OPINIÓN
Más de una oportunidad
Existen profesionales españoles en toda la cadena de valor, desde empresas dedicadas a la producción, el transporte y el almacenaje de este gas hasta aquellas centradas en el diseño, la fabricación y el suministro de los equipos y las plantas que lo hacen posible
Conductos de hidrógeno verde.
Escuchamos con frecuencia decir que el hidrógeno renovable supone una gran oportunidad para España, que nuestro país producirá una gran cantidad de este hidrógeno que le permitirá autoabastecerse, acabando así con la dependencia energética, y también exportarlo al norte de Europa. Sin embargo, esa no es la única oportunidad que tiene nuestro país.
En la Asociación Española del Hidrógeno (AeH2), hay socios a lo largo de toda la cadena de valor: tenemos en España empresas que se dedican a la producción de hidrógeno, transporte y almacenamiento de este gas, pero también al diseño, la fabricación y el suministro de los equipos y las plantas que lo hacen posible. Vamos a poder exportar sistemas de producción de hidrógeno y servicios (ingeniería, consultoría, asesoría…) relacionados con esta tecnología.
Alineados con esta cooperación internacional, la AeH2 tiene firmados más de una veintena de acuerdos bilaterales con distintos países con el fin de impulsar este intercambio a corto y medio plazo. Estos acuerdos favorecen el mercado del hidrógeno, el desarrollo conjunto de tecnología y la exportación de equipos.
Pero es que, más aún, nuestro país es líder en el desarrollo de tecnología. En España se escribe el 3,8% de los artículos científicos a nivel mundial en el ámbito del hidrógeno y de las pilas de combustible; el peso del I+D español en Europa es del 15%. Si somos capaces de trasladar todo este conocimiento científico de los centros de investigación y las universidades al ámbito empresarial e industrial, nuestro liderazgo tecnológico está garantizado.
Todo ello va a conllevar la aparición de nuevas empresas, de nuevos negocios y de nuevos proyectos; va a favorecer el desarrollo de una economía local y la creación de puestos de trabajo cualificados. Es verdad que todavía podemos mejorar en aspectos relativos a la formación de este personal necesario, que actualmente no cubre la demanda, pero nuestras universidades y nuestros centros formativos están ya en ello.
El hidrógeno es una gran oportunidad para nuestro país en muchos sentidos y en nuestra mano está aprovecharla.