Elon Musk

Todo el poder que ostenta la estrella fulgurante del nuevo Gobierno Trump

Elon Musk

Todo el poder que ostenta la estrella fulgurante del nuevo Gobierno Trump

Por Irene Benedicto

Elon Musk tendrá un despacho en la Casa Blanca. No solo trabajará para Donald Trump, sino que dispondrá de acceso directo y continuado al presidente de EEUU mientras sigue siendo propietario de empresas con miles de millones de dólares en contratos públicos, creando potenciales conflictos de interés en varios frentes. 

Pero los 240 millones de euros que gastó en la campaña electoral probablemente hayan sido su dinero mejor invertido. Apenas una semana después de la victoria de Trump, este le premió con un cargo de nueva creación. Musk dirigirá el Departamento de Eficiencia Gubernamental. Su mandato es vago –ahorrar dinero y reducir el tamaño del aparato burocrático– pero también transversal; lo abarca todo. 

Musk, propietario de las célebres Tesla y SpaceX, no compró Twitter para ganar más dinero (la red social se ha devaluado desde su compra), sino para controlar uno de los mayores altavoces de internet. De la misma manera, la entrada en política del hombre más rico de la historia moderna, más allá del dinero, lo que busca es poder. 

De padre sudafricano y madre canadiense, Musk mostró desde muy joven un talento para los ordenadores y un espíritu emprendedor.
A los 12 años, creó un videojuego sobre el espacio, que vendió por 500 dólares a una revista de informática. Justo antes de cumplir la mayoría de edad y en parte para evitar el servicio militar obligatorio, Musk abandonó Sudáfrica en contra de la voluntad de su familia y se fue a Canadá, país del que tenía pasaporte.

Musk trasladó su expediente dos veces, de su Pretoria natal a la Queen's University de Canadá, y después a la Universidad de Pensilvania, donde se licenció en Física y Economía. Se matriculó en un posgrado en la Universidad de Stanford, en California, pero abandonó tras dos días de clase para emprender, atraído por esa Silicon Valley a la que se había mudado.

De padre sudafricano y madre canadiense, Musk mostró desde muy joven un talento para los ordenadores y un espíritu emprendedor.
A los 12 años, creó un videojuego sobre el espacio, que vendió por 500 dólares a una revista de informática. Justo antes de cumplir la mayoría de edad y en parte para evitar el servicio militar obligatorio, Musk abandonó Sudáfrica en contra de la voluntad de su familia y se fue a Canadá, país del que tenía pasaporte.

Musk trasladó su expediente dos veces, de su Pretoria natal a la Queen's University de Canadá, y después a la Universidad de Pensilvania, donde se licenció en Física y Economía. Se matriculó en un posgrado en la Universidad de Stanford, en California, pero abandonó tras dos días de clase para emprender, atraído por esa Silicon Valley a la que se había mudado.

Su poder económico

Elon Musk ya acumula más riqueza que su país natal, Sudáfrica. Con un patrimonio de 410.000 millones de euros, es también más rico que Chile, Finlandia, Portugal o Egipto. De hecho, si Musk fuera una nación, estaría alrededor del puesto 30 en el ranking de los más ricos (de 195 países que hay en el mundo). En Estados Unidos, donde reside, su patrimonio representa el 1,6% del PIB, rompiendo el hito hasta hace poco, que lo tenía Rockefeller. Musk ya es el hombre más rico del tiempo moderno. 

Patrimonio de Elon Musk
(en millones de euros)

PIB nominal de países
(en millones de euros)

PIB nominal de países
(en millones de euros)

Patrimonio de Elon Musk
(en millones de euros)

Primeros pinitos y pelotazo empresarial

Elon Musk ha cofundado siete empresas desde 1995, incluso antes de terminar sus estudios (se graduó con 26 años). La primera, Zip2, un programa informático que hacía guías locales para periódicos online, la creó con su hermano, Kimbal Musk. Lo vendieron cuatro años después por 290 millones de dólares. Fue su primer gran salto de patrimonio. 

Con parte de ese dinero fundó un banco online al que llamó X.com (luego recuperó el nombre para rebautizar a Twitter). Lo fusionó con un competidor, Peter Thiel, que se convirtió en un aliado y de la unión salió el sistema de pago electrónico PayPal, que fue adquirida por eBay en 2002 por más de 1.300 millones de euros. 

A partir de ese año, si bien siguió comprando y vendiendo algunas de sus empresas, Musk se centró mucho más en sus dos grandes apuestas: la tecnología aeroespacial de SpaceX y los vehículos eléctricos de Tesla – y, más recientemente, la red social Twitter que convirtió en X.

SPACEX

Musk fundó SpaceX con el propósito, dijo, de fabricar cohetes más asequibles y que la humanidad se convierta en una especie multiplanetaria. Fue la primera empresa privada en lanzar y traer de vuelta con éxito una nave espacial desde la órbita terrestre. Desde 2008, ha firmado 20.000 millones de dólares en contratos con el Departamento de Defensa de EEUU y la NASA, incluidos los 816 millones de euros para destruir la Estación Espacial Internacional. 

Valorada en 340.000 millones de euros, actualmente negocia con el Gobierno italiano un acuerdo de 1,5 millones de euros para gestionar los sistemas de cifrado para las comunicaciones gubernamentales a través de la red de satélites Starlink. Sería el primer gran contrato de SpaceX en Europa.

TESLA

Los vehículos eléctricos deportivos llegaron después de los cohetes. Musk fue uno de los inversores iniciales de la exitosa Tesla a la que, a pesar de su éxito de ventas, también se ha pillado en múltiples trampas legales. Al tener cero emisiones, Tesla genera y vende una suerte de 'créditos verdes' a las automovilísticas tradicionales para que estas puedan contaminar. Desde 2020, Tesla se ha embolsado más de 8.500 millones de euros así (el 12% de sus beneficios).

Musk también ha sido investigado por fraude al anunciar en Twitter que iba a sacar Tesla de su cotización en bolsa, lo que disparó las acciones. No lo hizo y la Comisión de Bolsa y Valores de EEUU inició un procedimiento, que acabó en un acuerdo previo pago de 38 millones de euros. Tesla también ha tenido problemas con la justicia por los 30 muertos en accidentes de tráfico de sus coches en modo 'autoconducción'. Además, un juzgado ha limitado el número de acciones con las que Musk se puede retribuir a sí mismo, pendiente de la apelación. Es incierto cómo afectará la entrada de Musk a procedimientos presentes o futuros.

X (el viejo Twitter)

Musk lanzó una OPA hostil de 42.000 millones de euros por Twitter en 2022, tras haber ocultado ilegalmente que ya era propietario del 9% de la empresa y haber aceptado un puesto en el consejo de administración. Con todo, Twitter aceptó la compra, pero Musk se hizo entonces de rogar, alegando que la empresa valía en realidad menos por las cuentas falsas. Twitter le demandó por incumplir el acuerdo y la venta se consumó a finales de ese año. 

Al tomar las riendas, Musk cambió el nombre a X, despidió a casi la mitad de la plantilla, convirtió la marca de verificación de usuarios en una suscripción de pago y disolvió el órgano de moderación de contenidos. Restableció muchas cuentas prohibidas, incluida la de Trump, a quién ha ayudado durante la campaña electoral haciendo viral el contenido a su favor, incluida desinformación, y limitando la visibilidad de contenidos que le podían perjudicar. Líderes europeos le han acusado de interferencia política también en el viejo continente. 

Neuralink, xAI, The Boring Company

Musk es propietario de empresas menos conocidas pero potencialmente muy influyentes. Neuralink, valorada en unos 7.000 millones de euros, pondrá este año 30 implantes neurológicos en el cerebro de 30 personas con tetraplejia o afectaciones similares para establecer una comunicación directa entre sus neuronas y un ordenador. 

Por su parte, The Boring Company ('la compañía aburrida', en inglés), valorada en 8.000 millones de euros, se dedica a construir túneles por debajo de macrourbes, de momento, Las Vegas. Y en su carrera por la Inteligencia Artificial, Musk, que un día formó parte del ahora exitoso OpenAI y abandera ahora xAI, que sigue tratando de competir con ChatGPT.

Así se completaría el pack de seis empresas de Musk por todos conocidas, pero en noviembre, Forbes desveló la creación de dos compañías más, United States of America Inc., y Group America LLC, que ha utilizado para enviar cheques con dinero para aquellos indecisos que votaban por Trump.

Y ahora, poder político

Los inversores parecen aplaudir cómo el poder político converge con el económico en las manos de Musk. Después de que la elección de Trump revalidara la apuesta de Musk, las acciones de Tesla se dispararon y, con ellas, su fortuna llegó a su punto más alto. 

Su cercanía a Trump es física – ha sido huésped de la mansión del presidente en Mar-a-Lago, Florida, desde noviembre, para preparar la transición presidencial– y fáctica: líderes políticos de todo el mundo han visitado a Musk y este ha sido invitado a actos oficiales, posando en fotos de familia con los Trump. 

"No, no va a hacerse con la presidencia", dijo Trump recientemente en una rueda de prensa. "Estoy a salvo. ¿Saben por qué? No puede serlo. No nació en este país", añadió, y soltó una carcajada. Ataque de celos o de honestidad, es difícil saber si Trump escogió a Musk o si fue al revés, por la conveniencia del tándem para uno y otro.

ESTE ES EL VÍDEO DE TRUMP DICIENDO QUE MUSK NO SERÁ PRESIDENTE

Textos
Irene Benedicto
Diseño / ilustraciones
Ramon Curto
Coordinación
Rafa Julve