El panel de expertos de PwC prevé un crecimiento de la economía del 1,6% en 2024

Si el año 2023 se caracterizó por aguantar mejor el envite de los tipos de interés y de la crisis energética, el 2024 será el ejercicio en el que se consolide el enfriamiento de la economía española. El descenso de las exportaciones, de la creación del empleo y de la inversión productiva estarían detrás de esa desaceleración de la actividad, que cristalizaría con un crecimiento del 1,6%. Así lo anticipa el 'Consenso Económico y Empresarial' correspondiente al cuarto trimestre, elaborado por PwC a partir de la opinión de 450 expertos, empresarios y directivos. Los panelistas han empeorado su previsión de la coyuntura económica del país en tres décimas respecto a la cifra prsentada el trimestre anterior. Por contra, para el 2023 esperan una evolución favorable del 2,1%, dos décimas más respecto al informe de junio pasado.

El pesimismo se ha adueñado de los panelistas, de los que solo el 32,6% califica como buena la situación actual (50,5% en junio) y un 61,2% la consideran regular. Y más de la mitad espera que empeore en un año. Tres de cada cuatro encuestados (76,3%) justifican este frenazo en que la demanda esperada no será suficiente para incrementar la producción. A esta razón se suma la moderación del consumo en los próximos seis meses y la disminución de la compra de vivienda, dos efectos que ya se han empezado a notar. Según los últimos datos de Eurostat, el consumo de los hogares españoles cayó un 1,46% respecto a 2019, mientras que la compraventa de viviendas cayó un 23,7% en septiembre de este año, el mayor desplome conocido en el mercado inmobiliario desde junio de 2020.

Sin embargo, las empresas están más preocupadas por las exportaciones, termómetro de la economía mundial. Crece en diez puntos, hasta el 53,1%, el número de panelistas que creen que la situación económica y financiera del tejido empresarial es regular, y también crece del 13,7% hasta el 46,5% los que esperan un empeoramiento de los mercados exteriores. La opinión de los encuestados ha virado en los últimos meses hacia posiciones menos optimistas sobre la evolución de la inversión productiva, de la que esperan una disminución en los próximos seis meses (43,3%), de las exportaciones (37,4%) y un freno en la creación de empleo (55,6%).

En el plano macreconómico, la mayor parte de los encuestados esperan que los tipos de interés se mantengan en el 4,5% en junio del año que viene y descender hasta situarse entre el 3,5% y el 4% en diciembre de 2024. La inflación se movería de forma paralela, aunque de una forma más lenta. Para el 'Consenso Económico y Empresarial', los primeros cambios en la inflación se verán en diciembre del próximo año, cuando podría enmarcarse entre el 2,5% y el 3%.

Un 48%, a favor de la energía nuclear

El debate sobre el futuro modelo energético para España y Europa ha mostrado un consenso mayoritario entre distintas temáticas. Por ejemplo, un 48% está de acuerdo con el criterio de la Comisión Europea de considerar como energía no contaminante la energía nuclear por no producir apenas emisiones de dióxido de carbono durante su producción. En general, los panelistas que conformen el Consenso apoyan las medidas de la Unión Europea para impulsar la transición hacia una economía baja en emisiones de carbono que luche contra el cambio climático, si bien el 52,9% tambien pide a las autoridades comunitarias plazos más largos y realistas para poder adaptar la industria y la tecnología.

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Aunque creen que los objetivos de descarbonización fijados por la Unión Europea son difíciles de lograr, un 40,2% de los encuestados cree que se conseguirán con grandes sacrificios, mientras que un 37,2% prevén su futura modificación por el gran golpe que supondrán para la industria europea. Al mismo tiempo el 53,9% de los panelistas se muestran orgullosos de que España se posicione entre los primeros puestos a nivel mundial en el campo de las energías renovables y cerca de la mitad cree que será un legado para las nuevas generaciones. El Consenso coincide en señalar los mayores esfuerzos de las empresas por incorporar la sostenibilidad a sus procesos, aunque todavía cree que el greenwashing es frecuente y piden mayor claridad a los reguladores a la hora de elaborar la normativa.

Sobre mantener las ayudas públicas vinculadas a los combustibles fósiles, que en 2022 ascendieron a 6,5 billones de euros, según el FMI, la mitad de los panelitas ve más lógico dirigir ese dinero a la investigación y promoción de energías verdes. También son mayoría quienes aseguran que "no tiene sentido fomentar estos combustibles a la vez que se trata de reducir las emisiones".