboral, reducir el coste del despido, frenar la subida del salario mínimo interprofesional y suprimir las exenciones del IVA, entre otras. También se advierte sobre los riesgos para la productividad de reducir la jornada laboral y de los topes al alquiler de vivienda que se han estrenado en Catalunya.

El organismo que dirige Kristalina Georgieva asume, en todo caso, que la actual coyuntura política puede no ser la más adecuada para atender sus recomendaciones: "La prolongación de la fragmentación política interna podría obstaculizar la implementación de reformas estructurales y la consolidación de las cuentas fiscales, lo que eventualmente podría terminar empeorando la confianza empresarial, la inversión y el crecimiento, sobre todo si las condiciones financieras se endurecieran", afirma el organismo en su informe sobre España.

Ajuste adecuado en 2024

El FMI entiende que abordar un ajuste fiscal de 3 puntos de PIB en cinco años "será más que suficiente para cumplir con los requisitos establecidos en las nuevas reglas fiscales". En particular, considera que para 2024 se puede juzgar como "adecuado" el ajuste derivado de los gravámenes "temporales" sobre banca y energéticas y de retirada paulatina de medidas antiinflación (con la recuperación progresiva de la fiscalidad sobre electricidad y gas). "Sin embargo, será necesario mantener este ritmo de consolidación en los años siguientes, lo cual requiere medidas suplementarias de carácter más estructural", se apunta.

En líneas generales, la magnitud del ajuste presupuestario hasta 2028 que el FMI recomienda a España coincide con las estimaciones realizadas por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), que ha instado al Gobierno a reunir la Conferencia de Presidentes autonómicos para acordarlo.

Impuestos: suprimir las exenciones del IVA

Para avanzar en el ajuste estructural de las cuentas públicas, el FMI propone, sobre todo, medidas que afectan a los ingresos. Así, junto a la retirada programada de las medidas antiinflación restantes (la rebaja del IVA de los alimentos, por ejemplo), se aboga por suprimir las exenciones del IVA, armonizar los tipos de IVA entre productos e incrementar la imposición medioambiental.

Para compensar el perjuicio de estas medidas sobre las rentas más bajas, se plantea introducir una mayor deducción fiscal para las rentas por trabajo, la ampliación de las políticas activas de empleo y el aumento de la oferta de viviendas asequibles.

De entrada, el FMI se muestra poco partidario de gravámenes sobre beneficios extraordinarios como los que existen en España sobre la banca y el sector energético. Pero para el caso de que los gravámenes extraordinarios sobre banca y energéticas se conviertan en impuestos permanentes, como pretende el Gobierno, el organismo aconseja una nueva definición de sus respectivas bases imponibles. Por ejemplo, para el que se aplica a la banca, se plantea una deducción relacionada con las dotaciones de las entidades al colchón de capital anticíclico.

Pensiones: reducir la cuantía y elevar la edad efectiva de jubilación

Por el lado del gasto, el FMI plantea la necesidad de "mejoras en la eficiencia del gasto público" y, sobre todo, políticas orientadas a afrontar la presión presupuestaria derivada del envejecimiento de la población.

En este sentido, se propone que la próxima vuelta de tuerca en la reforma de las pensiones para corregir posibles desequilibrios no se centre en aumentar las cotizaciones sociales (que es lo previsto en la nueva ley), ya que ellos "incrementaría los costes laborales y podría tener un impacto negativo en el empleo", según el FMI. En lugar de eso, se aboga por reducir "las tasas de reemplazo" (que es la relación entre pensión y último salario percibido) y para ello el FMI propone una extensión del periodo de cómputo para el cálculo de la pensión de jubilación, considerando la carrera completa. "Otra opción consistiría en seguir subiendo la edad efectiva [el informe no menciona la actual edad legal de 67 años] de salida del mercado laboral mediante acciones de espectro más amplio, como la reforma del subsidio por desempleo para trabajadores de 52 años o más, el refuerzo de las políticas activas de empleo y la introducción de un crédito fiscal por trabajo para los trabajadores de bajos ingresos", añade el organismo.

Mercado laboral: seguir adelante con las reformas

El FMI valora que la reforma laboral de 2021 haya logrado bajar la tasa de temporalidad en más de 10 puntos, a nivel promedio de la UE. Pero advierte de que se necesitan políticas adicionales para alcanzar una mayor estabilidad en el empleo "en sentido amplio."

Para ello se plantea, por ejemplo, "relajar la legislación de protección del empleo, reduciendo la incertidumbre en torno a los costes del despido", incrementar las cotizaciones por desempleo a los empleadores con mayor rotación de personal o restringir el uso de contratos temporales en el sector público, entre otras medidas.

Además, el FMI aconseja cautela en las próximas actualizaciones del salario mínimo interprofesional (SMI), una vez que ya "ha alcanzado la meta fijada por el gobierno del 60% del salario medio". También pide prudencia al abordar la reducción prevista de la jornada laboral, ya que "podría incrementar los costes laborales y reducir la producción y los ingresos de los trabajadores a largo plazo".

Vivienda: mejor, políticas de oferta

Para mejorar la asequibilidad de la vivienda, el FMI considera que las autoridades deberían priorizar el estímulo de la oferta, "antes que el apoyo distorsivo de la demanda". El organismo reconoce que el Gobierno ha avanzado en la dirección de ampliar la oferta de viviendas, aprovechando las ayudas de los fondos europeos Next Generation EU, pero recela de los topes a los alquileres dispuestos en la Ley de Vivienda, que de momento solo se han aplicado en Catalunya. "Experiencias previas sugieren que los topes a los alquileres pueden reducir la oferta de viviendas de alquiler y limitar el acceso de los grupos más marginados, contraviniendo así los propios objetivos de la ley. Por lo tanto, es necesaria una evaluación del impacto inicial de los topes fijados por Catalunya para informar el curso de la política en el futuro", se advierte en el informe.

Sector financiero: afianzar la resiliencia

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Los técnicos del FMI constatan que, en España, "el sistema financiero ha sobrellevado bien el endurecimiento de las condiciones monetarias y financieras", pero sostienen que "las autoridades deberían desplegar políticas para que los bancos aprovechen la elevada rentabilidad actual y engrosen los colchones de capital, que son más bajos que los que mantienen sus pares de la zona del euro".

En este sentido, se celebra que el Banco de España esté dispuesto a considerar la adoptación de "una tasa neutral positiva" del colchón de capital anticíclico y recomienda que se tome una decisión "en cuanto sea factible", teniendo en cuenta que "los bancos podrían tolerarlo cómodamente dadas las proyecciones de rentabilidad del actual escenario de base".