¿Cómo funcionan los Planes de Pensiones de Empleo?

 Los Planes de Pensiones de Empleo (PPE) son un producto de ahorro colectivo a largo plazo, cuyo objetivo es generar una fuente de ingresos que, cuando nos retiremos laboralmente, nos ayude a complementar la pensión pública que recibamos de la Seguridad Social. Son, además, complementarios al ahorro individual que se puede realizar a través de otros productos como Planes de Pensiones Individuales, Fondos de Inversión o seguros de ahorro.

Respecto a los tipos de Planes de Pensiones de Empleo, podemos diferenciar entre dos tipologías. Por un lado, los que están promovidos por las empresas para que sus empleados ahorren en ellos. Así, cuando una empresa considera que quiere ayudar a sus empleados a ir ahorrando para el futuro, debe constituir un órgano decisor, llamado comisión de control, formado por representantes de los trabajadores y de la empresa. En el ámbito de esta comisión se fija el régimen de aportaciones, la periodicidad, la contribuidad (si las aportaciones de la empresa están ligadas a aportaciones del partícipe o si son independientes), la política de inversión y el fondo de pensiones al que se va a adscribir el plan.

Por otra parte, los llamados Planes de Pensiones de Empleo Simplificados (PPES), están promovidos por asociaciones de autónomos, colegios profesionales, mutualidades, confederaciones y federaciones, entre otros, y están diseñados para que los trabajadores por cuenta propia puedan ahorrar en este tipo de productos.

En el caso de los Planes de Pensiones de Empleo promovidos por una empresa, una vez que se ha decidido qué política de inversión seguirá en cuanto a distribución de activos, el promotor (empresa) y los partícipes (empleados) deben realizar las aportaciones establecidas que se irán invirtiendo en activos de los mercados financieros generando rentabilidad a los partícipes.

Además de las aportaciones, tanto los Planes de Pensiones de Empleo de empresas como los Planes de Pensiones de Empleo Simplificados para autónomos pueden recibir traspasos de ahorro que tenga cada partícipe en Planes de Pensiones Individuales. Si bien es cierto que, en este sentido, hay que prestar especial atención al límite, algo sobre lo que se ha hablado mucho tras los últimos cambios aplicados. En el caso de los trabajadores por cuenta ajena el límite máximo son 8.500 euros y también se podrían sumar los 1.500 euros que se pueden invertir en Planes de Pensiones Individuales. Aquí es importante señalar que la aportación máxima depende de la aportación de la empresa. En el caso de los trabajadores por cuenta propia, pueden ahorrar en Planes de Pensiones de Empleo Simplificados hasta 4.250 euros adicionales a los 1.500 euros asignados a los planes individuales.

Es también relevante destacar aquí el tema de la tributación, uno de los elementos que más atractivos hacen los Planes de Pensiones. En el caso de los partícipes, las aportaciones reducen la base imponible del IRPF, contribuyendo por lo tanto a un ahorro fiscal. Para las empresas este ahorro también se produce. Las aportaciones tienen deducciones en la cuota íntegra del Impuesto de Sociedades y una reducción de la cuota empresarial a la Seguridad Social.

¿Y qué ocurriría si la relación laboral finalizara o quisiéramos movilizar uno de estos PPE? Cuando se cese la relación laboral con el empleador, se puede traspasar el ahorro a un plan de pensiones individual o al nuevo plan de empleo que tenga la empresa a la que se cambie el trabajador. En el caso de los autónomos, podrán traspasar su PPE a otro plan simplificado, o a un plan de empleo de empresa, si dejan de ser trabajadores por cuenta propia y pasan a serlo por cuenta ajena.

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Respecto al cobro del plan, es importante tener en cuenta que el principal momento se produce cuando se llega a la jubilación, aunque también se contemplan la incapacidad, dependencia y fallecimiento, siendo en este último caso los beneficiarios del partícipe los que recibirán dicho ahorro. Además, siempre que las especificaciones del plan lo recojan, podría cobrarse en caso de enfermedad grave, desempleo de larga duración y las aportaciones con una antigüedad superior a 10 años a partir de 2025. Es importante señalar que los importes que se reciban, tributarán en el IRPF como rendimientos del trabajo por lo que nunca está de más realizar una planificación del cobro del plan de pensiones.

Los Planes de Pensiones de Empleo son una buena herramienta para ahorrar de cara a la jubilación ya que, además de las ventajas fiscales, tanto para partícipes como para empresas, cuenta con una gestión profesional de las inversiones y ayuda a las empresas a captar y fidelizar talento por preocuparse del futuro de sus empleados, así como a desarrollar una buena política de Responsabilidad Social Corporativa.