El largo plazo, clave

¿Tienes 30 años? Los expertos recomiendan que vayas preparándote para la jubilación

Los asesores financieros aconsejan asumir mayores riesgos por el plazo para poder recuperar las pérdidas

La precariedad y la inestabilidad laboral dificultan que los jóvenes inviertan a largo plazo

Oferta de empleo para jóvenes recién titulados.

Oferta de empleo para jóvenes recién titulados. / SHUTTERSTOCK

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Cuando se tienen 30 años es complicado pensar en la jubilación. Los asesores financieros creen que hay que empezar cuánto antes para poder llegar a esa etapa de la mejor manera posible. Precariedad, inestabilidad laboral y gastos como el alquiler dificultan que los jóvenes puedan ahorrar de manera sistemática y a largo plazo.

Los afortunados o disciplinados que lo puedan hacer tienen ante sí una oportunidad y un reto: invertir en productos de riesgo, como la bolsa o los fondos de inversión de renta variable, que está comprobado que aportan una alta rentabilidad en horizontes temporales de varios años. Por ejemplo, el índice más famoso de la bolsa de Nueva York, el S&P 500, se revaloriza en los últimos cinco años un 59,75%.

En el hipotético caso de que los inversores pierdan dinero con sus apuestas en bolsa tienen aún años e incluso décadas para poder recuperar las minusvalías. Es la ventaja del tiempo, un factor que otras generaciones más veteranas no tienen y por eso los asesores aconsejan que con el paso del tiempo las carteras vayan incrementando peso a activos considerados más seguros y menos volátiles como los bonos y las letras del Tesoro.

En esta primera etapa laboral, además, es recomedable contratar un plan de pensiones. "A toda persona que trabaje le interesa siempre un plan de pensiones", asegura Dositeo Amoedo, presidente de la Asociación de Educadores y Planificadores Financieros (AEPF). No es necesario hacer grandes aportaciones, puesto que existe un límite de 1.500 euros anuales, y Hacienda permite descontar esas aportaciones en la declaración de la renta. 

Lo corrobora Enrique Rodríguez, responsable de planes de pensiones de ING: "Posibilitan generar un colchón sólido a largo plazo, por lo que son los productos perfectos para empezar cuanto antes". Sin olvidar los planes de pensiones de empresas, con los que se puede llegar a 10.000 euros anuales entre la aportación de la compañía y la del trabajador. Sus comisiones son el 1% más bajas que los planes de pensiones individuales, algo que genera más dinero acumulado de cara a la jubilación, pero no todas las empresas ofrecen este instrumento.

Pese a ser uno de los mecanismos más aconsejados, tiene desventajas importantes, como la iliquidez, ya que no se puede rescatar el capital antes de la jubilación, fallecimiento, enfermedad grave o quedarse en el paro. A lo que se le añade: "Como han bajado tanto las aportaciones hasta 1.500 euros en el caso de planes individuales, por mucho que se empiece a ahorrar pronto la bolsa que se genere será muy pequeña", apunta Paula Satrústegui, socia de asesoramiento patrimonial de Abante Asesores. 

Fondos de inversión

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Otra opción son los fondos de inversión. "Recomendaría renta variable 100% en capital riesgo, en infraestructuras, que no necesitan liquidez y te dan rentabilidad a largo plazo", aconseja Diego Valero, presidente de la consultora Novaster. Este instrumento sólo tributa en la base imponible del ahorro en el momento de la venta y por las plusvalías generadas, se puede cambiar a otro fondo sin coste fiscal, es más barato que los planes de pensiones y su capital puede destinarse a cualquier fin, incluso a la jubilación. Es un producto flexible que se adapta a cualquier edad y situación.

‘Unit linked’

Algo parecido son los 'unit linked', seguros ahorro-vida que funcionan como los fondos de inversión, pero en este caso los ofrecen las aseguradoras. Son útiles para transferir al mercado asegurador el fallecimiento y están enfocados a personas capaces de asumir riesgos, un rasgo de aquellos que empiezan a diseñar un plan de ahorro.