OPINIÓN
Avanzar seguros y con impacto positivo
Más allá de la creciente concienciación social, la sostenibilidad medioambiental, social y económica se ha convertido en uno de los ejes principales para numerosas empresas en sus estrategias de negocio, así como una pieza fundamental en su cadena de valor
Las empresas españolas redujeron sus emisiones de CO2 en 2022, según un informe
El cambio climático, la erradicación de la pobreza y el bienestar general de todos los ciudadanos han pasado de ser inquietudes y preocupaciones personales a estar en la agenda y en los planes de negocio de la mayoría de las grandes empresas. Un cambio coherente, moralmente obligatorio y tremendamente necesario. Así, en los últimos años, hemos asistido paralelamente al auge de movimientos por parte de la sociedad que reclamaban y reclaman acciones concretas a la clase política y empresarial en materia de desarrollo sostenible y que se han cristalizado en iniciativas y programas concretos: ya no es un desiderátum o un intangible, hay ya planes específicos y vinculantes de actuación.
Más allá de la creciente concienciación social, la sostenibilidad medioambiental, social y económica se ha convertido en uno de los ejes principales para numerosas empresas en sus estrategias de negocio, así como una pieza fundamental en su cadena de valor. No cabe duda de que hoy en día, las iniciativas que buscan poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que todos los ciudadanos gocen de paz y prosperidad, impregnan de manera transversal a las compañías y constituyen una palanca de cambio para todas las organizaciones a nivel mundial. Se trata de generar riqueza sí, pero de forma equitativa para todos y sin dañar el medio ambiente.
El sector asegurador, no ha sido ajeno a esta realidad y muchas entidades de la industria estamos impulsando aquellas actividades e iniciativas que promueven y equilibran la sostenibilidad medio ambiental, económica y social. Un ejemplo de ello son los Principios para los Seguros Sostenibles, un compromiso impulsado por la UNEP FI (United Nations Environment Programme Finance Initiative) que establece un marco común para que el sector asegurador aborde los riesgos y oportunidades ambientales, sociales y de gobernanza. Estos principios sitúan a la sostenibilidad en el centro de la gestión de riesgos y oportunidades ambientales en pro de un mundo con más visión de futuro y mejor gestionado.
Dentro de estas iniciativas marco internacionales, la Agenda 2030, como piedra piramidal, merece una especial mención, ya que cada vez despierta más interés entre el sector empresarial español y año tras año, más empresas van sumándose al movimiento. Sin embargo, la implicación de las empresas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) planteados en esta agenda, en particular, y la sostenibilidad, en general, tiene que ir acompañada de acciones concretas que den lugar a impactos positivos medibles y de trascendencia para la sociedad y el planeta. En este sentido, los ODS proporcionan sobre todo unos objetivos de trabajo y un lenguaje común, en los que se pueden ordenar las prioridades, visualizar metas, medir la evolución y compartir las mejores prácticas dentro de un marco global de trabajo y en un lenguaje que las empresas entendemos.
Asimismo, las empresas debemos fomentar la sostenibilidad hacia fuera (proveedores, accionistas, sociedad, etc.) pero también y, sobre todo, hacia dentro. Si nuestro propósito es que la sostenibilidad sea nuclear y transversal en nuestra estrategia es fundamental que esta permee a todos los empleados. ¿Cómo lo hacemos? Implicándoles de forma activa en todo el proceso y concienciando, formando y sensibilizando en la materia. No habrá mejores embajadores de marca que los propios empleados y estos solamente ejercerán bien este rol si se sienten partícipes de todo el proceso.
En torno al empleado también debe girar la sostenibilidad entendida esta en un sentido amplio. Promover la diversidad funcional, la diversidad generacional y la diversidad de género es vital para fomentar el desarrollo sostenible de nuestra empresa y de esta como actor de cambio social. Las aseguradoras, por tanto, como agentes sociales tenemos que formar parte del cambio e incentivarlo con estrategias ad hoc como los planes de igualdad de empresa que promueven la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer y son muy útiles para alcanzar las metas de igualdad de género que propone la agenda de desarrollo 2030.
Noticias relacionadasComprometerse e involucrarse activamente con el desarrollo sostenible es positivo para todos. Para tener éxito a largo plazo, las empresas necesitamos asegurarnos de que cuidamos el entorno y que usamos los recursos de forma eficiente. Contribuir a la mejora de la calidad ambiental permite a las empresas no solo adaptarse a los nuevos escenarios climáticos y ser más resilientes, sino también garantizar un impacto positivo sobre la salud humana, que revierte de manera directa en la propia productividad y desarrollo socioeconómico.
Como sucede en todas las industrias, el grado de implicación de las aseguradoras españolas e internacionales con la sostenibilidad y todos los aspectos adscritos en ella es heterogéneo. Si bien, no es menos cierto que la sensibilización y la voluntad de cambio es común a todas nosotras. En nuestra mano está que todas nuestras buenas voluntades e iniciativas marco fructifiquen y que la sociedad pueda percibir, de forma clara y notoria, nuestro impacto positivo.