ENERGÍA

Quiénes son los "reyes" de los valles de hidrógeno en España

Repsol, Enagás y Cepsa lideran los ecosistemas empresariales que aspiran a producir 11 gigavatios para el 2030, equivalente al consumo anual de 14.000 hospitales

La inversión público-privada proyectada hasta 2030 asciende a 21.900 millones de euros

Planta de hidrógeno verde en España

Planta de hidrógeno verde en España

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Si hace tres años la palabra hidrógeno era vista con escepticismo, ahora ninguna comunidad autónoma quiere quedarse sin su valle del hidrógeno, un ecosistema empresarial público-privado que facilitan la producción y el consumo de esta molécula tan demandada. Los 11 valles proyectados en España están repartidos por Puertollano, Huelva, Soria, A Coruña y hasta Mallorca, y en conjunto, la inversión de las iniciativas asciende a 21.900 millones de euros de cara al 2030, según el censo de la Asociación Española del Hidrógeno (AEH2). Todos ellos están dirigidos a descarbonizar la industria, la energía residencial y la movilidad, especialmente la aviación y el transporte marítimo mediante una producción de hidrógeno que podría suponer el 12% del mix energético en 2050, según los cálculos de la Agencia Internacional de la Energía Renovable. Los cálculos de la AEH2 estiman una creación de 227.000 nuevos puestos de trabajo hasta 2030 gracias al desarrollo de proyectos ligados al hidrógeno verde. Repsol, Cepsa y Enagás son los nombres más repetidos en la creación de estos ecosistemas empresariales y universitarios que pretenden generar, en total, entre 1 y 1,7 millones de toneladas de hidrógeno al año, una cantidad que permitirá abastecer a la demanda nacional y aportar el 10% del objetivo de consumo total para Europa.

Además de ser una recomendación de la Unión Europea, los valles de hidrógeno son las alianzas más demandadas por las empresas por sus ventajas. “Desarrollas muchos sectores del hidrógeno, y al aumentar el consumo y la producción, mejoran la economía del proyecto”, valora Javier Brey, presidente de la AEH2. Al ser una unión de instituciones públicas, de investigación y empresas privadas, los valles permiten aumentar la producción estimada y abarcar una mayor zona geográfica. De esta manera, es posible “acoplar la capacidad de producción a las necesidades de la industria circundante y de nueva creación, además de diversificar los usos del hidrógeno renovable”, explican desde Repsol. Solo así la iniciativa será lo más eficiente posible, tanto en costes de producción como de transformación y logísticos.

Una clave de estos valles es la apuesta de proyectos a gran escala para fomentar la economía local. Por ejemplo, el Valle Andaluz del Hidrógeno Verde supondrá la generación de 10.000 puestos de trabajo y dinamizará la actividad económica de más de 400 pymes de la zona. “Potenciará la actividad industrial de la región facilitando el acceso a una energía asequible, accesible, segura y sostenible, próxima además a los centros de producción”, según apuntan desde Cepsa. Otros valles, como el establecido en Cartagena por Repsol y Enagás Renovable, generará alrededor de 1.100 empleos en las distintas fases de construcción y puesta en marcha.

De norte a sur

Puertollano, en Ciudad Real, se alza como el punto más codiciado de España. Acoge la sede del Centro Nacional del Hidrógeno y forma parte del H2Med, el conducto de hidrógeno verde que conectará España con Alemania, en su tramo desde Huelva hasta Barcelona. Iberdrola opera en esta ciudad la mayor planta de hidrógeno verde para uso industrial en Europa para abastecer a Fertiberia y producir 3.000 toneladas de hidrógeno al año. Compartirá espacio con otra infraestructura, impulsada por Repsol y RIC Energy, que tendrá una capacidad de 30 MW a partir de 2025 y podrá llegar hasta los 100 MW. Pero sin duda, el mayor empuje de este tipo de energía en Puertollano proviene del Clúster del Hidrógeno de Castilla La Mancha. El ecosistema empresarial está formado por 41 empresas que colaboran con universidades y centros tecnológicos de España y también de Países Bajos.

En el sur sobresale el Valle Andaluz del Hidrógeno Verde, impulsado por Cepsa con un presupuesto de 3.000 millones de euros para los dos polos, uno en Palos de la Frontera (Huelva) junto a Fertiberia y otro en San Roque (Campo de Gibraltar, Cádiz) con EDP. Las dos plantas estiman una capacidad total de 2 gigavatios (GW) y producirán 300.000 toneladas de hidrógeno verde al año para generar biocombustibles sostenibles para la aviación (SAF) y el transporte de mercancías tanto terrestre como marítimo.

En Cataluña sobresale el H2ValleyCat, liderado por Repsol, Enagás y la Universitat Rovira i Virgili junto a más de 260 actores públicos y privados, entre ellos el Puerto de Barcelona, Cepsa, FCC y Vueling. Este ecosistema conecta con el Valle del Hidrógeno de Aragón, la Agenda Navarra del Hidrógeno Verde y el Corredor Vasco del Hidrógeno (BHC2) mediante el Corredor del Hidrógeno del Ebro, dirigido por el consorcio SHYNE de Repsol junto a otras 22 empresas y 11 asociaciones.

Apuesta europea

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Toda la Unión Europea está enfocada en impulsar la producción de hidrógeno para alcanzar la independencia energética, pero algunos países destacan por encima de otros y España se codea con Países Bajos o Alemania en los primeros puestos. El proyecto estrella de Países Bajos, NorthH2, está dirigido por un consorcio de cinco empresas, entre ellas Shell, que planea generar 4 GW de hidrógeno verde para 2030 utilizando energía eólica marina. En Alemania, un consorcio de 27 empresas, también con Shell entre ellas, y centros de investigación han planeado construir 10 GW de cara al 2035 bajo el nombre de AquaVentus. En este país se han seleccionado 62 iniciativas con una inversión total de 33.000 millones de euros, de los que 8.000 podrían proceder de fondos públicos.

La Unión Europea espera producir 10 millones de toneladas de hidrógeno verde de cara al 2030 e importar otros 10 millones de países extracomunitarios. Según un informe de McKinsey, la inversión estimada en proyectos de este tipo de energía en Europa asciende a 117.000 millones de euros, el 35% de la inversión global en hidrógeno. Por la parte española, la Hoja de Ruta del Hidrógeno estima una producción de 11 GW para 2030 con una inversión de 8.900 millones de euros entre las empresas y el sector público. “España podrá producir ya entre 1 y 1,7 millones de toneladas de hidrógeno al año, a los que se suman hasta 750.000 toneladas de Portugal, lo que permitirá garantizar la demanda nacional y exportar el excedente a Europa, principalmente a los mercados de mayor consumo como el alemán”, aseguran desde Enagás.