Hidrógeno verde: una ocasión única para España

Si algo hemos visto claro en Europa durante el último año es que tenemos que avanzar hacia nuestra autonomía estratégica, objetivo que incluye un componente muy importante de independencia energética. La UE ha incorporado el hidrógeno verde como un vector clave para alcanzar sus metas de seguridad de suministro y descarbonización, como complemento imprescindible a la electrificación. Y es consciente de que la desigual oferta y demanda de hidrógeno prevista en las diferentes regiones europeas exige promover vías para conectarlas.

Por eso, en su plan REPowerEU, la Comisión Europea ha apostado por los corredores de hidrógeno como la forma más eficiente de transportarlo a lo largo del continente. Centroeuropa necesitará hidrógeno verde de países con gran potencial renovable, como España, y lo recibirá a través de corredores como H2Med, que impulsamos junto a Portugal, Francia y Alemania. Del mismo modo que demandará amoniaco, que será transportado por barco en forma líquida. Ambos mecanismos encajan perfectamente y son plenamente complementarios. 

Estamos ante una oportunidad única. Nuestro país tiene potencial para producir tres millones de toneladas de hidrógeno verde al año. Parte de esa producción la consumiremos internamente, para descarbonizar industrias no electrificables como el refino, la química y el acero. Y, además, podremos exportar a Europa a través de H2Med 2 millones de toneladas al año, es decir, el 10% del consumo total europeo que prevé el plan REPowerEU para 2030.

Noticias relacionadas

Las empresas y el salario digno

¿Quieres abrir un rocódromo? Descubre la nueva fórmula de Indoorwall y consigue una alta rentabilidad

Países como Alemania confían en el hidrógeno verde que seamos capaces de producir y enviar desde España. H2Med va a materializarse como un gran corredor de hidrógeno de Europa: es una infraestructura con la que cuenta toda la planificación europea y que recibirá la confirmación definitiva con su incorporación a la lista de proyectos europeos de interés común.

España tiene ante sí un gran proyecto nacional y europeo. Ya somos el mayor hub de gas natural licuado de Europa y, con las infraestructuras necesarias, lo seremos también de hidrógeno verde. Aprovechar la oportunidad de vehicular nuestro excedente de producción a los mercados europeos y contribuir a la soberanía energética exige visión de futuro y, también, que pisemos el acelerador.