Consumo

Consejos para sobrevivir al Black Friday (en tiempos de inflación)

Tres expertos en márketing y comportamiento del consumidor sugieren no dejarse llevar por el instinto de la compra compulsiva y plantean varios trucos para lograrlo

Carteles que anuncian el Black Friday en una tienda en una foto de archivo.

Carteles que anuncian el Black Friday en una tienda en una foto de archivo.

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Paula Clemente

El motor ya está en marcha. A algo menos de tres semanas de que llegue formalmente el Black Friday –que este año se celebra el viernes 25 de noviembre- los grandes comercios se frotan las manos esperando una campaña de récord, los pequeños negocios estudian resignados el modo de salir airosos de la jornada y los portales digitales ya lanzan descuentos. ¿Y el consumidor? Entre tantas visiones, la sensación es común: el momento no le es ni mucho menos propicio, pero esto no va a frenar el consumo, que se mantiene pero que aligera el ritmo, según los últimos datos sobre la evolución del producto interior bruto (PIB) en el tercer trimestre.

En todo caso, sigue siendo uno de los elementos que tira del conjunto de la economía que, según los expertos y las distintas entidades y servicios de estudios, podría entrar en recesión el primer trimestre del año que viene. De ahí la importancia que se da a la evolución que vaya a tener el consumo de los hogares durante estas campañas comerciales.

“Suele ocurrir que el consumidor no reacciona hasta que no tiene la crisis muy encima, pero a eso se suma una sensación de que con lo que hemos sufrido, nos lo merecemos”, analiza el profesor de Economía del comportamiento de EsadePedro Rey. “Somos totalmente vulnerables a la palabra ‘gratis’ o ‘descuento’”, añade el profesor de márketing de Eada Business SchoolMartín Vivancos. “Uno de los grandes objetivos del Black Friday es atraerte hacia la compra compulsiva”, completa la experta en márketing y profesora de los estudios de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Ana Isabel Jiménez. ¿Cómo sobrevivir, entonces, a un Black Friday en tiempos de inflación y peligro de crisis? 

 1. Compra racional

La clave, para estos tres expertos, es intentar sobreponerse al instinto de compra compulsiva. Vivancos sugiere, entre otras cosas, contar hasta diez y preguntarse hasta qué punto a uno le gusta una cosa o, lo que es más importante, si la va a utilizar. “La compra inteligente no siempre es la compra barata, y aquí es donde uno se tiene que plantear: cuánto me gusta, cuánto me lo voy a poner y qué relación tiene este precio con mi poder adquisitivo”, propone el profesor de Eada. En resumen, “en el momento en que aparezca una compra que invite a cogerla, tomarse cinco segundos”, añade. Lo mismo aconseja Jiménez: “La compra compulsiva tiene un problema, que se acaba quedando casi siempre en un cajón”.

2. Evaluación antes y calculadora durante

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Uno de los trucos que pone sobre la mesa la profesora de la UOC es llegar al Black Friday con los deberes hechos: es decir, tener claro qué se necesita previamente. “Es un buen día para comprar cosas que se necesiten si o si”, plantea Jiménez. Rey también tiene herramientas en este sentido: no solo decidir lo que se quiere comprar antes de tiempo, sino también hasta qué precio se está dispuesto a pagar. Y, sobre todo, una vez en ello, hacer las compras con calculadora en mano y con algún instrumento disponible para anotar lo que se va gastando. Como consejo extra, el profesor de Esade añade descansar entre compra y compra: parar un momento “rompe el fervor por comprar” y atenúa el riesgo de compra compulsiva. 

3. Comparar

Por último, estos profesores animan a comparar productostiendas y, en especial, condiciones. “Muchas empresas al detectar que estás haciendo la misma búsqueda en otro sitio, te baja el precio, puede que jugando un poco, uno se encuentre con alguna sorpresa”, explica Jiménez, que también propone fijarse en condiciones como por ejemplo si un producto se puede devolver, que ahí puede haber un factor que lo haga mejor que otro. En línea con esto, Rey aboga por mirar más lo que cuesta el producto que el porcentaje de rebaja: “Te hacen sentir que estás perdiendo por no aprovechar un 70% de descuento, pero en realidad te están empujando a gastarte 200 euros”, remarca.