El 24 de febrero Rusia puso en marcha la invasión de Ucrania, un país de 44 millones de habitantes, dando inicio al mayor golpe contra la paz en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. La ofensiva ordenada por Vladímir Putin con el pretexto falaz de "desnazificar" Ucrania y detener el supuesto "genocidio" contra la población rusófona de las regiones separatistas del Donbás se ha topado con una feroz resistencia. La OTAN, EEUU y la UE han apoyado con armas y financiación a Kiev, cuyas negociaciones con Moscú siguen en marcha.

Textos:
Begoña González
Carles Planas Bou
Ricardo Mir de Francia

Infografías:
Francisco J. Moya
Ilustraciones:
Ramon Curto
Imágenes:
Diego Herrera (EP) / Manuel Lorenzo (EFE) / Sergey Dolzhenko (EFE) /Tobias Schwarz (AFP) / Maxim Gucheck (BelTA) / Aris Bessinis

Rusia planteó la ofensiva con la idea de llevar a cabo una operación relámpago, pero la intensa resistencia ucraniana frustró sus expectativas desde los primeros días. Ahora, la estrategia rusa se centra en debilitar a ciudades y civiles con asedios y bombardeos.

Cuando se cumple un mes del inicio del conflicto, los bombardeos rusos se han vuelto mucho más indiscriminados y afectan principalmente a los civiles y sus infraestructuras. Más de 900 misiles han destruido ciudades como Járkov y Mariúpol, donde su población lleva días sin agua, calefacción o electricidad. Hay múltiples indicios de crímenes de guerra, incluidos más de 30 ataques a zonas civiles como teatros, hospitales de maternidad y guarderías, según la OMS. El asedio sobre Kiev se ha intensificado, con constantes bombardeos en distintos barrios residenciales de la periferia, donde Rusia sigue concentrando tropas para rodear la capital. En Mariúpol, el ultimátum hecho por Moscú el día 20 para que el Ejército ucraniano entregase la ciudad fue rechazado tajantemente por el presidente Zelenski.

Mapa de Mariúpol con la localización de los últimos bombardeos

La ofensiva rusa está siendo más efectiva en el este y el sur, con la península de Crimea como punta de lanza. A la toma del puerto de Jersón, donde prosigue la lucha, le han seguido pequeñas ciudades como Melitópol y la zona del Mar de Azov, ya bajo poder ruso. Las grandes urbes sitiadas siguen resistiendo, aunque a un coste elevadísimo. "Nos están aniquilando como en Hiroshima pero poco a poco", clamaba el teniente de alcalde de Mariúpol el 22 de marzo.

Odesa, que había resistido intacta hasta ahora, ha recibido los primeros ataques aéreos en la cuarta semana de invasión. La ciudad, estratégica para Ucrania, se ha convertido en un nuevo frente para las tropas. Además, Rusia ha bombardeado poblaciones próximas a la frontera de la OTAN, cerca de Polonia y Rumanía y en Lviv, la capital de la retaguardia ucraniana. Las tropas rusas controlan una de las cuatro centrales nucleares activas del país y la planta inactiva de Chernóbil, cuya desconexión ha alertado del peligro que se produzcan fugas radioactivas.

Mapa de la frontera oriental de la OTAN, con las bases cerca de Ucrania y de Rusia

Ucrania ha recibido armamento de decenas de países (entre ellos España y otros 20 miembros de la UE) entre el que destacan los misiles estadounidenses 'Javelin' que han probado ser realmente efectivos contra los tanques rusos. Esta semana, la UE ha cerrado un acuerdo político sobre el desembolso de otros 500 millones de euros para enviar armas a Ucrania y la OTAN le ha ofrecido ayuda ante las "amenazas químicas y nucleares" de Rusia.

El Kremlin, por su parte, ha asegurado que solo hará uso de sus armas nucleares si ve amenazada su existencia y ha confirmado el uso de misiles hipersónicos contra objetivos ucranianos. En la tercera semana de guerra, EEUU avisó a sus aliados que China está abierta a ayudar a Rusia, unas informaciones que Pekín descartó calificándolas de bulos.

Desde el inicio de la guerra, 953 civiles ucranianos –incluidos 78 niños- han muerto y otros 1.557 han resultado heridos, según el recuento de la ONU. La cifra real, advierten, es "probablemente mucho mayor".

Ucrania y Rusia han aportado otras cifras de bajas militares sufridas e infligidas, que no han podido ser verificadas de forma independiente. De hecho un diario afín a Putin llegó a cifrar en 10.000 los soldados rusos muertos en combate, aunque minutos después eliminó la noticia y la atribuyó a un "pirateo informático". Recientemente, el Alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, aseguró que solo en Mariúpol las cifras de víctimas civiles alcanzan los 2.400 fallecidos.

Durante semanas, los encuentros diplomáticos han acordado frágiles corredores humanitarios para evacuar a los civiles que en su mayoría no se han respetado. A pesar de que esta última semana no han trascendido novedades de las negociaciones, la posibilidad de un alto el fuego sigue en el horizonte.

Durante la tercera semana de guerra se filtró un borrador de 15 puntos para poner fin al conflicto bélico que Kiev descartó. Ahora, Zelenski ha manifestado este 22 de marzo su disposición a incluir por primera vez en las negociaciones a Crimea y el Donbás. No obstante, el mandatario ha reclamado poder atar por adelantado "garantías de seguridad".

A pesar de ese acercamiento de posiciones donde el alto el fuego suena "más realista", según Kiev, el compromiso parece quedar aún lejos.

El Kremlin ha mantenido su ofensiva militar golpeando también a los civiles, quizás en busca de una mejor posición negociadora.

Mientras Moscú y Kiev tratan de llegar a un alto el fuego definitivo, más de tres millones y medio de personas han escapado de Ucrania. Su huida está siendo tan rápida y masiva que se ha convertido ya en el mayor éxodo de refugiados en Europa desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

Rusia y Ucrania pactaron la creación de diez corredores humanitarios para facilitar la evacuación de civiles de las zonas más castigadas. Kiev ha denunciado múltiples violaciones rusas del alto al fuego. En otros casos, han permitido evacuar a más de 4.000 personas en un día. Recientemente, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania aseguró que 2.389 niños ucranianos han sido "retirados ilegalmente" de los territorios invadidos y llevados a Rusia.

España superó el día 21 de marzo las 10.000 protecciones temporales concedidas a refugiados ucranianos que llegan a nuestro país huyendo de la invasión de Rusia de su país. Con este estatus, se les permite obtener de forma casi inmediata un permiso de residencia y de trabajo, así como acceder a la sanidad, la educación y ayudas económicas.

La guerra de Ucrania ha tenido un impacto severo sobre la economía global, tanto sobre el crecimiento como la inflación, confirmando los pronósticos del FMI. Los precios de las materias primas se han situado en su nivel más alto desde el 2008, un encarecimiento que se está trasladando al consumidor y generando serios problemas en varias industrias.

El veto estadounidense y británico disparó por las nubes los precios energéticos. El barril de petróleo Brent superó los 132 euros el 9 de marzo, su precio más prohibitivo desde 2008, y desde entonces ha caído a 106 euros. El gas no baja de la estratosfera. El 7 de marzo alcanzó los 345 euros el megavatio hora, cuando hace poco más de un año rondaba los 25 euros. Ante estos datos, Rusia ha asegurado que solo venderá gas a países "hostiles" si lo pagan en rublos. El gas ruso supone el 40% del consumo de la UE y en algunos países como Alemania llega al 80%.

El impacto de esa crisis energética se ha notado en España con la huelga de algunos sectores de transportistas y con el Gobierno anunciando una bajada de impuestos para reducir el precio de la gasolina, la luz y el gas. El 8 de marzo, la luz llegó a 555 euros el kilovatio hora y ha caído hasta los 217. La gasolina sigue disparada rozando los 2€ el litro.

Rusia y Ucrania son dos de las principales potencias exportadoras de cereales, metales y fertilizantes. Ambos países en conjunto representan más de una cuarta parte de las exportaciones mundiales de trigo, mientras que Ucrania por sí sola aglutina casi la mitad de las exportaciones de aceite de girasol.

La cosecha y el procesamiento se están viendo obstaculizados en una Ucrania devastada por la guerra, así como se están bloqueando en gran parte las exportaciones rusas, y estos dos factores están causando un fuerte aumento de precios a países importadores como España. Solo el níquel, por ejemplo, ha doblado su precio en este último mes y el carbón está cerca de hacerlo.

Vladímir Putin y Volodímir Zelenski son los dos grandes protagonistas del conflicto, pero la guerra tiene un alcance mundial y por ello también es muy relevante el papel de otros actores.

VLADÍMIR PUTIN

  • “He decidido lanzar una operación militar especial. Su objetivo es proteger a aquellos que han sido víctimas del abuso y el genocidio perpetrado por el régimen de Kiev durante ocho años. Y por eso buscaremos la desmilitarización y desnazificación de Ucrania”. (24 de febrero).
  • Putin insiste en que no ocupará a su vecino y que la guerra es una operación centrada en el Donbás. El Kremlin ha intensificado su maquinaria de represión con una ley que impone penas de hasta 15 años de cárcel por difundir “información falsa” sobre la invasión y que ha forzado el éxodo de medios internacionales. El aislamiento del pueblo ruso ha ido a más con la prohibición de redes sociales como Facebook, Instagram o Twitter por considerarlos "extremistas" y el Kremlin trabaja ya par cerrar Youtube. Putin ha amenazado a sus críticos llamado a un proceso de “purificación” de la sociedad rusa contra los “traidores”.

VOLODÍMIR ZELENSKI

  • "Nosotros no aguantamos. Luchamos y nuestra nación luchará hasta el final. Lo hacemos por el futuro de nuestros hijos" (1 de marzo).
  • Zelenski formalizó la candidatura de Ucrania para formar parte de la Unión Europea con especial celeridad, pero la adhesión "express" fue tajantemente rechazada por el club europeo, que en cambio ha admitido tramitar su solicitud por el procedimiento habitual. Igualmente, Zelenski pasó de pedir el ingreso del país a la OTAN a resignarse: "Ya hemos visto que no podemos entrar".

JOE BIDEN

  • "A lo largo de la historia hemos aprendido una lección: cuando los dictadores no pagan un precio por su agresión, desencadenan la guerra y el caos" (2 de marzo). Biden llegó a calificar a Putin de "criminal de guerra", algo que ha ratificado y ha hecho oficial este 23 de marzo.
  • Biden ha incrementado el paquete de ayuda de EEUU a Ucrania y la presencia militar de sus tropas en Europa para reforzar a la OTAN. Ha impuesto sanciones económicas y ha cerrado su espacio aéreo a los aviones rusos. Putin "no tiene ni idea de lo que se le viene encima", ha dicho. El presidente viaja esta semana a Bruselas y Varsovia para estar presente en la reunión del consejo general de la OTAN y llamó a su homólogo chino Xi Jinping para advertirle de las consecuencias que tendría un apoyo a Rusia. La tensión es cada vez más insostenible.

URSULA VON DER LEYEN

  • “No dejaremos que Putin tire abajo el armazón de seguridad que ha aportado estabilidad y paz a Europa. No dejaremos que remplace el estado de derecho por la ley de la fuerza y la crueldad. No debería subestimar la determinación y la fuerza de nuestras democracias” (24 de febrero).
  • Bruselas ha impuesto las sanciones más duras de su historia a Rusia y ha destinado 1.500 millones de euros de sus fondos para armar a Ucrania mientras busca alternativas a su dependencia del gas ruso. Alemania ha iniciado su rearme, en un giro radical a su política militar de las últimas décadas. El viaje a Kiev de los líderes polaco, esloveno y checo ha irritado a la UE en un momento en que Josep Borrell ha descartado viajar al país en guerra.

Las sanciones occidentales están convirtiendo a Rusia en un Estado paria. A las medidas de castigo de las grandes potencias hay que sumarle la retirada de decenas de multinacionales que están abandonando el país. Prueba de ese aislamiento es la condena mayoritaria de la invasión rusa en la Asamblea General de la ONU.

ESPACIO AÉREO CERRADO

La UE, Canadá y EEUU han cerrado su espacio aéreo a las aerolíneas comerciales rusas, así como a su transporte aéreo de mercancías. El veto está llamado a afectar principalmente a los vuelos de Aeroflot. Al mismo tiempo, Boeing y Airbus dejarán de prestar servicio técnico y suministrar piezas a la flota rusa.

FRENTE DIPLOMÁTICO

Las bombas han dejado la diplomacia en un segundo plano. Los contactos entre ambas partes se han ido sucediendo mientras el mundo condenó abrumadoramente el ataque ruso durante la Asamblea General de la ONU. La Corte Internacional de Justicia ha fallado que la invasión de Ucrania no se ajusta al Derecho Internacional y que debe suspenderse.

Moscú no está del todo sola. En esa votación 35 países se abstuvieron y otros cinco votaron en contra. Entre los primeros está China y varios regímenes árabes. Paralelamente, el Tribunal Penal Internacional ha comenzado a investigar los presuntos crímenes de guerra cometidos por las tropas rusas. Llega después de que 39 países la solicitaran, un número sin precedentes.

FRENTE ECONÓMICO

La undécima economía del mundo se está quedando fuera del sistema financiero internacional. Las sanciones occidentales contra algunos bancos, su exclusión del sistema Swift que rige las transferencias internacionales o la congelación de las masivas reservas de divisas rusas han ido acompañadas por medidas tan o más draconianas del sector privado. Decenas multinacionales se han marchado de Rusia o han cerrado sus establecimientos. Desde Inditex y McDonald’s hasta Ikea, Shell o Visa. Putin ha confesado que las sanciones "requerirán cambios estructurales profundos" que "no serán fáciles".

Las consecuencias han sido fulgurantes. El rublo se ha desplomado y tiene el valor más bajo en décadas. La bolsa de Moscú lleva cerrada desde el 28 de febrero. El banco central ha subido los tipos de interés hasta el 20% para tratar de frenar la desbandada de capital extranjero. Y la deuda rusa ha quedado reducida a "bono basura" y el país se encuentra al borde del primer incumplimiento de pago de la deuda desde 1917. Moscú ha descartado "cualquier suspensión de pagos". Los analistas predicen que en el primer trimestre del año su crecimiento podría caer un 20%. La UE ha sancionado a más de 862 oligarcas y 53 entidades rusas.

DEPORTES Y CULTURA

Ni Juegos Olímpicos, ni Mundial de fútbol ni competiciones de la UEFA. El veto al deporte ruso amenaza con dejar a sus deportistas fuera de todas las grandes citas. También el mundo de la cultura se ha sumado al boicot. Desde Eurovision al Festival de cine de Cannes o instituciones como el Met, que están cortando lazos con los artistas que no se posicionan contra la guerra de Putin. Incluso prominentes figuras del reconocido Ballet Bolshoi han abandonado la compañía en protesta contra la guerra.

El Periódico de España

Este reportaje se ha actualizado en EL PERIÓDICO DE ESPAÑA el 17 de marzo de 2022.

Textos:
Begoña González de la Mora
Carles Planas Bou
Ricardo Mir de Francia

Infografías:
Francisco J. Moya
Ilustración:
Ramon Curto
Imágenes:
Diego Herrera (EP) / Manuel Lorenzo (EFE) / Sergey Dolzhenko (EFE) / Tobias Schwarz (AFP)
Coordinación:
Rafa Julve