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Finizens: "No se puede definir el bitcóin como un activo por sus burbujas continuadas"

La fintech busca arañar cuota a los bancos a través de las bajas comisiones y el lanzamiento de una cartera monetaria para competir con depósitos y cuentas de ahorro

El consejero delegado de Finizens, Giorgio Semenzato.

El consejero delegado de Finizens, Giorgio Semenzato.

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La fintech española Finizens cumple siete años y lo hace por primera vez con un ebitda (beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones) en positivo de 78.000 euros. El gestor automatizado de inversiones llega a esta efeméride con 21.000 clientes y 400 millones de euros en cartera con una filosofía enfocada en la gestión pasiva a través de fondos de inversión indexados (ETF), planes de pensiones y planes de ahorro.

El 'roboadvisor', participado por el fondo de capital riesgo Axon Partners, la aseguradora Caser y Mutualidad de la Abogacía, huye de las tendencias del mercado y quiere seguir apostando por los activos tradicionales de bolsa, bonos, socimis y oro. "Nuestro estilo es aburrido, lento, constante... Apostamos por menos volatilidad y más diversificación. En el bitcóin no hemos entrado ni prevemos entrar. De hecho, no se puede definir como un activo por las burbujas continuadas que tiene", comenta su consejero delegado Giorgio Semenzato en un encuentro con 'activos'.

En 2023, las carteras indexadas de Finizens obtuvieron una rentabilidad neta media del 10,6%, del 6,9% en el caso de sus fondos más conservadores y del 14,9% en los más expuestos más agresivos. Las carteras de renta variable del 'roboadvisor' acumulan una rentabilidad neta del 70,2% desde su lanzamiento en 2017. "Esperamos una mejora de las rentabilidades que en la anterior década por la mayor contribución de la renta fija. Lo esperable son cifras anuales del 4%-4,5% en carteras de bonos y del 7% en bolsa", añade Semenzato.

Las carteras de Finizens tienen acceso a los mayores fondos pasivos del mundo, como Vanguard, iShares o BlackRock... En España, la cuota de mercado de los ETF aún es del 2,5%, mientras que en el resto de la Unión Europea alcanza un 26,7% y en Estados Unidos supera ya a los fondos en los que el gestor selecciona cada compañía o bono y alcanza el 50,02%, según los datos de Morningstar. En EEUU, nueve de los diez mayores fondos siguen a un índice. Este crecimiento llega de la mano del retorno, pero sobre todo por las bajas comisiones.

"Hasta la fecha hemos ahorrado a nuestros clientes más de 11 millones vía comisiones en comparación con las entidades tradicionales. Cada año disminuimos las comisiones a nuestros clientes que continúan con nosotros. En España, hay pocos alicientes para que la banca ofrezca productos con bajas comisiones, aunque tenemos el mercado de 'roboadvisor' más competitivo del mundo", sostiene Semenzato. Los principales competidores de Finizens son Indexa Capital, Inbestme y Myinvestor.

Busca competir con los depósitos

En diciembre, además, lanzaron una cartera de fondos monetarios con un interés del 3,6% al año destinada a ahorradores y empresas que busquen rentabilizar su patrimonio en efectivo en línea con el tipo de interés vigente. El objetivo que persigue la gestora es captar a las personas y empresas descontentas con la remuneración ofrecida por las cuentas corrientes o depósitos de los bancos tradicionales.

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Según Finizens, de hecho, la remuneración media de las cuentas corrientes y depósitos bancarios en España se encuentra respectivamente un -55% y un -25% por debajo de la media europea.

Con estos porcentajes y, pese a que los tipos de interés fijados por el Banco Central Europeo (BCE) sean los mismos para todos los países, el ahorrador español está recibiendo una remuneración por su dinero en efectivo mucho más baja que la media de ciudadanos en Europa. Más aún teniendo en cuenta que a día de hoy en España hay alrededor de un billón de euros -según datos del Banco de España “aparcados” en cuentas corrientes y depósitos bancarios de remuneración nula o muy baja, una cantidad que representa el 40% de la riqueza de los hogares españoles excluyendo la vivienda.