BANCO DE ESPAÑA

De Cos confirma que el BCE subirá "significativamente" los tipos "a un ritmo sostenido"

El gobernador del Banco de España recuerda que a partir de marzo reducirá en 15.000 millones de euros mensuales el plan de estímulos

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernandez de Cos.

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernandez de Cos. / DAVID CASTRO

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El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha confirmado que el Banco Central Europeo (BCE) continuará subiendo "significativamente" los tipos de interés en las próximas reuniones "a un ritmo sostenido". El objetivo del organismo es alcanzar "niveles lo suficientemente restrictivos" para asegurar que la inflación se sitúe en el objetivo marcado por el organismo del 2% a medio plazo. Solo así, añade, se reducirá la inflación moderando la demanda y servirá de protección. Las palabras de De Cos, pronunciadas durante la XIII Edición del Foro Spain Investors Day (SID), coinciden con las últimas declaraciones de la presidenta del BCE, Christine Lagarde, que apuesta por seguir subiendo los tipos "a un ritmo constante"

En la última reunión monetaria del banco central convocada en diciembre de 2022 se elevó los tipos de interés 50 puntos básicos hasta el 2,5%, momento en el que la inflación de la eurozona había alcanzado el 9,2% después de superar el 10% en los dos meses previos. Al mismo tiempo, la inflación subyacente se situó en el 5,2%, máximo histórico en la región y dos décimas superior a la observada en noviembre. En este sentido, el gobernador del Banco de España ha señalado que "se espera que la reducción de la inflación sea gradual y se sitúe en el 3,4% en 2024 - frente al 2,3% previsto en septiembre- y en el 2,3% en 2025". En ambos casos, la inflación continuará por encima del objetivo del BCE del 2% a medio plazo, por lo que se espera una subida de tipos continuada hasta al menos el 2025 si las previsiones se cumplen.

Esto se debe al incremento exponencial de los precios de la energía y de los alimentos, que se ha añadido a las disrupciones de las cadenas de suministro sufridas a finales del 2021 y durante el 2022, y a la guerra en Ucrania iniciada en marzo. Los factores de la demanda, vinculados a la reapertura de la economía mundial por la eliminación de restricciones por la pandemia, "también habrían desempeñado un papel junto con la depreciación del euro". En conjunto, la estimación es que cerca del 75% del incremento de la inflación de 2022 ha sido causado por los efectos directos e indirectos del aumento de los precios energéticos y de los alimentos.

Según las proyecciones del BCE acerca de la inflación, se asume que "ya se ha trasladado una parte apreciable, aunque incompleta, del aumento acumulado de los costes de producción a los precios de venta finales", aunque a medio plazo podría volver a aumentar con "subidas salariales mayores de lo previsto" o el "aumento persistente de las expectativas de inflación" por encima del 2%. En el otro lado de la balanza, un descenso de los costes de la energía o un debilitamiento adicional de la demanda reducirían las presiones inflacionistas, algo que ocurre desde diciembre.

Fin del plan de estímulos

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De Cos en su discurso también ha recordado el proceso del fin del plan de estímulos del BCE: "A partir de principios de marzo de 2023, el Eurosistema dejará de reinvertir íntegramente el principal de los valores que vayan venciendo en el marco del programa de compra de activos APP (por sus siglas en inglés)". El proceso se realizará de forma progresiva, de 15.000 millones de euros mensuales hasta el final del segundo trimestre. Cuando esta primera parte del plan finalice, quedará aproximadamente la mitad del principal de los valores de la cartera del APP y será en febrero cuando anuncien los parámetros detallados para eliminar al completo los estímulos, una "reducción cuyo ritmo será en todo caso mesurado y predecible".

Por otra parte, el gobernador del Banco de España ha reiterado que en marzo de 2022 el BCE finalizó las compras netas dentro del Programa de Compras de Emergencia frente a la Pandemia (PEPP, por sus siglas en inglés) y que reinvertirán el principal de los valores adquiridos que vayan venciendo al menos hasta el final de 2024.