¿Qué es la OTAN?

Historia y claves de una alianza defensiva de 30 países y 70 años de historia que, a veces, ataca

En 2021, la OTAN y sus aliados concluyeron su misión en Afganistán y abandonaron el país en espantada ante la llegada de los talibanes a Kabul. Se cumplían dos décadas de los primeros bombardeos y de una misión con más de 3.600 efectivos de la aliados muertos, entre ellos 102 españoles. El grupo extremista recuperaba el poder, tras haber sido depuesto al inicio de la guerra. La OTAN ha conseguido, eso sí, que no se haya producido ningún ataque contra Occidente de terroristas alojados en suelo afgano, como el de Al Qaeda en 2001 contra Estados Unidos. 

La de Afganistán ha sido la misión de ataque más larga liderada por la Alianza Atlántica. Técnicamente una asociación defensiva, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) también lleva a cabo ataques en determinadas circunstancias: lo hizo también en 1999 con el ataque a la Yugoslavia de Milosevic y en 2011 con los bombardeos sobre la Libia de Gadafi. 

Creada durante la guerra fría, la Alianza es una unión de 30 países que pronto podría incluir a dos más, Finlandia y Suecia. Tiene unos 3,5 millones de soldados en activo disponibles y otros tantos en la reserva, y dispone de alrededor de 6.000 cabezas nucleares (la mayoría, estadounidenses). Tras la invasión rusa de Putin de Ucrania, ha recuperado una importancia diluida en las últimas décadas de paz en Europa. 

¿Cuándo y por qué nace?

El Tratado del Atlántico Norte (más conocido como Tratado de Washington) por el que se constituyó la OTAN fue firmado en Washington el 4 de abril de 1949 por Estados Unidos, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Francia, Islandia, Italia, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos, Portugal y Reino Unido. 

Los aliados se comprometían a defenderse mutuamente de ataques a cualquiera de ellos. Europa salía devastada de una guerra total en la que murieron 37 millones de personas.

La Unión Soviética, que había combatido contra los nazis y liberado parte de Europa, comenzaba a enseñar los dientes y a suponer una amenaza para los países europeos. En 1948, Moscú apoyó un golpe de Estado del Partido Comunista en Checoslovaquia.

Los soviéticos decidieron también bloquear por tierra el Berlín parcialmente controlado por las potencias occidentales. Había comenzado la Guerra Fría.

En 1949 la URSS testó una bomba atómica y un año después estalló la Guerra de Corea. Más países pidieron la adhesión a la OTAN: Grecia y Turquía en 1949, Alemania Occidental en 1955. Ese mismo año nació la némesis de la Alianza: la Unión Soviética creó el Pacto de Varsovia, junto a la Alemania Oriental, Hungría, Polonia, Rumanía, Albania, Bulgaria y Checoslovaquia.

¿Cuál es su misión?

La misión general de la OTAN se definió en el Tratado de Washington. Se trata de “defender las zonas América del Norte, Europa, los departamentos franceses de Argelia, Turquía o las islas bajo la jurisdicción de cualquiera de las Partes en la zona del Atlántico Norte al norte del Trópico de Cáncer”. Entonces, el enemigo en la mente de todos eran la Unión Soviética y los países del Pacto de Varsovia. 

“Las Partes de este Tratado reafirman su fe en los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y su deseo de vivir en paz con todos los pueblos y todos los Gobiernos. Decididos a salvaguardar la libertad, la herencia común y la civilización de sus pueblos, basados en los principios de la democracia, las libertades individuales y el imperio de la ley. Deseosos de promover la estabilidad y el bienestar en la zona del Atlántico Norte. Resueltos a unir sus esfuerzos para la defensa colectiva y la conservación de la paz y la seguridad. Acuerdan, en consecuencia, este Tratado del Atlántico Norte”.

Los objetivos estratégicos concretos y las amenazas a las que hace frente se fijan en documentos que se llaman Conceptos Estratégicos, de los que ha habido siete hasta la fecha. “Si para la OTAN el Tratado de Washington es como la Biblia, los Conceptos son los catecismos”, describe el embajador español en la OTA Miguel Ángel Fernández-Palacios. 

Los cuatro primeros, hechos durante la Guerra Fría, se basaron en el concepto de la defensa colectiva y la disuasión, sobre todo nuclear. La idea era que los aliados, fundamentalmente Estados Unidos pero también Francia, Reino Unido, iban a tener tantas cabezas nucleares que la Unión Soviética no iba a atreverse a atacar (disuasión nuclear), porque se produciría la “destrucción mutua asegurada” de los países pertenecientes a las alianzas militares enfrentadas. 

Con la caída de la URSS, la OTAN abrió el foco. Ya no se centraba solo en la disuasión y la defensa colectiva. Se empezó a hablar de seguridad compartida, de cooperación, de política, de fuerzas de acción rápida, la unión de más países… Pero el enemigo común, Rusia, había desaparecido, y empezó la decadencia de la Organización. “La muerte cerebral” que describiría años más tarde el presidente francés Emmanuel Macron. 

El Concepto Estratégico de 2010, el último hasta la fecha, “contemplaba con cierta autocomplacencia una zona euroatlántica en paz y una Rusia convertida en socio”, según ha escrito el coronel Ignacio Fuente Cobo. Se centraba en las nuevas amenazas: el ciberespacio, la desinformación, el terrorismo… Una aproximación “360º”. 

Entonces, el 24 de febrero de este año, Rusia invadió Ucrania y retrasó el reloj de la Alianza hasta los años de la Guerra Fría. Ahora, de nuevo, el principal objetivo es defender a Europa de Rusia. Pero analistas militares como Fuente Cobo apuntan a que Washington quiere presionar para que la OTAN gire hacia China, acompañando un giro estratégico ya emprendido por Obama.


¿Cuántas ampliaciones ha habido?

1949

Los fundadores son Estados Unidos, Canadá, Bélgica, Dinamarca, Francia, Holanda, Islandia, Italia, Luxemburgo, Noruega, el Reino Unido y Portugal

1952

Grecia y Turquía

1955

República Federal Alemana

1982

España

1999

Hungría, Polonia, República Checa

2004

Rumanía, Bulgaria, Eslovenia, Eslovaquia, Estonia, Letonia y Lituania

2009

Albania y Croacia

2017

Montenegro

2020

Macedonia del Norte

¿Qué es el Artículo 5?

Algunos lo llaman sarcásticamente el artículo de los tres mosqueteros, “uno para todos y todos para uno”. En el Artículo 5 del Tratado de Washington se acordó que un ataque a uno de los aliados se debe considerar como una agresión contra el resto. 

“Las Partes acuerdan que un ataque armado contra una o más de ellas, que tenga lugar en Europa o en América del Norte, será considerado como un ataque dirigido contra todas ellas, y en consecuencia, acuerdan que si tal ataque se produce, cada una de ellas, en ejercicio del derecho de legítima defensa individual o colectiva reconocido por el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, ayudará a la Parte o Partes atacadas, adoptando seguidamente, de forma individual y de acuerdo con las otras Partes, las medidas que juzgue necesarias, incluso el empleo de la fuerza armada, para restablecer la seguridad en la zona del Atlántico Norte….”

El primero de los socios en invocarlo fue Estados Unidos, tras los ataques terroristas que sufrió en su territorio el 11 de septiembre de 2001. El resultado fue la misión de la OTAN en la guerra de Afganistán.

El Artículo 4

Menos conocido es el Artículo 4, que permite pedir ayuda de los socios incluso aunque ninguno de los firmantes del Tratado hayan sido atacados. Un país puede invocar el Artículo 4 si considera que el movimiento de otro Estado no alineado supone una amenaza para su integridad o para su población. En este sentido, según explica a este diario Félix Arteaga, del Real Instituto Elcano, Ceuta y Melilla podrían ser defendidas de un potencial ataque por la OTAN a petición de España, y ello a pesar de que no pertenecen en sentido estricto al territorio al que aplica el Tratado del Atlántico Norte. 

Textualmente el Artículo 4 dice: “Las Partes se consultarán cuando, a juicio de cualquiera de ellas, la integridad territorial, la independencia política o la seguridad de cualquiera de las Partes fuese amenazada”.

Estonia, Letonia, Lituania y Eslovaquia invocaron el Artículo 4 el pasado 24 de febrero de 2022, nada más comenzar la invasión rusa de Ucrania. Alegaban sentirse especialmente amenazados como Estados tras el movimiento de Moscú, y convocaron al Consejo de la OTAN. En el comunicado posterior, se anunciaron “medidas adicionales para fortalecer aún más la disuasión y la defensa en toda la Alianza”, pero se matizó: “Nuestras medidas son y seguirán siendo preventivas, proporcionadas y no en escalada”.

El Artículo 4 había sido invocado antes en cuatro ocasiones. Una, por Polonia, tras la invasión rusa de Crimea y el Donbás de 2014. Las otras tres, por Turquía: una durante la guerra de Irak, las otras dos por ataques recibidos en su territorio durante la guerra de Siria.

La OTAN atacó Yugoslavia en 1999. Lanzó miles de toneladas de bombas. El objetivo del ataque eran las tropas de Slobodan Milosevic, que estaban cometiendo una limpieza étnica contra la población albanesa de Kosovo, que había declarado su independencia ocho años antes. La misión no contaba con el aval del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, y provocó centenares de bajas civiles. Al concluir, se creó una fuerza internacional para mantener la paz en Kosovo, liderada por la OTAN: la Kfor. 

La guerra de Afganistán comenzó con la invasión del país por Estados Unidos y aliados de la OTAN en 2001 en respuesta a los ataques del 11S y terminó en 2021 de forma abrupta con la toma de Kabul por los talibanes y la caótica huída de decenas de miles de personas de las delegaciones occidentales en el país. Ha sido la guerra más larga en la que ha estado envuelto Estados Unidos. Desde 2003 y hasta 2021 la OTAN lideró la ISAF (Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad, en sus siglas en inglés), creada por Naciones Unidas y dedicada a ayudar al Gobierno afgano a recuperar la seguridad del país. Esa misión terminó en 2014 y comenzó otra llamada Apoyo Decidido, más orientada a la formación y pacificación del país. En Afganistán han muerto 102 hombres y mujeres de las Fuerzas de Seguridad españolas y más de 3.600 de la coalición.

En 2011, el dictador libio Muamar el Gadafi comenzó una cruenta represión de la población, que se había alzado contra su régimen en el marco de la primavera árabe. Naciones Unidas emitió una resolución exigiendo la protección de los civiles. Francia y Estados Unidos comenzaron a bombardear partes del país. Pronto la OTAN tomó el mando de la misión e impuso una zona de exclusión aérea y un embargo de armas al régimen de Gadafi, que terminó depuesto y asesinado. El país, sin embargo, quedó dividido en dos y en medio de una guerra civil que aún dura hoy. Hubo críticas a la OTAN (en particular a Francia y Reino Unido) por haberse excedido en su mandato de protección de la población civil y haber tomado, en realidad, partido por uno de los bandos en guerra. Dio apoyo aéreo a la operación de captura de Gadafi. En los bombardeos se causaron, también decenas de muertos entre la población civil.

La OTAN lleva a cabo misiones menos conocidas. En 2008, por ejemplo, las fuerzas navales de la Alianza escoltaron los barcos del programa de alimentos de Naciones Unidas en las costas de Somalia. Operaciones similares se repitieron en 2009. Previamente, la OTAN había lanzado, tras el 11S una misión marítima antiterrorista en el Mediterráneo.

¿Cómo se financia?

 El presupuesto anual de la organización es de 2.500 millones de euros, que pagan los países miembros. Esto supone tan solo el 0,3% del gasto total en defensa de los Aliados. Con ello se paga la infraestructura militar, las comunicaciones o las misiones en marcha. 

Pero el grueso de la financiación es indirecta. Al ser la OTAN una suma de ejércitos, la cifra más relevante es el total del gasto militar dedicado por los 30 países que lo componen y que, en un momento dado, pondrían a sus Fuerzas Armadas a disposición unos de otros. 

En total, el gasto militar de los países de la OTAN es de 1,2 millones de euros, equivalente a todo el PIB español. Estados Unidos es responsable de 800.000 de esos millones.

En 2006, se acordó que los países dedicaran al menos un 2% de su PIB en gasto en Defensa para garantizar la operatividad de la organización. Pocos lo cumplen. España es de las que menos se acerca al objetivo. 

Tras la invasión de Ucrania, el grueso de los países, incluído España, han anunciado su firme intención de alcanzar ese mínimo. En España, el total del gasto militar varía en función de quién lo mida, y oscila entre los 9.400 millones del presupuesto de Defensa hasta los 12.000 millones que dice la OTAN o los 23.000 que apuntan organizaciones pacifistas. 

¿Cómo se organiza?

La sede de la OTAN está en Bruselas, en el bulevar Leopoldo III de la capital belga. Allí se encuentra el Consejo del Atlántico Norte, el principal órgano de decisión política. Cada país tiene un asiento, que ocupa su embajador en la OTAN. Se reúne al menos una vez a la semana, presidido por el secretario general. Se toman decisiones como, por ejemplo, la tramitación o el bloqueo de nuevas adhesiones. En la reunión del pasado 17 de mayo Turquía vetó la entrada de Finlandia y Suecia, por ejemplo. Hay también un Grupo de Planificación Nuclear. Es la parte mollar de la estructura organizativa política.

 

La parte militar está formada por los delegados militares de los países encargados de coordinar las misiones. Ejecutan las decisiones tomadas en el Consejo. Las dirige el Comité Militar, compuesto por los ministros de Defensa de los países miembros.

La OTAN la dirige el secretario general, que en estos momentos es el exprimer ministro de Noruega Jens Stoltenberg. Ya debería haber sido sustituido pero la situación ha hecho que los miembros den una prórroga a su mandato. La organización estuvo liderada por un español, Javier Solana, desde 1995 a 1999.

El Periódico de España

Texto: Mario Saavedra
Formato: Nacho García
Imágenes: OTAN, EFE, Reuters