OPINIÓN

El Ibex, contra la amnistía

Pedro Sánchez ha logrado lo que parecía imposible, que un presidente del Ibex -el índice que agrupa a las empresas más grandes del país- dé un paso al frente y se pronuncie en público contra la amnistía

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El presidente de Mapfre, Antonio Huertas.

El presidente de Mapfre, Antonio Huertas.

Pedro Sánchez ha logrado lo que parecía imposible, que un presidente del Ibex -el índice que agrupa a las empresas más grandes del país- dé un paso al frente y se pronuncie en público contra la amnistía. Antonio Huertas, máximo responsable de la aseguradora Mapfre, se sumó a las manifestaciones convocadas por el Partido Popular en toda España hace ocho días. "Toca defender la Constitución y el Estado de Derecho"escribió el presidente de la mayor aseguradora española en sus redes sociales, convirtiéndose en el primer presidente del Ibex en oponerse a la amnistía.

La reacción de Huertas se agravó días después y, en su Extremadura natal, instó a la ciudadanía a «rebelarse» contra los pactos de la "España multinivel" de Sánchez. Culpa al socialista de ahondar los desequilibrios territoriales y "crear españoles de primera y de segunda".

Que un presidente del Ibex se haya colocado a la cabeza de la manifestación del mundo corporativo contra la España de Sánchez anticipa cuatro años de agria confrontación entre el Gobierno y el empresariado. Este último, muy necesitado de seguridad jurídica, se sintió estigmatizado y castigado fiscalmente en la pasada legislatura. Ahora, la política económica que saldrá del acuerdo PSOE-Sumar no le tranquiliza y quizá se replantee inversiones.

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La confrontación entre Gobierno y empresarios será muy perjudicial para una economía, la española, que se ha desacelerado en el tercer trimestre de este año y que sufrirá aún más en 2024. El próximo será un año en el que habrá que corregir el déficit público y evitar el rebote de la inflación, según coinciden casi todas las casas de análisis económico y el propio Ejecutivo.

Cabe esperar que el clima tan hostil de estos primeros compases de la legislatura pueda ser reconducido y, aun manteniendo las lógicas distancias entre las partes, se recupere la cooperación entre la Administración y los empresarios. La economía lo agradecerá.