Proyectos

Magallanes Renovables escoge Vigo para fabricar su primera plataforma comercial

Apuesta por el naval olívico para su segunda instalación mareomotriz, que tendrá como destino Escocia

La energética ultima financiación y prevé empezar a construir este año

Diseño de la nueva Atir 2.0, con las aspas funcionando bajo el agua

Diseño de la nueva Atir 2.0, con las aspas funcionando bajo el agua / Cedida

4
Se lee en minutos

Magallanes Renovables volverá a dejar carga de trabajo en el naval de Vigo y su área para dar el salto definitivo en su proyecto energético tras más de 15 años de desarrollos. La empresa de Redondela ha elegido a la industria local para fabricar su segunda plataforma mareomotriz y la primera diseñada expresamente para la fase comercial. Un momento que llega tras el extenso período de pruebas con la Atir, fabricada en 2017, y que tendrá como destino precisamente las mismas aguas de Escocia. “La capacidad industrial de Vigo es clave”, explica el CEO de la firma, Alejandro Marques de Magallanes Crespo, que reconoce que están ultimando la financiación de cara a empezar la obra antes de final de año.

Con la idea de “desbloquear un nuevo recurso energético”, Magallanes lleva cinco años testando la Atir en el Centro Europeo de Energía Marina (EMEC, por sus siglas en inglés). Allí estuvo todo este tiempo validando su tecnología, produciendo energía desde 2019 gracias a la fuerza de las corrientes de la zona y ensayando tipos de fondeo, probando cables, maquinaria interna, software o estrategias de mantenimiento, entre otros.

Durante estos años, la industria fue evolucionando y la urgencia por dotarse de nuevas fuentes de energía renovables hizo que algunos países diesen un paso al frente hacia otras tecnologías más allá de la eólica o la solar. Reino Unido fue la que más se mojó y, como adelantó Faro ya en julio de 2022, la compañía redondelana se adjudicó una tarifa fija en la subasta británica de energía.

Aquel hito, que permitió desbloquear el primer parque mareomotriz, en Gales, se repitió en la subasta del año pasado (se hizo con 4,5 MW con un precio garantizado de 198 libras MW/hora, 230 euros), con lo que Magallanes cuenta con más de 10 MW en el país.

Según explican desde la empresa, los planes a corto plazo pasan por la instalación de una plataforma en Escocia y de otras seis en Gales, en el llamado proyecto Morlais, donde desplegará unos 9 MW de potencia instalada.

En estos momentos, la firma está negociando la financiación de la primera, que será la que se instale en Escocia, donde se estrenará la Atir 2.0, la versión optimizada de la que actualmente está instalada en el EMEC, ya que reduce el impacto visual en el mar, los costes de mantenimiento y aumenta la generación de energía.

Noticias relacionadas

Y si de la Atir se encargó en su día el naval vigués, con la calderera Ganain al frente, en esta segunda ocasión no será diferente. “Nuestra intención es hacerla en Vigo”, recalca el CEO, que explica que todavía no han decidido qué empresa se hará cargo, si bien ya hay conversaciones en marcha. El objetivo es tenerla en el agua a finales del próximo verano, con lo que urge empezar su fabricación ya este año.

La plataforma, que tendrá unas dimensiones similares a la anterior (tenía 45 metros de eslora), va a estar certificada (por Bureau Veritas) y, debido al alza en el precio del acero, será más cara que la que se construyó en su día. La estimación es que el “paquete completo”, es decir, la fabricación, transporte, instalación y fondeo, superará los 7 millones de euros en total.

Un impacto medioambiental “muy pequeño”

El diseño de la nueva plataforma mareomotriz de Magallanes Renovables, en el que ha tenido mucho que decir la santiaguesa Redondo Design (D3 Applied Technologies), está pensada para que tenga un impacto medioambiental “muy pequeño”. El CEO de la compañía, Alejandro Marques de Magallanes Crespo, afirma que, al contrato que los molinos de la eólica marina, estos sistemas “apenas se ven” desde la costa y, además, contarán con equipos para evitar la interacción con animales.

El responsable de la firma, hijo del fundador Alejandro Marques de Magallanes, explicó algunas de las particularidades de la Atir 2.0 en el podcast Mares de Energía. “La obra muerta, la que sobresale por encima del agua, tiene muy poca altura; como podría ser una batea”, indicó sobre el impacto visual.

Además, la instalación dispondrá de sistemas acústicos, también en lo que respecta al perímetro del parque, para alejar a mamíferos e impedir que puedan llegar a interactuar con las aspas. Junto a ello, también contará con “un sistema preventivo” que alerte “en caso de que se acerquen demasiado”. “Que esperamos no usar nunca”, añadió el CEO.

En la conversación, Marques de Magallanes también hizo alusión a que tienen dos competidores, que creen que tienen “tecnologías que son más costosas”, y a los planes de futuro, que no pasan solo por Reino Unido. “Estamos descubriendo que hay zonas como Florida, con la corriente del Golfo, en las islas de Japón, Corea, Filipinas…Y en España el potencial es espectacular, solo en el estrecho de Gibraltar, pero hablamos de una potencialidad de unos 7.000 MW, el equivalente a unas 7 centrales nucleares”, comentó.