SECTOR INMOBILIARIO

Rechazo al control de precios del alquiler a largo plazo

Los arrendadores alertan de que la regulación del mercado desincentiva las inversiones en rehabilitación energética

La duración de los inquilinos cada vez es más baja

La catedrática Paloma Taltavull -izq-, Toni Cabot y la directora de Asval Laura Fernández.

La catedrática Paloma Taltavull -izq-, Toni Cabot y la directora de Asval Laura Fernández. / Rafa Arjones

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J.A. Rico

La problemática del mercado del alquiler ha sido abordada este lunes por Paloma Taltavull, catedrática de Economía Aplicada de la UA, y Laura Fernández, directora general de la Asociación de Propietarios de Vivienda de Alquiler (Asval), en el Foro Mediterráneo. Y ambas han coincidido en que el control de precios a largo plazo no es una solución, ya que distorsiona el mercado.

Sobre la escasez de oferta, la directora de Asval ha recordado que esta no se distribuye de forma homogénea, sino que las zonas tensionadas se centran en torno a núcleos más densamente poblados, en Madrid, Baleares, Cataluña, Comunidad Valenciana y Andalucía. Y ha destacado que los 4 millones de viviendas vacías de España no se encuentran preferentemente en esas zonas.

Por su parte la catedrática de Economía Aplicada ha alertado del desplome de la construcción que trajo la crisis financiera de 2008, lo que ha conllevado «un desajuste brutal de la oferta y demanda». Así ha apuntado que la media de construcción desde 2011 volvió a cifras inferiores a las de 1960. Y ha recordado que «la duración del inquilino cada vez es más baja. Antes era de 10 años, ahora es de 8 años. Es decir los alquileres están girando mucho, está al máximo, ya no pueden girar más, y por tanto es ahí donde se pone en evidencia el problema desde su punto más grave». A este respecto, Fernández ha ido más allá señalando que la media de su asociación es de 3,5 años. Sobre la razón de esta reducción, Taltavull ha señalado que «no se sabe si es por el cambio en los patrones de movilidad por cuestión del trabajo, o es como consecuencia de la subida de precios o una combinación de factores».

Sobre el control de precios, Fernández los ha rechazado de plano, recordando los numerosos estudios existentes y que «la evidencia es apabullante. No ha servido para mejorar la accesibilidad. Puede que sea puntualmente y cuando se den una serie de condiciones adicionales como que haya una dotación presupuestaria para hacer unas medidas correctivas paralelas o que se incentive la construcción de nuevas viviendas. Pero no es la medida idónea».

Viabilidad

La catedrática ha destacado que «no podemos tocar los precios, y menos de forma permanente, porque no funcionaría el mercado, y cuando un mercado no funciona, busca un segundo mercado». Así, ha coincidido en el fracaso de los controles de precios en el pasado, y ha acotado su viabilidad a que sean a corto plazo, de forma precisa y con efecto temporal, sabiendo dónde aplicarlos y dónde están los problemas. «Porque a largo plazo una medida así distorsiona».

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Sobre la reforma del parque existente, la representante de Asval ha recordado que «la rehabilitación requiere inversión. Y cómo vas a incentivar a un propietario que no tiene seguridad sobre su rentabilidad, que no tiene claro que haya nuevas normas que modifiquen el status quo... no entra en sus prioridades la rehabilitación, no tiene ningún incentivo». Y ha señalado que eso es un problema por la legislación europea que exige una eficiencia energética para la transmisión de viviendas.

A este respecto la catedrática ha apuntado que «las grandes empresas inmobiliarias que tienen parques de edificios están rehabilitándolo todo, independientemente de que tengan beneficios, porque están descontando los incentivos en términos fiscales y de medio plazo por el consumo energético, las emisiones...», destacando la concienciación en ello. Eso sí, ha reconocido el problema que supone para los propietarios con las rentas más bajas. Y sobre la promoción de nuevas viviendas para alquiler, Asval ha abogado por ello, pero ha advertido del riesgo de que al final se dedique la mayoría a la venta. Y la catedrática ha resaltado que la clave es quién va a gestionar esas viviendas, advirtiendo de la necesidad de profesionalizar ese aspecto y los controles.