MERCADOS

Por qué Japón deja atrás su política de tipos negativos

El BoJ decidió en marzo que el precio del dinero debía situarse en un rango del 0% y el 0,1% tras años con los tipos en negativo. En la reunión celebrada a finales de abril la institución decidió mantener ese nivel, por lo que es probable que la política de tipos negativos de Japón haya quedado atrás tras dos décadas

Vista panorámica de Tokio (Japón).

Vista panorámica de Tokio (Japón). / Marijan Murat/DPA

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La economía japonesa se ha caracterizado en las últimas dos décadas por ir a contracorriente. Al Banco de Japón no le ha temblado el pulso y ha mantenido precio del dinero a tipos ultrabajos durante las últimas dos décadas. Pero el pasado marzo, al calor de las fuertes subidas de tipos en todo en Estados Unidos y en Europa, las autoridades se decidieron a dar un volantazo y elevaron en un rango del 0% al 0,1% los tipos, que entonces se encontraban en terreno negativo. "El crecimiento de la inflación, que ronda el 3%, y la debilidad de su moneda han llevado al Banco de Japón (Boj) a incrementar los tipos, aunque ha sido una medida más bien simbólica, el país llevaba sin incrementar los tipos desde 2007 tras un periodo de lucha contra la deflación", señala el analista de XTB Joaquín Robles.

Durante su última reunión monetaria el pasado 26 de abril el BoJ renunció a subir más tipos y los dejó en el mismo rango que en marzo. Esto es una clara señal de que la era de los tipos negativos ha llegado a su fin, pero Japón debe ahora enfrentarse a la depreciación de su moneda, el yen, que ha caído a mínimos en tres décadas ante la fortaleza del dólar y la brecha en tipos de interés con Estados Unidos. "La subida de tipos no ha tenido un gran impacto en el mercado, por lo que los inversores exigen acciones más contundentes y coordinadas", asegura Robles, a pesar de ello, este analista descarta que en los próximos meses vaya a producirse un fuerte endurecimiento monetario.

"En línea con nuestra política, el gobierno seguirá vigilando de cerca la evolución del mercado de divisas y tomará todas las medidas necesarias", aseguró la pasada semana el ministro japonés de finanzas, Shunichi Suzuki, en declaraciones a los medios. "Estamos preocupados por el lado negativo del yen más débil", añadió Suzuki, y reconoció que atender al aumento de los precios es una prioridad del Ejecutivo japonés. Una divisa débil favorece, por un lado, la competitividad de las exportaciones japonesas, pero también encarece el coste de las importaciones. La fuerte depreciación del yen ha alimentado las sospechas de que las autoridades puedan llegar a intervenir en defensa del tipo de cambio. "Es probable que se produzca algún tipo de intervención en el mercado de divisas para sostener el yen, es difícil que el BoJ se decida a volver a subir tipos, así que lo más lógico es que se intervenga el tipo de cambio", indica el analista de iBroker Antonio Castelo.

Depreciación del yen

Pero las autoridades no se han decidido a intervenir de forma decidida, lo que llevado al yen a depreciarse a niveles de 1990. Japón ya intervino para proteger su divisa entre septiembre y octubre de 2022, compras por alrededor de 60.000 millones de dólares. El alza de tipos decidida en marzo no ha conseguido fortalecer el yen, una de las divisas más afectadas por el retraso en la esperada bajada de tipos de interés por parte de la Reserva Federal y por la posibilidad de que incluso no llegue a tocarlos durante este año. "Acabar con el estímulo monetario puede provocar un freno a la recuperación económico y que se dispare el rendimiento de los bonos, lo que lastraría el balance del país. Con un yen cayendo en el mercado de divisas, la sostenibilidad de la deuda japonesa puede estar en entredicho", desarrolla Diego Morín, analista de IG Mercados.

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"La posible inestabilidad de los bonos del Estado japoneses y una mayor debilidad del yen podrían poner en peligro la consideración de Japón como ancla del mercado global y suscitar dudas sobre la sostenibilidad de la deuda. Una posible solución para que el país pueda dejar atrás su experimento político de una década sería convencer a las entidades de crédito nacionales para que vuelvan a invertir en deuda pública japonesa", detalla John Butler, experto macroeconómico de Wellington Management, en una nota sobre la economía japonesa remitida a los medios de comunicación.

La fortaleza de la economía estadounidense y una inflación que se resiste a seguir bajando son los principales argumentos que han alejado la expectativa de un recorte de tipos en junio, según ha señalado el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell. Y con los tipos de interés altos por más tiempos, el horizonte a corto plazo apunta a un dólar fuerte que frene el resto de divisas, en especial frente al yen, con una economía que aún mantiene unos tipos al borde el 0%. "Mientras la inflación y el yen se mantengan sobre los niveles actuales, es probable que tan solo veamos intervenciones puntuales por parte del BoJ. Hay que tener en cuenta que precisamente la debilidad del yen le ha permitido ser más competitiva, impulsar sus exportaciones y llevar a la Bolsa Japonesa a registrar un nuevo máximo histórico", concluye Joaquín Robles, de XTB.