SORTEO

La Lotería de Navidad también es para el verano: recupera ventas y factura 740 millones

Los turistas aprovechan sus vacaciones para comprar un décimo en zonas costeras y permiten a las administraciones de lotería vender un 20% del Sorteo Extraordinario de Navidad

Cola en una de las administraciones de lotería de Benidorm.

Cola en una de las administraciones de lotería de Benidorm. / DAVID REVENGA

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Llega el temido final de vacaciones y toca pensar en algún recuerdo para la familia, amigos o para aumentar la colección de 'souvenirs' de aquellos destinos turísticos por donde ha transcurrido parte de nuestros veranos. Algunos optan por los manidos imanes de la nevera, otros por la gastronomía del lugar y los últimos (cada vez más) compran un décimo de la Lotería de Navidad. Los veraneantes aprovechan sus días de descanso en las costas españolas para adelantar la adquisición de un boleto que les permita soñar con ganar el sorteo del Gordo, que se celebra cada 22 de diciembre. Y es que las supersticiones son las que mandan a la hora de participar en la lotería y no son pocos los que piensan la frase que cierra el anuncio de televisión veraniego de la lotería navideña: ¿Y si cae aquí?". La sola posibilidad de perder la oportunidad de ganar millones, unido a la recuperación del turismo, ha permitido a las administraciones de lotería vender en tan solo dos meses un 20% del total de números emitidos, unos 37 millones de décimos que representan 740 millones de euros.

"El verano es una época buena de venta", confirma Borja Muñiz, presidente de la Agrupación Nacional de Administradores de Lotería (ANAPAL). La emisión del 'spot' publicitario del sorteo navideño dio el pistoletazo de salida a la venta de décimos y también a las primeras colas alrededor de las administraciones de lotería más conocidas de las ciudades. Eso sí, el común denominador de todas ellas es que se encuentran a escasos metros del mar. "Donde hay turismo, la lotería se mueve mucho, por eso en zonas costeras se nota más", asegura Muñiz. Andalucía, Murcia y la Comunidad Valenciana compiten por la venta de décimos con zonas donde el número de turistas aumenta año tras año, como Galicia o Asturias.

En La Herradura de la Suerte, administración de lotería ubicada en pleno centro de Málaga, no es raro ver una serpiente de personas esperando su turno para escoger su número favorito. Aunque en julio ya empiezan las ventas, en la primera quincena de agosto se ha observado una "pequeña subida": "En agosto se nos da bien por el turismo y por la Feria de Málaga", señala el responsable de este local, Francisco Hernández. Dice que el estar estar en pleno centro histórico también les beneficia, ya que los turistas suelen transitar esa zona, pero también ha aumentado la afluencia este año por la recuperación del turismo. En Benidorm ocurre un fenómeno similar. Pese a las altas temperaturas, las filas de turistas frente a las administraciones de lotería evidencian las cifras alcanzadas este año: las ventas son similares a las del año pasado, cuando el turismo rozó la recuperación, y sobrepasan los datos previos a la pandemia.

Si bien las colas por comprar un décimo de Loteria de Navidad se acumula en lugares costeros, Doña Manolita, la administración de lotería más famosa de Madrid, es la excepción de la norma. Las filas de compradores doblan la esquina del establecimiento desde el primer día de venta de décimos, que también aprovecha su ubicación céntrica en la capital para animar a los turistas a llevarse un recuerdo en forma de lotería. No ocurre lo mismo en El Gato Negro, una de las administraciones más transitadas de Barcelona. "Aquí colas no hay, pero sí hay una 'avanzadilla' de venta a clientes de otras poblaciones", explica Teodoro Baró, titular del local, aunque puntualiza que "ha vuelto el turista" y "hay recuperación respecto a años anteriores". "Ahora empieza un goteo de ventas, pero no es un boom como en otras zonas turísticas", añade. Lo que sí ha notado es un aumento de compras presenciales en comparación con años anteriores, cuando las ventas se resolvían mediante envíos.

Un 'souvenir' más

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Tradicionalmente, los números del sorteo navideño llegaban a las administraciones en octubre, pero esta fecha se adelantó a julio en los años 80, cuando el turismo de masas despegaba en España. Desde entonces, los turistas que acuden todos los veranos al mismo punto del país optan por comprar un décimo "por si acaso toca" en esa ciudad donde repiten cada julio o agosto. Al miedo de quedarse al margen de ganar un puñado de millones se une el recuerdo veraniego. "Es como un 'souvenir', se compra en el sitio donde se ha pasado el verano", aclara Muñiz. Cuando finalizan las vacaciones de septiembre, las administraciones de lotería comienzan a ver otro tipo de cliente, como personas afines a la Lotería de Navidad o empresas que solicitan un número determinado para repartirlo entre sus empleados.

Además del incremento de turistas, los vendedores de décimos están de suerte. Según anunció el presidente de Loterías y Apuestas del Estado (SELAE), Jesús Huerta, en el arranque de campaña veraniega, este año el Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad será el que más premio reparta en toda su historia. Se debe a la venta de 185 millones de décimos y 185 series de 100.000 números cada una, cinco más que las distribuidas en 2022. En total, el SELAE recaudará solo con este sorteo 3.700 millones de euros. De este monto, el 70% se repartirá en premios, es decir, unos 2.590 millones de euros podrán ser ganados por las personas que participen y consigan el Gordo o cualquiera de los premios secundarios del sorteo. En 2022 se distribuyeron 2.520 millones de euros en premios, unos 70 millones menos que los anticipados por el SELAE en 2023.