¿Cómo te afectará el regreso al poder de Donald Trump?
La vuelta a la presidencia de EEUU del líder republicano tendrá consecuencias en España en diversos frentes

Por Ricardo Mir de Francia
Donald Trump asumirá por segunda vez la presidencia de Estados Unidos el próximo 20 de enero. Su regreso a la Casa Blanca augura cambios sustantivos en la política económica y exterior de Washington llamados a reverberar en todos los rincones del planeta. También en España. Un aliado importante de EEUU que tendrá que jugar bien sus cartas para minimizar los daños de las políticas proteccionistas de la Casa Blanca, su alineamiento con la extrema derecha populista o su desprecio a las instituciones internacionales.
UNIÓN EUROPEA
Guerra arancelaria
Con el objetivo expreso de proteger a la industria de su país, Trump ha prometido gravar todas las importaciones de productos extranjeros a EEUU. También de países amigos como los de la Unión Europea, que tendrían que afrontar unos aranceles entre el 10% y 20%. Esa política está llamada a provocar una guerra comercial con el Viejo Continente, que se prepara para adoptar represalias en cuanto su socio trasatlántico desenfunde las primeras medidas. El consumidor lo notará en su bolsillo, dado que el coste de los aranceles tiende a trasladarse a los precios.
No son buenas noticias para la renqueante economía europea. EEUU es el mayor mercado para sus exportaciones. Algunos análisis estiman que estas podrían reducirse en un tercio, mientras el crecimiento europeo se contraería un 1% de enfrentarse a un arancel del 10%. Alemania e Italia serán los países más afectados. A medio plazo la política de Trump podría llevar también a la deslocalización de algunas empresas europeas, que podrían instalarse en EEUU para ahorrarse los aranceles.
Grúas descargando contenedores en el puerto de Los Ángeles , California (EE.UU.), el 3 de diciembre de 2024. EFE/EPA/ALLISON DINNER
Grúas descargando contenedores en el puerto de Los Ángeles , California (EE.UU.), el 3 de diciembre de 2024. EFE/EPA/ALLISON DINNER
Un trabajador toma la temperatura durante la elaboración del aceite de oliva virgen extra. EFE/José Manuel Pedrosa
Un trabajador toma la temperatura durante la elaboración del aceite de oliva virgen extra. EFE/José Manuel Pedrosa
El aceite de oliva y la aceituna como precedentes
Estados Unidos es el sexto mayor destino para las exportaciones españolas, según datos del ICEX. 28.000 empresas exportaron allí en 2023, casi 5.000 menos que un año antes. La maquinaria industrial, los productos agroalimentarios, los químicos y farmacéuticos son los que más cruzan el charco. Goldman Sachs calcula que un arancel del 10% podría reducir un 0.6% el crecimiento de la economía española.
España ya sabe lo que es sufrir los aranceles de Trump, aunque solo de forma selectiva. Durante su primer mandato, el republicano impuso aranceles de un mínimo del 25% al aceite de oliva, la aceituna negra de mesa o algunos vinos en represalia por las subvenciones europeas al sector aeronáutico. Desde entonces el aceite ha logrado recuperar su posición de liderazgo en EEUU, pero la aceituna ha perdido más del 70% de su cuota de mercado después de que Biden mantuviera el impuesto, que dificulta que pueda competir con la aceituna italiana, turca o marroquí.
Goldman Sachs calcula
que un arancel del 10%
podría reducir un 0,6%
el crecimiento de la
economía española

GUERRA EN UCRANIA
Alto el fuego "en 24 horas"
El republicano ha prometido acabar "en 24 horas" con la guerra en Ucrania. Más allá de la incredulidad que generan sus plazos, pocos creen que vaya a negociar una paz duradera, pero sí podría forzar algún tipo de alto el fuego. De conseguirlo, Trump quiere que Europa mande una fuerza de paz a Ucrania para vigilar el cumplimiento del potencial alto el fuego, según comunicó al presidente francés Emmanuel Macron y su homónimo ucraniano Volodímir Zelenski durante la ceremonia de reapertura de la catedral de Notre-Dame. En esa reunión también reiteró su oposición a que Ucrania forme parte de la OTAN, según publicó ‘Politico’.
Trump no ha explicado nunca cómo pretende frenar la guerra, pero desde su entorno se ha sugerido que podría detener los envíos de armas a Kiev para obligarle a negociar. El magnate también podría revertir la autorización otorgada por Biden a Ucrania para que pueda atacar territorio ruso con armas estadounidenses. Ha dicho no estar de acuerdo con ella y la ha calificado de "muy peligrosa".
Más gasto en Defensa
Durante el primer mandato de Trump, el gasto en Defensa español fue uno de los principales focos de discordia en la relación bilateral. España no solo está lejos de cumplir con su compromiso con la OTAN para invertir un 2% en ese ámbito, sino que es el país miembro de la Alianza –de un total de 31-- que menos destina a esa partida. Menos del 1.5% de su PIB, muy lejos del 4.1% que destina Polonia, el que más gasta.
El Gobierno se defiende asegurando que España es uno de los países que más dedica a las misiones en el exterior o que ha incrementado un 32% su presupuesto en Defensa desde 2018. Madrid también ha firmado un acuerdo bilateral con Ucrania para aportar 1.100 millones de euros a su defensa. Aun así es previsible que tenga que hacer nuevos gestos para contener la ira de Trump o aportar soldados para mantener el eventual alto el fuego en caso de que progresara la idea estadounidense.
CHINA
Beligerancia con China
En el universo de Trump y sus nuevos asesores, conocidos por su beligerancia hacia China, casi todos los problemas de EEUU empiezan y acaban en Pekín. El republicano no esconde su intención de apostar por la confrontación frente al gigante asiático, a cuyas importaciones quiere imponer aranceles de un mínimo del 60%, aunque productos como los vehículos eléctricos chinos ya pagan un 100% por entrar en el mercado estadounidense. Esos impuestos masivos se espera que vayan acompañados de nuevas medidas para desacoplar la economía estadounidense de la china, particularmente en el sector tecnológico.
Nada de eso llega en el mejor momento para la economía china, pero algunos expertos ven también oportunidades para el régimen de Xi Jinping. Si Washington acaba saliéndose de las instituciones multilaterales que han cimentado su hegemonía en el último siglo, China podría aprovecharlo para ocupar el vacío y erigirse como uno de los garantes del orden internacional.
Operarias en una línea de montaje de chips en una fábrica de Shenzhen, China. EFE/EPA/LIU XINGZHE
Operarias en una línea de montaje de chips en una fábrica de Shenzhen, China. EFE/EPA/LIU XINGZHE
Tsunami de exportaciones chinas a Europa
La posibilidad de que los elevados aranceles de Trump dejen fuera del mercado estadounidense a parte de las exportaciones chinas preocupa en Europa. Muchos expertos consideran que Pekín tratará de compensar el golpe dando salida a su producción en Europa, donde compite con EEUU como principal exportador al continente. En algunos sectores, Bruselas acusa a China de subvencionar a sus empresas de forma desleal o de vender sus productos a precios de coste, todo ello con efectos devastadores para la industria europea.
Esas dinámicas han quedado de manifiesto con los paneles solares o los vehículos eléctricos chinos, que han acaparado elevadas cuotas de mercado en la UE, poniendo en serios apuros a los productores del continente. Bruselas ha reaccionado imponiendo un arancel del 38% a los vehículos eléctricos del gigante asiático.
Los economistas creen que
los aranceles, la bajada
de impuestos o sus planes
para deportar inmigrantes
irregulares provocarán
subidas de precios

FORTALEZA DEL DÓLAR
Inflación 'made in' Trump
Desde que Trump ganara las elecciones, el dólar ha experimentado una significativa apreciación hasta alcanzar esta semana su nivel más alto de los últimos dos años frente a una cesta de divisas de referencia, incluido el euro, que vuelve a rozar la paridad con el dólar. Esta fortaleza se explica por los efectos que se espera que tengan las políticas del republicano. Los economistas creen que la imposición generalizada de aranceles, su prometida bajada de impuestos o sus planes para deportar a millones de migrantes irregulares - y por ende, sacar a muchos trabajadores del mercado laboral-- provocarán subidas de precios.
No en vano, la Reserva Federal ha señalado que pretende ralentizar el recorte de los tipos de interés ante la persistencia de las presiones inflacionarias. De anticiparse hasta cuatro bajadas en 2025, se ha pasado a dos. La continuidad de los tipos relativamente altos atraerá más capital foráneo a EEUU, atraído por los intereses que paga su deuda pública. Malas noticias para Trump, que es partidario de un dólar relativamente débil para favorecer a las exportaciones estadounidenses.
Bueno para el turismo, malo para las compras de energía
El dólar sigue siendo la divisa de reserva mundial, de modo que un dólar fuerte tiene consecuencias en todas partes. En España debería beneficiar al turismo, dado que los estadounidenses tienden a viajar y gastar más cuando aumenta el poder adquisitivo de su moneda. Contrariamente, se encarecerán las compras de energía para las empresas, desde petróleo a gas natural licuado, que están generalmente denominadas en dólares, lo que podría trasladarse eventualmente al consumidor. También será más costoso para el Estado o las grandes empresas pagar la deuda denominada en divisa estadounidense.
El Deustsche Bank prevé que durante 2025 el dólar alcanzará la paridad con el euro, cuando a principios de octubre, un mes antes de que Trump ganara las elecciones, 1 euro costaba 1,11 dólares.
SINTONÍA CON LA EXTREMA DERECHA
Nacional-populistas, euroescépticos y prorrusos
La llegada de Trump a la Casa Blanca supondrá un espaldarazo para el nacional-populismo en Europa, ese batiburrillo de partidos de extrema derecha que incluye también a formaciones euroescépticas y prorusas. Se espera que algunas de ellas se conviertan en interlocutores privilegiados de la Casa Blanca. El magnate ha expresado además admiración por Putin de forma reiterada, un Putin al que ha descrito como “un genio” y “un zorro”, o por “el muy respetado Viktor Orbán”, el más afín de los dirigentes al Kremlin en la UE, lo que representará un desafío añadido para el establishment político europeo.
Espaldarazo para Vox
El Gobierno español tendrá que circunvalar su evidente falta de sintonía con la Administración Trump. Aparentemente compartida también por sectores del PP, como se deduce del frío recibimiento que dio la Fundación FAES a la victoria de Trump, que calificó de "mala noticia". Un punto de partida muy distinto al de Vox y Santiago Abascal, el clon español más aventajado del trumpismo.
Trump le ha mostrado su apoyo enviando vídeos para ser emitidos en sus mítines. Y el pasado mes de febrero Abascal se reunió con el magnate en Washington tras participar en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPA), el más importante de los cónclaves anuales de la derecha estadounidense.
El magnate ha expresado
su admiración por Putin
y Viktor Orbán
de forma reiterada

INCERTIDUMBRE Y DISRUPCIÓN
El regreso de Trump a la Casa Blanca es sinónimo de incertidumbre e imprevisibilidad, conceptos que aborrecen las empresas y los gestores económicos. En Europa preocupa sobremanera esa potencial guerra comercial o sus planes en Ucrania, pero también el ejemplo que sus medidas más radicales puedan generar, desde sus intenciones para desguazar el sector público estadounidense a su promesa para deportar a millones de migrantes irregulares. Con el Gobierno español no se prevé una relación fácil. Más bien al contrario. Pero ambos países se necesitan por la importancia estratégica que las bases de Rota y Morón tienen para EEUU, una carta que Madrid podría jugar si la relación se tuerce.