Mascotas, los integrantes de la familia que cada año mueven miles de millones en España

El perro entendido como "el mejor amigo del hombre" describe desde hace años la estrecha relación de lealtad, amistad y compañía que mantienen los humanos con estos animales. Para numerosas personas, sus canes -al igual que otros muchos animales domésticos- son un integrante más de la familia, con cuidados y gastos que van en aumento. Un cambio social que se extiende desde la alimentación hasta la belleza y los accesorios, y queexplica el éxito de nuevos sectores que no dejan de proliferar en todas sus ramas e industrias.

Solo en España, los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejan que el 43% de los hogares tienen una mascota. El sector, según un documento de febrero de la Asociación Madrileña de Veterinarios de Animales de Compañía (Amvac), mueve actualmente alrededor de 5.770 millones de euros al año.

Como destaca Ignasi Solana, secretario general de la Asociación Española de la Industria y el Comercio del Sector del Animal de Compañía (Aedpac), este aumento se explica por ser estos seres "una fuente antiestrés, de ejercicio, de compañía, con beneficios enormes para los niños y las personas mayores...". Unas ventajas que, especialmente tras la pandemia, han hecho que su presencia en los hogares "se impulse" y la ciudadanía "los llegue a considerar parte de su familia". 

Como si fueran hijos

"Son mis hijos. A mis padres les digo que ya tienen nietos", destaca Carlos Pastor, una de esas millones de personas que tienen animales domésticos -en su caso, dos gatos- en el hogar. Un proceso de "humanización", en palabras de Solana, que tiene impacto en forma de gasto en todos los ámbitos de su cuidado.

El desembolso que conlleva ser dueño de un animal doméstico comienza desde el mismo momento en que aparece en la vida de su futuro propietario, un primer paso que varía dependiendo de si la mascota se adopta de un refugio o se está adquiere en un criadero autorizado. En este último caso, el coste depende de la raza y de la entidad que lo ha criado.

"Nosotros ya damos los perros con tres vacunas y desparasitados", explica Alejandro Serrat, responsable del Aquanatura -un criadero oficial ubicado en Barcelona- sobre el coste más importantes en esta etapa inicial. No en vano, como añade José Antonio Pinazo -propietario de El Gos Pelat, una tienda de alimentación con consulta veterinaria y peluquería en València-, entre el correspondiente chip de identificación, la desparasitación y las primeras vacunas -costes que se suelen incluir dentro de la cuota que se paga en caso de adopción- el desembolso puede superar los 130 euros. Si a ello se suma la esterilización o la castración, la factura sube varias decenas de euros más.

Suma y sigue

Además, dentro de estos costes iniciales también está la adquisición de elementos básicos como una cama, platos para la comida y el agua, collar y correas, un gasto muy variable dependiendo del propietario y de lo que desee obtener. "Para gatos hay areneros de cinco euros y también de 100", ejemplifica sobre ello Serrat. 

Pero cuando esos primeros meses ya han transcurrido, la alimentación es la que acaba colándose como la principal inversión -entre el 30% y el 40% del total, apuntan fuentes del sector- a la hora de cuidar un animal doméstico. Según refleja el Barómetro de los nuevos hábitos y perfiles del petparent en España elaborado por Aedpac, para alimentar a un perro se requiere de media 62,7 euros al mes (unos 750 al año), y para un gato, 55 euros (660 euros). Y todo ello sin olvidar los premios o golosinas, productos "que cada vez más los clientes compran para educarlos y para los ratos de juego", señala Serrat.

No obstante, esta cifra también resulta muy dispar dependiendo de cada caso, ya que el tamaño del animal o si se opta por comprar marcas prémium en vez de blancas -práctica por la que se decantan ocho de cada diez propietarios, según Aedpac- influye en que el gasto sea más o menos alto. "Soy partidario de que a mis gatos no les falte de nada. Siempre les compro comida húmeda", reconoce Pastor. 

Sin embargo, los alimentos no son el único gran gasto. También está todo aquello que tiene que ver con la salud -representan entre el 20% y el 30 % del total-, desde las consultas médicas en las más de 7.000 clínicas que existen en España en caso de que el animal se ponga malo hasta las vacunaciones anuales. Cada una de estas situaciones, en una tienda como la de Pinazo, cuesta 30 euros. Junto a ellas, figuran asimismo los tratamientos -o instrumentos como las pipetas- para luchar contra los parásitos, acciones que se suelen efectuar entre dos y cuatro veces al año con un coste de entre 10 y 30 euros dependiendo del tipo de animal.

Eso sí, como recuerdan instituciones como el Colegio Oficial de Veterinarios de Valencia, pese a estas estimaciones "cada mascota es única y puede que requiera cuidados específicos", por lo que «es fundamental estar preparado para asumir la responsabilidad a largo plazo que implica tener un animal de compañía".

 Como recuerda el dueño de El Gos Pelat, "si se te pone malo el animal", ese coste "puede subir mucho". Debido a ello, cada vez más personas recurren a una póliza de seguro, opción que supone pagar unas decenas de euros más al mes para el cliente en un sector que ya movía hasta 88 millones de euros en 2022.

Jerséis y otros extras

Pero la humanización que experimentan estos animales tiene también su traducción en un mayor desembolso en caprichos. "Si los dueños se gastan en comida al mes 30 euros, por ejemplo, en caprichos a lo mejor se gastan la mitad", explica Pinazo. Y aquí entran compras como los collares, los juguetes e incluso "un jersey o una chaqueta que a lo mejor llega a los ocho o diez euros". "A mis gatos les compré un árbol [un juguete] que costó unos 80 euros", recuerda Pastor, que también reconoce que siempre "acaba cayendo algún regalo en Navidad". No es algo extraño. Siete de cada diez propietarios, según Aedpac, compra este tipo de obsequios a sus animales y, de ellos, uno de cada cinco gasta más de 45 euros.

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A todos estos desembolsos se suman otros servicios como el de los adiestradores -puede llegar a ser hasta el 10 % de lo que cuesta mantener un animal- y el de aquellos centros o personas que cuidan de las mascotas cuando el dueño está de vacaciones -cuya taripa varía dependiendo del tipo de animal y del tiempo de estancia-, sin olvidar la peluquería, que junto al de veterinario está permitiendo la supervivencia de tiendas como la de Pinazo.

Y es que, en este momento como el actual de auge de un comercio on line que, según Solsona, está "siguiendo las pautas al alza de mercados más maduros", el propietario del establecimiento valenciano destaca que "solo con los complementos o la alimentación es imposible mantenerse". Por eso, los 23 euros que ingresa por acicalar a esos animales cada dos o tres meses son "muy importantes".