APUNTE

IVA y elecciones

El Gobierno tiene ante sí al menos tres escenarios sobre la prórroga de la rebaja del IVA de los alimentos, cada una de ellas con su propia dosis de sospecha de electoralismo

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Interior de un supermercado en Molins de Rei, Barcelona.

Interior de un supermercado en Molins de Rei, Barcelona.

La decisión que debe tomar el Gobierno antes de acabar el mes sobre si prorroga o no, más allá del 30 de junio, la rebaja del IVA de determinados alimentos y la bonificación del combustible para empresas y trabajadores autónomos estará definitivamente atravesada por la convocatoria electoral del 23 de julio. Se abren, al menos, tres escenarios posibles, cada uno de ellos con diferentes dosis de sospecha de electoralismo.

El Gobierno podría decidir no prorrogar más allá del 30 de junio las medidas, con el argumento de que inflación general está en claro declive. La tasa de inflación se situó en mayo en el 3,2% , su menor nivel en casi dos años y los carburantes ya son más baratos que antes de la guerra de Ucrania. La sospecha de electoralismo de una decisión de este tipo sería nula. Antes al contrario, se podría volver en contra del Gobierno si el PP decide utilizarla como arma arrojadiza, pues aunque la inflación general va a la baja, la de los alimentos sigue en niveles del 13% (según el último dato, de abril)

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Tal vez eso haya influido en que la vicepresidenta Nadia Calviño ya haya dado a entender que se mantendrá la rebaja del IVA de los alimentos en tanto los precios de estos no cedan de forma significativa. Eso evitará el consiguiente riesgo electoral. Ya en el decreto de 27 de diciembre de 2022, se condicionó mantener la rebaja del IVA de los alimentos hasta el 30 de junio a que la llamada inflación subyacente (la que excluye los precios más volátiles de la energía y los alimentos no elaborados) estuviera por encima del 5,5%. Aunque la tasa subyacente ha encadenado tres meses a la baja, en mayo aún era del 6,1%. El Gobierno podría decidir ahora prorrogar la rebaja del IVA de los alimentos hasta ver la subyacente por debajo del 5,5%, al mismo tiempo que finiquita el último rescoldo de ayuda a los carburantes.

Aún habría un tercer escenario, aunque parece menos probable: con el argumento de la elevada inflación de los alimentos, el Gobierno podría, no solo prorrogar la rebaja del IVA de los alimentos, sino atender la propuesta del PP de bajarlo también para carne y pescado con el fin de neutralizar este posible argumento electoral de Feijóo. Aquí, la dosis de sospecha de electorismo sería extrema.