por Gema Carrasco
El primer paso sería establecer un presupuesto para conocer la cantidad que podemos ahorrar e invertir. Tenemos que tener nuestros gastos e ingresos bajo control para empezar a ahorrar como una inversión de futuro. Eso sí, si nos organizamos bien, no hace falta que renunciemos a planes, viajes… en definitiva, a vivir. Incluso, mientras ponemos nuestro dinero a trabajar, podemos contribuir a crear un mundo mejor.
Cualquier inversor puede ser responsable en sus operaciones, no es necesario manejar cantidades de dinero altas para poder contribuir con Inversiones Socialmente Responsables (ISR). Esta disciplina se caracterizada por tener en cuenta criterios ASG (Ambientales, Sociales y de buen Gobierno) para generar rendimientos financieros competitivos. De esta forma, tenemos en cuenta que nuestro dinero se mueve teniendo en cuenta algo más que lo exclusivamente financiero. Según Spainsif, estas operaciones son igual de rentables que el resto que ya se venían realizando tradicionalmente.
Asimismo, según el “Estudio Spainsif 2021: La inversión sostenible y responsable en España”, se observa un crecimiento continuado y constante en las ISR. Por primera vez desde que se viene realizando el estudio, los activos ASG en el mercado nacional sobrepasan el 50% (54%) sobre los activos totales.
Para tomar buenas decisiones a la hora de poner nuestros ahorros a trabajar tenemos que conocer realmente de cuánto dinero podemos disponer, siempre tenemos que dejar un colchón de emergencias para imprevistos. No debemos olvidar que las inversiones conllevan riesgos y hay que ser conscientes de las posibilidades de obtener una rentabilidad. También debemos tener en cuenta el plazo de nuestra inversión. ¿10 años? ¿Hasta que nos jubilemos?
Con todos estos factores en cuenta, si decidimos invertir de forma socialmente responsable, tenemos que ver qué producto financiero se ajusta a nuestras necesidades.
Con un fondo de inversión. Podemos escoger un fondo de inversión que ya esté creado. Eso sí, es importante fijarse que el fondo contenga las siglas ESG, ASG o ISR. Al igual que con cualquier otra inversión, se puede decidir qué riesgo se va a correr: renta fija, variable o mixta.
Con un ‘robo advisor’. Los gestores automatizados son plataformas digitales que, a través de algoritmos, ofrecen carteras de fondos eficientes automatizadas a bajo coste y con supervisión humana limitada. Es como un asesor financiero, pero de forma automatizada. Los productos que ofrecen son más asequibles. Según el estudio Millennials & Money de la consultora Accenture el 67% de los millennials se asesoran con herramientas Fintech o mediante inteligencia artificial.
Crear nuestra propia cartera. Otra de las opciones para una llevar a cabo una inversión ISR es crear nuestra cartera. Pero para ello deberíamos tener algunos conocimientos básicos del mercado y tras un análisis, elegir qué empresas encajan dentro de los cristerios ISR para incorporarlos a nuestra cartera.
Puedes encontrar más información en “Todo sobre seguros y cultura financiera” de Fundación MAPFRE.