EN AGOSTO

El precio de la luz marca su máximo en seis meses por el uso disparado de las centrales de gas

Las eléctricas exprimen sus ciclos combinados en agosto hasta convertirlos en la mayor fuente de generación de electricidad. El consumo de electricidad cae un 1,1% pese a las olas de calor.

Las plantas solares confirman el ‘sorpasso’ a la eólica como principal energía renovable durante todo el verano. 

Una torre de la red de transporte de electricidad.

Una torre de la red de transporte de electricidad. / D. P. P.

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El precio de la luz ha escalado en pleno verano hasta niveles máximos desde principios de año. El mercado mayorista de electricidad -en el que eléctricas, comercializadoras y traders compran y venden la energía que se consumirá al día siguiente- alcanzó de media un precio de 96,05 euros por megavatio hora (MWh) en agosto, un 6,2% más que en julio y su mayor precio desde febrero cuando se superaron los 133 euros, según los registros del Operador del Mercado Ibérico de Electricidad (Omie).

El mercado mayorista, también conocido como pool en el sector energético, se ha tensionado en pleno verano por por el mayor peso de la producción de las centrales de gas y por la menor aportación de la eólica (algo habitual en verano) y de las hidroeléctricas por la sequía, pero está muy lejos de los picos de precios del año pasado en plena crisis energética. En el agosto de 2022 el precio medio de la electricidad fue de casi de 155 euros por MWh, un 69% más que este verano.

Durante todo agosto la demanda de electricidad descendió en España un 1,1% en relación a los niveles del año pasado, a pesar de las aumentos de consumo registrados durante las olas de calor de las últimas semanas y el mayor uso de los aires acondicionados, según los datos del gestor del sistema eléctrico, Red Eléctrica de España (descontando el efecto de la temperatura y la laboralidad la caída del consumo es del 1,3%).

Sin embargo, los picos de consumo (en las horas de mayor demanda, entre las 20.00 y 22.00 horas, se ha registrado un aumento del 1,5%) sí han condicionado directamente el precio de la luz y el peso de las diferentes tecnologías en la producción de electricidad.

Quemando gas

Las compañías eléctricas y REE han disparado el uso de las centrales de gas para atender los picos de demanda y solventar la menor aportación de otras tecnologías de producción. Los ciclos combinados -las plantas que queman gas para producir electricidad- se colocaron en agosto como principal fuente de producción en el país, prácticamente empatando con las centrales nucleares, con un 21,2% de toda la generación eléctrica del mes (en los días de mayores temperaturas por olas de calor el peso de las centrales de gas escaló hasta entre el 25 y el 30% de la producción total nacional).

Desde el sector del gas se subraya el papel estratégico de los ciclos combinados para garantizar la seguridad de suministro en el país en momentos de picos de demanda en que otras tecnologías reducen su aportación y para contrarrestar la intermitencia de la producción de las energías renovables.

La mayor producción de los ciclos combinados coincidió en agosto con una subida de los precios del mercado del gas natural y también del coste de los derechos de emisión de CO2, empujando al alza el precio del mercado de electricidad. El Mibgas español, el mercado mayorista de gas, se situó en varios momentos de agosto en el entorno de los 40 euros por MWh, frente a los apenas 25 euros de principios de verano, y los derechos de emisión de CO2 escalaron hasta cerca de los 90 euros por tonelada.

“La volatilidad ha sido elevada a lo largo del mes y los días con altas temperaturas y escasa generación eólica, el soporte que ha proporcionado el gas a la generación de electricidad, como está caro, ha impulsado hacia arriba el precio” del mercado de luz, apuntan los analistas de la consultora energética Grupo ASE. “En comparación con el punto álgido de la crisis energética europea, cuando agosto del año pasado los precios de la electricidad alcanzaron picos de 500 euros por MWh, la situación actual es más contenida. No obstante, el gas y la electricidad continúan registrado precios muy por encima de su media histórica”, apuntan.

El mercado mayorista eléctrico fija lo precios mediante un sistema marginalista, que hace que la última y más cara tecnología necesaria para cubrir la demanda cada una de las horas del día marque el precio de todas las demás. Por eso el aumento de la producción de las centrales de gas está tirando hacia arriba el coste de la electricidad. La evolución del precio del mercado mayorista de la electricidad condiciona directamente la factura de los 8,5 millones de hogares que tienen contratada la tarifa regulada de luz, denominada precio voluntario para el pequeño consumidor (PVPC). 

Sorpasso’ solar

Las plantas solares han confirmado durante todo el verano el ‘sorpasso’ histórico sobre la eólica como mayor fuente de generación renovable. Las instalaciones de energía solar fotovoltaica acumularon en agosto el tercer mes consecutivo con mayor generación que la eólica, tras dispararse un 35% la producción solar durante el mes pasado. La fotovoltaica concentró el mes pasado un 18,6% de toda la producción nacional, frente al 18,3% de la eólica.

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El despliegue acelerado de nuevas plantas solares es clave en la cada vez mayor aportación a la estructura de generación del país. Durante el último año en el mercado español las instalaciones solares han crecido casi un 23%, sumando un total de más de 4.100 megavatios (MW) de nueva potencia. Con un total de 22.380 MW de potencia operativa, la fotovoltaica es ya la tercera tecnología con más capacidad instalada en España, sólo por detrás de la eólica (30.370 MW) y de las centrales de gas (26.250 MW).

En estas cifras de producción solar y de potencia acumulada no están incluidos los datos del boom de las plantas de autoconsumo eléctrico, que el año pasado duplicó su capacidad y que ha continuado durante éste con el despliegue aunque a menor ritmo. El sector de las renovables reconoce que este año el despliegue de nuevas instalaciones ha empezado a ralentizarse por los menores precios de la electricidad y el parón de las ayudas públicas. Un menor ritmo con impacto desigual entre los diferentes tipos de clientes: mientras que las grandes instalaciones en empresas industriales mantienen la fortaleza en su despliegue, sí que se está notando que frena la expansión en el segmento residencial.