Venezuela:
¿Nicolás Maduro o Edmundo González?
El chavismo y la oposición libran su mayor batalla en 25 años
Venezuela:
¿Nicolás Maduro o Edmundo González?
El chavismo y la oposición libran su mayor batalla en 25 años
Por Abel Gilbert
El conflicto político de Venezuela es proclive a repeticiones que siempre tienen un signo trágico. Nicolás Maduro jurará como presidente para un tercer mandato que debería extenderse hasta comienzos de 2031. Demasiado tiempo para un país tan inestable políticamente. La oposición liderada por Edmundo González Urrutia reivindica su victoria en las urnas frente a las autoridades chavistas, que se han negado a mostrar las actas que validen su triunfo.
La opacidad del chavismo sobre el resultado electoral es la fuente de una disputa, la más fuerte en 25 años, que estos días tiene un punto de incandescencia con derivas difícil de prever.
Manifestantes contrarios a Maduro muestran una pancarta reclamando la liberación de los presos políticos, este 9 de enero, en Caracas. Foto: Juan Barreto (AFP)
Manifestantes contrarios a Maduro muestran una pancarta reclamando la liberación de los presos políticos, este 9 de enero, en Caracas. Foto: Ronald Peña
Simpatizantes de Maduro participan en un acto de apoyo al dirigente venezolano en Caracas, este 8 de enero. Foto: Miguel Gutiérrez
Simpatizantes de Maduro participan en un acto de apoyo al dirigente venezolano en Caracas, este 8 de enero. Foto: Miguel Gutiérrez
Un cartel en una farola de Caracas muestra una orden de captura contra Eduardo González, el lunes pasado. Foto: Juan Barreto (AFP)
Un cartel en una farola de Caracas muestra una orden de captura contra Eduardo González, el lunes pasado. Foto: Juan Barreto (AFP)
Edmundo González y María Corina Machado, el 30 de julio pasado, arropados por miles de seguidores durante una manifestación en Caracas para protestar por los resultados electorales que declararon vencedor a Nicolás Maduro dos días antes. Foto: Matias Delacroix
Edmundo González y María Corina Machado, el 30 de julio pasado, arropados por miles de seguidores durante una manifestación en Caracas para protestar por los resultados electorales que declararon vencedor a Nicolás Maduro dos días antes. Foto: Matias Delacroix
Civiles adeptos al oficialismo participan en un acto de juramentación de milicias bolivarianas, el pasado martes, en Caracas. Foto: Ronaldo Peña (EFE)
Civiles adeptos al oficialismo participan en un acto de juramentación de milicias bolivarianas, el pasado martes, en Caracas. Foto: Ronaldo Peña (EFE)
La Policía Nacional Bolivariana (PNB) y la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) se enfrentan a manifestantes opositores, durante una protesta contra de los resultados de las elecciones presidenciales, en Caracas, el 29 de julio. Foto: Ronald Peña R (EFE).
La Policía Nacional Bolivariana (PNB) y la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) se enfrentan a manifestantes opositores, durante una protesta contra de los resultados de las elecciones presidenciales, en Caracas, el 29 de julio. Foto: Ronald Peña R (EFE).
Miembros de las milicias bolivarianas participan en un acto de juramentación, en Caracas, el martes pasado. Foto: Miguel Gutiérrez (EFE)
Miembros de las milicias bolivarianas participan en un acto de juramentación, en Caracas, el martes pasado. Foto: Miguel Gutiérrez (EFE)
Los dos rivales
Nicolás Maduro Moros se presenta como el heredero de Hugo Chávez y el garante sin discusiones de la continuidad del proyecto bolivariano. Por su parte, Edmundo González Urrutia tiene la marca de la excepcionalidad: pasó de una vida sosegada, casi anónima, a disputarle en elecciones accidentadas el poder al hombre que ya había gobernado una década y quiere seguir en el Palacio de Miraflores.
Nicolás Maduro
Edad: 62 años.
Partido político: Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Su biografía: Exconductor de autobuses, se sumó al chavismo desde sus inicios. Fue legislador y ministro de Exteriores. La muerte de Chávez lo puso al frente del Gobierno.
Edmundo González Urrutia
Edad: 75 años.
Partido político: Mesa de Unidad Democrática.
Su biografía: Exdiplomático, se convirtió en el candidato de la unidad opositora debido a la inhabilitación de María Corina Machado. Tras los comicios tuvo que exiliarse y ha prometido retornar.
La situación actual del país
La polarización política es el signo del presente en Venezuela, al menos el de los ciudadanos que se quedaron en el país. Se estima que casi ocho millones de personas lo abandonaron durante los últimos años. La migración no pudo votar en las elecciones. Si bien el éxodo redujo el descontento social, es lo suficientemente profundo para que gran parte del país rechace abierta o silenciosamente al 'madurismo'.
Economía
Maduro ha proclamado el fin de una larga y costosa recesión gracias a los paradójicos permisos que ha otorgado Estados Unidos a las petroleras extranjeras para que exploten el hidrocarburo venezolano. Washington es señalado como el causante de la ruina por las sanciones y a la vez el propiciador del crecimiento. La dolarización contribuyó a estabilizar una economía maltrecha y con ganadores y claros perdedores en la sociedad. La oposición recuerda que un genuino desarrollo de un país con 50% de pobres solo puede tener lugar en democracia.
El desplome del PIB
La economía venezolana llegó a caer un 75% en esta década de conflicto. Hace 18 meses comenzó a crecer motorizada por las inversiones petroleras. Se espera una mejora de 4 puntos del PIB en 2024. Los 4.500 millones de dólares que envían los migrantes han sido también vitales para reactivar el mercado interno.
Producción de petróleo
La producción petrolera se ubicó en 2024 en los 900.000 barriles diarios, el doble que el año precedente. Ese aumento se debió a las autorizaciones de Estados Unidos a Chevron y Repsol para operar en Venezuela. La reelección de Maduro supone para Donald Trump el desafío de mantener las licencias o poner fin al periodo de gracia.
Inflación disparada
Venezuela cerró 2024 con una inflación del 85% anual. En 2023 había sido de 193%. El Banco Central (BCV) ha perdido millones de dólares para contener la caída del bolívar Entre 2017 y 2021 tuvo lugar una hiperinflación brutal que llegó al 2.000.000%. Eso obligó a eliminar cinco ceros a la moneda en 2018 y otros en 2021.
Demografía
La población actual de Venezuela es de 28.461.872 habitantes. El número habla por sí solo: 7,7 millones de hombres, mujeres y niños se fueron en distintos momentos del conflicto. La oposición advierte que el flujo migratorio puede volver a reactivarse con fuerza si Maduro preserva el poder después del 10 de enero.
Evolución de la población
En 2024, el 9,7% de los venezolanos tenía más de 65 años. Eso supone un aumento de cinco puntos porcentuales respecto a cinco años atrás. Lo que la cifra evidencia es un constante envejecimiento poblacional. La progresión se puede acelerar si se acentúa la salida del país de las nuevas generaciones.
Emigrantes
Colombia ha acogido 2,8 millones de venezolanos; Perú, 1,7 millones; Brasil, 510.000; Chile, unos 455.000; Argentina, 161.000; y Ecuador, 110.000 aproximadamente. En España se encuentran más de 400.000 migrantes mientras que ascienden a 700.000 en Estados Unidos.
Ruta hacia EEUU
El Tapón de Darién, la selva entre Panamá y Colombia, es uno de los cruces fronterizos más peligrosos del mundo. En 2024 murieron 55 personas. A pesar de los riesgos, más de 122.000 venezolanos se atrevieron a atravesarlo en los últimos años como odiseas individuales e incluso familiares.
Cronología:
El estallido tras las elecciones
Los comicios se realizaron en medio de acuerdos parcialmente cumplidos entre el 'madurismo' y la oposición, que no pudo presentar a María Corina Machado como candidata al ser inhabilitada por la justicia y recurrió de Urgencia a González Urrutia.
En la misma noche del 28 de julio, el Consejo Nacional Electoral (CNE) dio ganador de la contienda a Maduro sin presentar las actas correspondientes. La oposición de inmediato puso en duda el escrutinio y con el correr de las horas se atribuyó la victoria. Fue el inicio de un nuevo y anunciado ciclo de la crisis.
Caracas se convirtió de inmediato en el centro del malestar. La protesta se sintió con fuerza en barrios populares donde había tenido un fuerte arraigo del chavismo. La represión policial y de otras fuerzas de seguridad fue inmediata y de una dureza inusitada. Las ciudades se militarizaron.
Ante la profundidad del desacuerdo, el presidente reclamo a la máxima instancia judicial que se pronuncia respecto del dictamen del CNE. Previsiblemente, proclamó ganador a Maduro mientras la oposición dijo tener las actas que demostraban lo contrario. Brasil y Colombia intentaron encontrar una salida al conflicto interno venezolano. A pesar de un supuesto compromiso de Maduro de mostrar las actas, eso nunca se sucedió. La negativa provocó un deterioro de las relaciones con dos Gobiernos progresistas de la región. México se mostró más cauto y Chile avaló las denuncias de fraude electoral. La UE no reconoció a Maduro.
Después de refugiarse en la embajada de España, el candidato opositor que se atribuía el triunfo en los comicios marchó a Madrid. El madurismo creyó que con el exilio concluía la breve vida política del ex diplomático. Para entonces, el Centro Carter y el Comité de Expertos de la ONU denunciaron anomalías en las elecciones. González Urrutia expresó su deseo de retornar a Venezuela. Estados Unidos lo consideró "presidente electo" y la crisis interna cobró otra dimensión.
Los apoyos a ambos dirigentes
La cuestión venezolana en un punto reproduce los posicionamientos en otros asuntos internacionales de primer orden. No sorprende en ese sentido que Maduro haya sido reconocido casi de inmediato por China, Rusia, Turquía e Irán. A González Urrutia le han mostrado su apoyo explícito Estados Unidos, Argentina, Uruguay y Chile, que se sumó al grupo de países latinoamericanos que no tienen relaciones diplomáticas con Caracas desde las controvertidas elecciones. Es el caso de Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana o Paraguay.
La Unión Europea tampoco reconoce la victoria de Maduro, aunque algunos estados han hecho el gestor de reconocer a González como ganador y otros no. España dio asilo al opositor, pero evitó reconocerlo como presidente como parte de los equilibrios que el Gobierno de Pedro Sánchez está haciendo para recolocarse ante un dilema: apoyar a la oposición sin romper con el régimen de Maduro.
Las promesas de ambos dirigentes
Nicolás Maduro:
Maduro ha prometido una Venezuela de ribetes sauditas y a la vez que profundice un camino al socialismo de muy difícil constatación. Una política extractiva del crudo y el oro constituye el motor de su proyecto. Necesita que no se agrave la relación con Washington. También es prioritaria su entrada al BRICS, bloqueada por Brasil.
"Venezuela sufre más de 930 sanciones y una feroz persecución financiera. La nación se repuso a partir de un programa serio de estabilización, recuperación y crecimiento sostenible"
Edmundo González:
Edmundo González Urrutia tiene muy claro cuál es su lugar en la historia que se desarrolla delante de sus ojos. Una eventual asunción presidencial, por el momento lejana, le otorgaría en principio un papel político menor: la conducción de un proceso post Maduro tan anhelado por la oposición tendría a María Corina Machado como timonel indiscutible.
"Mi intención es tomar posesión del cargo para el cual fui elegido por voluntad de más de 7 millones de venezolanos"
La historia se repite
El chavismo lleva ya un cuarto de siglo rigiendo los destinos de Venezuela. Hugo Chávez gobernó el país de 1999 a 2013 y fue reelegido por los venezolanos hasta en tres ocasiones. Su heredero político, Maduro, también lleva tres citas con las urnas. Hasta cinco dirigentes opositores han intentado tumbar al régimen, por el momento sin éxito.
Francisco Arias Cárdenas
Integrante del Ejército, participó en 1992 del intento de golpe de Estado contra el presidente Carlos Andrés Pérez que comandó Chávez y dio inicio al movimiento bolivariano. Ocho años más tarde era su rival. Lo desafió en elecciones y perdió. Dio otra pirueta política y volvió al ruedo chavista, aunque siempre jugando un papel menor. Es el embajador en México de Maduro.
Manuel Rosales
El entonces dirigente socialdemócrata le disputó la presidencia a Chávez en 2006. Fue derrotado por casi 30 puntos de diferencia. Conoció el exilio y el hostigamiento. En la actualidad es gobernador del estado de Zulia. Iba a competir en las presidenciales de 2024 pero dio un paso al costado para que la oposición se unificara alrededor de González Urrutia.
Henrique Capriles
Compitió por la presidencia contra Chávez y Maduro, con quien perdió por una mínima y discutida diferencia que detonó la confrontación a fines de 2013. Ha intentado mantenerse en el centro político, y eso lo llevó a discrepar con Juan Guaidó y María Corina Machado. A pesar de su declive, el Gobierno no se privó de inhabilitar su candidatura en 2024.
Juan Guaidó
Juan Guaidó lleva la marca del fracaso sobre sus espaldas. El 19 de enero de 2019 salió de su ostracismo como diputado y se autoproclamó “presidente encargado”. Obtuvo el reconocimiento de Donald Trump, parte de la UE y América Latina. Nunca controló ningún resorte del Estado. Los intentos de desplazar a Maduro se desvanecieron hasta convertirlo en una caricatura. Abandonó Venezuela sin pena ni gloria en 2023. No tiene ningún peso en la actualidad.
María Corina Machado
"Está fuera de ranking para debatir conmigo", se mofó Chávez en 2012. Fue a la primaria con Henrique Capriles y optaron por ella un 3,15% de los votantes. Una década antes, había apoyado el intento de golpe de Estado en contra del "comandante". Ha encarnado las posiciones más radicales de la derecha. Por motivos estratégicos atemperó posiciones. Ganó las primarias de 2023 de manera abrumadora. Aunque no pudo competir en los comicios por un ardid judicial, consolidó su liderazgo.
Un futuro de vértigo
Maduro está convencido de que controla por completo la situación y que sus adversarios carecen del apoyo social suficiente para desestabilizarlo. La oposición sabe que con la calle no le alcanza. Tampoco con las adhesiones internacionales, al menos que las obsesiones expansionistas de Trump también se proyecten sobre el mapa venezolano y cambien el carácter de la confrontación. Un punto de quiebre en este empate eterno solo podrían provocarlo los militares. Por el momento, la cúpula de las Fuerzas Armadas ha declamado su adhesión monolítica al presidente. El 'antimadurismo' aguarda una señal en los cuarteles. El correr de los días permitirá constatar si confunde una vez más la realidad política con sus deseos.
Textos: Abel Gilbert
Infografías: Francisco J. Moya
Coordinación: Rafa Julve