Donald Trump
Discurso de investidura como 47º presidente de EEUU
20 de enero de 2025
La decisión del presidente de EEUU, Donald Trump, de apoderarse del canal de Panamá bajo la fantasiosa argumentación de que Estados Unidos ha sido "muy maltratado" desde que perdió por completo el control operativo y comercial, en 1999, vuelve a instalar en boca de los Gobiernos latinoamericanos una palabra que había perdido sustancia histórica, "expansionismo". La misma pone a prueba no solo las relaciones de Washington con la región sino su capacidad de afrontar una ofensiva que por ahora es retórica.
En la ceremonia de su investidura, Trump apeló a datos que no se ajustan a la realidad. Dijo que los barcos norteamericanos, incluso los militares, "pagan de más" al atravesar la vía interoceánica. Las autoridades panameñas refutaron ese dato de inmediato: a todos los países se les cobra la misma tarifa. La ofensiva del multimillonario republicano incluye desde su inicio las fake news.

Donald Trump
Discurso de investidura como 47º presidente de EEUU
20 de enero de 2025
La decisión del presidente de EEUU, Donald Trump, de apoderarse del canal de Panamá bajo la fantasiosa argumentación de que Estados Unidos ha sido "muy maltratado" desde que perdió por completo el control operativo y comercial, en 1999, vuelve a instalar en boca de los Gobiernos latinoamericanos una palabra que había perdido sustancia histórica, "expansionismo". La misma pone a prueba no solo las relaciones de Washington con la región sino su capacidad de afrontar una ofensiva que por ahora es retórica.
En la ceremonia de su investidura, Trump apeló a datos que no se ajustan a la realidad. Dijo que los barcos norteamericanos, incluso los militares, "pagan de más" al atravesar la vía interoceánica. Las autoridades panameñas refutaron ese dato de inmediato: a todos los países se les cobra la misma tarifa. La ofensiva del multimillonario republicano incluye desde su inicio las fake news.
El canal de Panamá
Ese "tonto regalo" que Trump quiere recuperar para EEUU

Un reportaje de Abel Gilbert y Laura Puig
Panamá tiene una extensión de 75.517 km². Se baña al norte con el mar Caribe y al sur con el océano Pacífico. Limita al este con Colombia y al oeste con Costa Rica. Su población, según el último censo de 2023, asciende a 4.064.780 habitantes. La actividad en el canal, el sector de servicios marítimos, comerciales, inmobiliarios y financieros y la Zona Libre de Colón, la segunda zona franca más grande del mundo, constituyen el motor de una economía cuyo PIB es de 83,38 millones de dólares. Panamá tiene una pobreza cercana al 22%.
La situación del canal


Cómo pasan los barcos por el canal
Los buques atraviesan el canal gracias a un sistema de esclusas que los elevan desde el nivel del mar hasta el nivel del lago Gatún. Las esclusas tienen compuertas gigantes que se abren para dejar pasar a los barcos.
El agua, que entra y sale de estos compartimentos a través de grandes túneles, utiliza la fuerza de la gravedad para elevar y bajar los barcos, que son guiados por remolcadores para que no choquen contra las paredes.
El Canal, de punta a punta
Recorrido por el desfiladero a través de los 80 kilómetros que van del Caribe al Pacífico

Las principales rutas por el canal
Antes de la apertura del canal, los pasos interoceánicos eran el estrecho de Magallanes y el cabo de Hornos, en el extremo austral de Chile. Su puesta en funcionamiento supuso un salto significativo en el comercio mundial. El canal de Panamá conecta 140 rutas marítimas que llegan a unos 1.700 puertos y 160 países. Los principales recorridos conectan a la costa oeste norteamericana con Asia, Australia, el Pacífico sudamericano y Centroamérica, Europa con la zona oeste latinoamericana y, además, ha permitido acelerar el intercambio entre ambas costas sudamericanas y de América Latina con los países asiáticos.
El 6% del comercio marítimo mundial atraviesa esta vía que está abierta los 365 días del año y que es apoyada por una fuerza laboral de 9.000 personas. Cada año la recorren más de 14.000 barcos de todo tipo que pagan una tarifa promedio de 71.400 dólares. El 85% de esos tránsitos los realizan buques tipo Panamax, diseñados para ajustarse a las dimensiones máximas permitidas por las dos antiguas esclusas. Los Neopanamax transitan por el tercer juego de esclusas. En el año fiscal 2024, el canal de Panamá tuvo ingresos por 4.986 millones de dólares.

Historia del canal
La construcción del canal supuso una proeza de la ingeniería moderna. Francia inició las obras en 1881, pero las detuvo en 1889 por falta de confianza de los inversores y su alto coste en vidas humanas que Trump invocó reescribiendo la historia. Los 38.000 norteamericanos muertos no fueron tales. La Librería Nacional de Medicina de Estados Unidos calcula que fallecieron más de 22.000 trabajadores franceses y alrededor de 5.600 estadounidenses. Panamá se separó de Colombia en 1903, tras la llamada Guerra de Mil Días. Casi de inmediato, suscribió con Washington el llamado Tratado (Philippe-Jean) Hay-Bunau-Varilla, por el jefe de obra del proyecto. El acuerdo cedía el canal a perpetuidad, a cambio de 10 millones de dólares, ubicaba a ese pequeño país bajo la estricta órbita de Washington. La vía se inauguró oficialmente el 15 de agosto de 1914.
Durante el último tramo de la presidencia del republicano Richard Nixon, en 1974, y tras años de agitación nacionalista, se pactó la derogación del acuerdo suscrito en 1903. Tres años más tarde le tocó al demócrata Jimmy Carter estampar la firma junto con su colega Omar Torrijos en dos tratados: uno de neutralidad y otro de devolución del canal de manera gradual. Ronald Reagan, quien heredó la presidencia en 1981, nunca estuvo de acuerdo con la devolución de la vía interoceánica, pero se abstuvo de impugnar lo convenido en 1977. El 31 de diciembre de 1999 fue el último día en que la bandera de EEUU flameó en esa zona y Panamá recuperó por completo su soberanía.
Historia del canal
La construcción del canal supuso una proeza de la ingeniería moderna. Francia inició las obras en 1881, pero las detuvo en 1889 por falta de confianza de los inversores y su alto coste en vidas humanas que Trump invocó reescribiendo la historia. Los 38.000 norteamericanos muertos no fueron tales. La Librería Nacional de Medicina de Estados Unidos calcula que fallecieron más de 22.000 trabajadores franceses y alrededor de 5.600 estadounidenses. Panamá se separó de Colombia en 1903, tras la llamada Guerra de Mil Días. Casi de inmediato, suscribió con Washington el llamado Tratado (Philippe-Jean) Hay-Bunau-Varilla, por el jefe de obra del proyecto. El acuerdo cedía el canal a perpetuidad, a cambio de 10 millones de dólares, ubicaba a ese pequeño país bajo la estricta órbita de Washington. La vía se inauguró oficialmente el 15 de agosto de 1914.
Durante el último tramo de la presidencia del republicano Richard Nixon, en 1974, y tras años de agitación nacionalista, se pactó la derogación del acuerdo suscrito en 1903. Tres años más tarde le tocó al demócrata Jimmy Carter estampar la firma junto con su colega Omar Torrijos en dos tratados: uno de neutralidad y otro de devolución del canal de manera gradual. Ronald Reagan, quien heredó la presidencia en 1981, nunca estuvo de acuerdo con la devolución de la vía interoceánica, pero se abstuvo de impugnar lo convenido en 1977. El 31 de diciembre de 1999 fue el último día en que la bandera de EEUU flameó en esa zona y Panamá recuperó por completo su soberanía.

Cómo funcionan las tinas de reutilización de la última ampliación (2016)
Tres tinas en cada tramo permiten el llenado o vaciado de los diques reutilizando el agua
Qué puede hacer Trump y qué pretende realmente
"El propósito de nuestro trato y el espíritu de nuestro tratado han sido totalmente violados. A los barcos estadounidenses se les está cobrando gravemente de más y no se les está tratando justamente de ninguna manera, forma o manera, y eso incluye a la Marina de Estados Unidos. Y sobre todo, China está operando el Canal de Panamá. Y nosotros no se lo dimos a China. Se lo dimos a Panamá y vamos a recuperarlo"
El objetivo real y final de Trump es una incógnita, pero lo que sí es bien conocido es su manera de negociar y de entender las relaciones internacionales, basada en amenazas y en una lógica transaccional para sacar el máximo rédito. Según Anna Ayuso, investigadora sénior para América Latina del ‘think tank’ Barcelona Centre for International Affairs (CIDOB), las declaraciones de Trump van con toda probabilidad dirigidas "a sentar a negociar a Panamá para conseguir una concesión" y para minimizar la cada vez mayor cercanía del país centroamericano a China.
En los últimos años, Pekín ha aumentado el comercio y las inversiones en Panamá y esta, por su parte, se ha adherido a la Nueva Ruta de la Seda (el megaproyecto de Xi Jinping para ganar influencia política y económica en el mundo) y ha roto los lazos diplomáticos con Taiwán. Dos empresas chinas están presentes en tres puertos panameños. La hongkonesa Hutchison Ports Holdings opera, a través de una empresa subsidiaria, Panama Ports Company, los puertos de Balboa y San Cristóbal, adyacentes al canal en su entrada por el Pacífico y el Atlántico, respectivamente. El Gobierno panameño ha iniciado una auditoría para verificar la independencia del holding hongkonés respecto de Pekín tras las acusaciones de Trump. China también está presente en el canal en el puerto de contenedores que está construyendo la empresa Landbridge en Isla Margarita, en la Zona Libre de Colón. Además, otras empresas del gigante asiático, como Huawei, que ubicará en el país el primer Centro de Ciberseguridad y Transparencia para Latinoamérica, han elegido Panamá por su laxa fiscalidad.
Pekín rechaza el argumento de Trump. "China nunca ha interferido en sus asuntos y siempre ha respetado la soberanía de Panamá", ha manifestado una portavoz de Exteriores. Los números expresan la inquietud y la impotencia de EEUU: a comienzos del siglo XXI, el intercambio comercial de China con la región era de 14.000 millones de dólares mientras que en 2023 saltó a los 486.000 millones.
La acusación del magnate neoyorquino de que EEUU está pagando unas "tarifas abusivas" por el uso del canal es falsa. Ayuso recuerda que las tarifas de paso son las mismas para todo el mundo, según consta en el tratado Torrijos-Carter. "EEUU paga más porque tiene más tráfico". El 75% corresponde a buques estadounidenses, frente a un 20% de buques chinos. Y modificar estas tarifas como quiere Trump supondría tener que abrir el tratado y eso "podría tener consecuencias imprevisibles", subraya la investigadora del CIDOB.
La reacción de Panamá
¿Cumplirá el presidente estadounidense su amenaza de utilizar la fuerza militar para retomar el control del canal? "El poder de hacerlo lo tiene, pero sería un error y abriría una confrontación muy directa con los países del entorno", considera Ayuso.
La reacción de Panamá ha sido tajante. El canal "no fue una concesión ni una dádiva" de EEUU, ha afirmado el presidente del país centroamericano, José Raúl Mulino. Mulino sostiene que la infraestructura pasó a manos panameñas en 1999 como resultado de luchas nacionalistas que reverdecieron durante la segunda mitad del siglo XX en medio de un mundo sacudido por los procesos anticolonialistas en Asia y África y de los tratados que firmaron en 1977 los presidentes James y Torrijos. "Uno no puede saltarse el derecho internacional público (...) para imponer criterios en una época bastante lejana a la de Teddy Roosevelt", en referencia al mandatario estadounidense al presidente que gobernó EEUU entre 1901 y 1909 y que reivindicaba su política del "garrote" para disciplinar a la región.
El 20 de diciembre de 1989, una década antes de que dejara de flamear la bandera de 50 estrellas en el canal, el Ejército estadounidense invadió Panamá para capturar a su gobernante de facto, el general Manuel Noriega, acusado de narcotraficante. Aquel antecedente del uso de la fuerza militar es recordado estos días como algo más que un episodio sepultado por la historia. La pregunta sobre la posibilidad de su repetición ha dejado de ser descabellada y pone a la región latinoamericana en estado de alerta después de que Trump reconociera que lo inaudito puede consumarse en la era que acaba de inaugurar.
Textos
Abel Gilbert y Laura Puig
Diseño
Ramon Curto
Coordinación
Rafa Julve