'Las chicas al frente. La verdadera historia de la revolución Riot Grrrl' (Contra), de Sara Marcus, reconstruye el movimiento que introdujo abiertamente el feminismo en el rock en los años 90. Pero las 'riot grrrls' no surgieron de la nada. Seleccionamos una decena de precursoras que antes dejaron huella en tan viril territorio.

1/ Lady Bo y The Duchess
2/ Tina Turner
3/ Carole King
4/ Janis Joplin
5/ Suzi Quatro
6/ Joan Jett
7/ Patti Smith
8/ Poison Ivy
9/ The Slits
10/ The Go-Go's

Bo Diddley incorporó a su banda a dos mujeres guitarristas durante sus años de mayor gloria. No le faltaba a Diddley sentido del espectáculo y este pudo influir, pero lo que es seguro es que con él no tocaba cualquiera. Primero fue Peggy Jones, alias Lady Bo (Nueva York, 1940-2015), de 1957 a 1961. Además de grabar clásicos como ‘Hey! Bo Diddley’ y ‘Roadrunner’, Jones tuvo su propia formación, The Jewels, y acompañó en el estudio o el escenario a War, James Brown y Sam & Dave, por ejemplo.

Después fue Norma Jean Wofford, más conocida por el nombre artístico The Duchess (Pittsburgh, 1942-2005), presente en álbumes como ‘Bo Diddley & Company’ (1962) y el atómico directo ‘Beach party’ (1963), sin olvidar la película de concierto ‘The big T.N.T. show’ (1966). Pioneras no, lo siguiente.

'Bo Diddley & Company' (1962)

El gran Bo Diddley y su retumbante fórmula rítmica todavía en plena forma. Sin embargo, el motivo por el cual figura aquí este álbum es que Diddley comparte la carátula con The Duchess, ambos con su arma.

Mártir renacida como heroína triunfante a los 45 años. Puede que el ‘biopic’ de Tina Turner ‘What’s love got to do with it’ (1993) abusara del melodrama, pero las crudísimas memorias de Ike Turner permitieron intuir que el drama de Tina con Ike si acaso había sido diluido.

Músico y líder de banda brillante, tampoco manco como compositor y productor, Ike edificó en torno a Tina un espectáculo superlativo en los 60 y la primera mitad de los 70. Hasta que Tina (Anna Mae Bullock; Brownsville, Tennessee, 1939-2023) se hartó del maltrato verbal, físico y laboral de su esposo y se fue con lo puesto en 1976. Tras una travesía del desierto, Tina, fuerza de la naturaleza, conquistó el mundo con ‘Private dancer’ (1984).  

'Private Dancer' (1984)

El álbum de resurrección definitivo y la demostración de que nada era imposible para la industria discográfica en su apogeo. Compositores y productores ‘top’ y la MTV convirtieron a una veterana olvidada en una diva herida. Tina interpretó de maravilla el relato, que se ajustaba bastante a la realidad.

Estricta propaganda por el hecho. Sin el más mínimo discurso feminista, King (Nueva York, 1942) cambió cosas. Fue la primera mujer acreditada como directora y arreglista de un álbum pop, ‘Loco-motion’ (1962), de Little Eva, para el que también compuso la mayoría de las canciones en comandita con su marido, Jerry Goffin. Quien, por cierto, firmó la producción del elepé, crédito mejor pagado que los antes citados. Más de 100 éxitos colocó la pareja en las listas estadounidenses.

Tras divorciarse de Goffin, King publicó ‘Tapestry’ (1971), disco que controló de cabo a rabo, vendió una barbaridad de copias y asentó la naturalidad en la música popular moderna. Un rompemoldes de género desde la hogareña portada, que dice: 'Quiero ser tu amiga y contarte cómo me siento'.

'Tapestry' (1971)

La calidez y la cercanía hechas disco. El piano y la voz de King dominan una sucesión de gemas soft-rock. Ni un solo bache, aunque sí varias cimas.

El primer tributo femenino al 'Club de los 27'. Como Jimi Hendrix antes y Jim Morrison, Kurt Cobain y Amy Whinehouse después, Joplin (Port Arthur, Texas, 1943-Los Ángeles, 1970) murió por ‘causas no naturales’ a los 27 años. Solo en la cultura rock podía generar esta secuencia una tragicómica fascinación. Ya saben, ‘vive deprisa, muere joven, etcétera’.  

Cantante de blues-rock de intensidad máxima, la misma con la que vivió y que la llevó a la tumba (sobredosis de heroína). Icono del sueño y la pesadilla jipis. De la contracultura de San Francisco también emergió Grace Slick, cabecilla de Jefferson Airplane. Suyo es el himno lisérgico ‘White rabbit’.  

'Cheap thrills' (1968)

Se puede objetar que Joplin se empeña demasiado en que los blancos sintamos el blues, y que la banda no acaba de aceptar que está al servicio de ella, la razón de ser de Big Brother & The Holding Company. Es una pérdida de tiempo: como objetar ante un huracán.

En las alturas 'arty' del glam David Bowie y, en menor medida, Roxy Music y Marc Bolan jugaban a la androginia, pero en la amplia base del género que impidió la muerte del rock por aburrimiento en la primera mitad de los 70 había más testosterona que en una berrea. Al frente de tres tipos ante los que lo más sensato era cambiar de acera, Suzi Quatro (Susan Kay Quatro; Detroit, 1950) puso una pica en Flandes.

El bajo parecía enorme en comparación con su cuerpo y el cuero se había creado para ella. En un territorio más gritón que una grada ‘hooligan’, nadie la ganaba a gritar. El ‘Leader of the pack’ al que habían sucumbido las Shangri-Las era ahora la jefa de la pandilla.

'Suzi Quatro' (1973)

Producido por los infalibles Mike Chapman y Nicky Chinn, autores asimismo de los ‘hitazos’ ‘48 crash’ y ‘Can the can’. Ella lo da todo como cantante y los tíos hacen coros. Ya era el caso en Gladys Knight & The Pips, pero esto es otra cosa: una inversión de los roles de género en el rock.

Como miembro de The Runaways conoció la manipulación de la que puede ser víctima un artista, máxime una banda de rockeras adolescentes en manos de un zorro del negocio musical angelino como Kim Fowley. Eso fue un avispero, abusos sexuales incluidos según alguna integrante del grupo. Pese a la explotación sexista que sufrieron, las Runaways rockeaban de lo lindo a su hormonal manera y fueron precursoras.

Jett (Filadelfia, 1958) aprendió la lección y desde entonces ha conducido su carrera y controlado su imagen con mano de hierro. Produjo el sencillo ‘New radio + 2’ (1993), de Bikini Kill, grupo insignia del movimiento Riot Grrrl, al que apoyó con firmeza.

'I love rock'n'roll' (1981)

La canción titular la grabaron sin apenas trascendencia The Arrows en 1975. Joan Jett le inyectó energía y brillo y la convirtió en un himno planetario. El resto del álbum sobrevive sin demasiados problemas a ese trallazo de glam, punk y rock de estadio.

Poesía y rock de garaje, utopismo y lado salvaje de la vida, Nueva York siglo XX y París siglo XIX, bohemia y sofisticación… Patti Smith (Chicago, 1946) es un vórtice cultural en el que se arremolinan muchas cosas.

Para resumir: con su primer disco, ‘Horses’ (1975), ejerció de eslabón entre la contracultura de los años 60, sin olvidar el precedente beat, y el inminente estallido punk. Ari Up y Palmolive decidieron formar The Slits en su primer concierto en el Reino Unido, en el Roundhouse de Londres el 16 de mayo de 1976. Ese tipo de artista que cambia vidas era Patti Smith.

'Horses' (1975)

Un elepé que empieza con el verso "Jesus died for somebody’s sins but not mine" promete ser la bomba, y ‘Horses’ lo es. De hecho el impacto comienza con el retrato de Robert Mapplethorpe, amigo de la artista, que ilustra la portada: una Smith andrógina y a la vez intelectual y callejera.

Prototipo en clave 'trash' y a la postre recatado de todas las ‘ultrabitches’, de Madonna a Miley Cyrus. Altiva y dominadora reina de la fantasía autosuficiente que creó con su pareja, el fallecido cantante Lux Interior, quien solía arrastrarse a sus pies en los ‘shows’ para dejar las cosas claras. Su nombre va antes del de su compañero en todas las canciones y producciones de The Cramps.

Poison Ivy (Kristy Marlana Wallace; Sacramento, 1953) vengó en sus múltiples encarnaciones a la estirpe de las ‘pin-ups’, las ‘strippers’ y las gogós. Y hay que decirlo más: es una extraordinaria guitarrista de rock and roll, todo suciedad y filo.

'Psychedelic jungle' (1981)

The Cramps en todo su, ejem, esplendor. La verdad es que no hay gran diferencia con los anteriores ‘Gravest hits’ (epé) y ‘Songs the Lord taught us’ (elepé); sí con sus más civilizadas entregas posteriores. Baile de cadáveres con Lux Interior como 'showman' y Poison Ivy como sacerdotisa en la sombra.

Foto: Ray Stevenson

Foto: Ray Stevenson

Gaye Advert (The Adverts), Poly Styrene (X-Ray Spex), Siouxsie Sioux, Pauline Murray (Penetration), Eve Libertine (Crass), Chrissie Hynde (Pretenders), Lesley Woods (Au Pairs), Debbie Harry (Blondie), Tina Weymouth (Talking Heads), la ya citada Poison Ivy (The Cramps), Cindy Wilson y Kate Pierson (B-52s), Bush Tetras, Exene Cervenka (X), Wendy O. Williams (Plasmatics), Lydia Lunch… Con el punk del 77 y su onda expansiva las mujeres asaltaron todas las parcelas del rock.

No fue el puñetazo al patriarcado el menor logro de la revuelta. El mayor fue la inoculación de la ética ‘do it yourself’ en la cultura popular. The Slits combinaron ambos en ‘Cut’ (1979), su álbum de debut. Lo mismo hicieron sus hermanas espirituales The Raincoats en el elepé homónimo, también de 1979.   

'Cut' (1979)

Casi todo el pospunk está aquí. Eso sí, expresado con un amateurismo que puede disuadir a más de uno. Ellos se lo perderán. ‘Typical girls’ da forma pop a la mezcla de punk, reggae, funk y vanguardia del grupo, y es la canción que más rima con el manifiesto feminista de la portada.

Tardó, pero cuando sucedió, sucedió a lo grande. The Go-Go’s fue el primer grupo femenino y autónomo en alcanzar el éxito masivo. ‘Beauty and the beat’ (1981) vendió dos millones de ejemplares y situó los sencillos ‘We got the beat’ y ‘Our lips are sealed’ en el número 2 y el número 20 de las listas de EEUU, reticentes como ellas solas a todo lo que oliera a nueva ola.

The Go-Go’s eran un triunfo inevitable: combinaban la credibilidad callejera y la energía del punk, en cuya facción angelina se habían fraguado, y maestría y alegría pop. En su estela surgieron numerosas bandas formadas o comandadas por chicas, con sus paisanas Bangles a la cabeza.

'Beauty and the beat' (1981)

Joya pop-rock con las dosis exactas de artesanía y excitación. El reciente disco de homenaje 'If you gotta go-go, go-go now' certifica la importancia del grupo con versiones de sus canciones realizadas por casi 25 artistas.

El Periódico de España

Texto: Ramón Vendrell